En Francia mientras una mujer esté, como se dice, en su lugar, no recibe ningún reproche, pero si asume y ejerce las prerrogativas asignadas a sus hermanos se la mira mal. La actitud hacia las mujeres en Estados Unidos es muy distinta».
Alice Guy Blanché
Los padres de Alice tenían pensado volver a Santiago de Chile, para regentar una librería y editorial de su propiedad, cuando se desencadenó en el país andino una terrible epidemia de viruela por lo que tornaron a París con los cuatro hijos que ya tenía el matrimonio Guy. Residen en Saint-Made, pueblecito cercano a París donde nace Alice, el uno de julio de 1873. Su niñez y adolescencia, trascurre entre Suiza, Francia y Chile, se educa en internados para señoritas hasta que en 1891 muere el padre y la economía familiar se resiente. La madre de Alice, se ve obligada a buscar trabajo para mantener a la prole, Alice, entonces, elige estudiar algo que le abra las puertas profesionales de forma rápida. Se decide a tomar clases de mecanografía y taquigrafía, algo adecuado para mujeres de entonces, lo que le supuso poder trabajar de secretaria.
La casualidad quiso que su primer trabajo fuera en la empresa Comptoir General de la Photografie, que se dedicaba a fabricar de cámaras y suministros fotográficos descubriendo el mágico mundo de la fotografía que daba sus primeros pasos, quedando fascinada por lo que ella siempre consideró un arte.
En 1885 pasa a trabajar de secretaria en la empresa de Leon Gaumont, pionero en la industria del cine, en lo que ella tuvo mucho que ver. Este empresario tenía relación con Gustave Eiffel, el astrónomo y geógrafo Joseph Vallot y el banquero y filántropo Henry Besnier, y había comprado la Compañía General de Fotografía creando la Compañía Gaumont.
El veintidós de marzo de 1895, los hermanos Lumierè proyectan en París la primera película de la historia “La salida de los obreros de la fábrica”a cuya proyección invitan a Gaumont que se acompaña de su secretaria, Alice Guy. Alice ha participado en teatros de aficionados y tiene cierto gusto y facilidad para contar historias por lo que esa proyección la deslumbra y le hace intuir las inmensas posibilidades que puede tener la nueva técnica de entretenimiento. Intenta por todos los medios convencer a Gaumont de que amplie la empresa hacia la producción cinematográfica, sin mucho éxito. Su insistencia tiene éxito puesto que lo convence y en 1897 se crea una división en la empresa dedicada a la producción cinematográfica, al frente de la cual pone a Alice, con la condición de no abandonar las funciones de secretaria. Cosa que hace compaginando los dos trabajos. En 1896 produce la primera película “La Fee aux Choux” (El hada de los repollos” Esta es la primera cinta realizada como película de la historia del cine puesto que se realiza semanas antes de que Mèliès entrara en el negocio de la producción.
Alice Guy está entusiasmada con la posibilidad de crear argumentos, desarrollar tramas, incluir sonido de fonógrafo, incluso inventa los efectos especiales ya que en su película “La Navidad de Pierrot”, utiliza por primera vez las sobreimpresiones, y en “Una casa demolida y reconstruida”, proyectó las imágenes al revés. Alice rehízo en 1912 una película que había filmado en 1906, “Los resultados del feminismo” convirtiéndola en la película titulada “En el año 2000”, toda una cinta de ciencia ficción en la que las mujeres ejercían el dominio total del mundo y los roles de los sexos se invertían.
Desde 1902 hasta 1907 dirige más de cien películas, llamadas fonosferas, rodadas para el cronógrafo, en una actividad febril que avanza a pasos agigantados. En 1905 viaja a España, para rodar “Voyage en Espagne” y “La malagueña y el torero”, que tiempo después fue coloreada a mano y existe una copia en la Filmoteca Nacional de Madrid. También rueda “La pasión de la vida de Cristo” que es la primera superproducción de la historia, utilizando veinticinco decorados diferentes, más de trescientos extras y con un guion elaborado.
Alice Guy, era mujer, notaba la carga de marginación que eso suponía para ser reconocida como directora y productora. En las memorias de su jefe Gaumont, apenas la cita, adjudicándose él todo el mérito de la ingente cantidad de obras producidas en ese tiempo.
En 1907 conoce a un operador de cámara , británico, Herber Blanché que es el encargado de las oficinas de Gaumont en Inglaterra y Alemania, y se casan. El matrimonio decide emigrar a EEUU porque entienden que es allí donde crece de forma tangencial la industria cinematográfica. Alice ha tenido una hija, Simone; tal como era norma en los tiempos, decide (o la deciden) abandonar su trabajo para cuidar el hogar y a su pequeña.
Poco tiempo le dura el retiro porque no se resigna a ser solo ama de casa, convence a Herbert para fundar su propia productora y entrar en el negocio de forma autónoma, cosa que hacen en 1910, fundando Solax Company, que poco después, en 1913, se convierte en Blanche Features (obsérvese que no se incluye el apellido Guy)
Esta nueva productora realiza más de cien películas de variada temática: westerns, comedias, dramas…Todo marcha bien para la empresa y la familia hasta que Hebert se lía con una actriz y decide divorciarse de Alice de forma fulgurante. Fue un divorcio tormentoso en donde ella sale maltrecha sentimentalmente además de que la empresa está adjudicada al marido por las leyes patriarcalizadas.
Aún con todo, la Metro Goldwyn Mayer distribuyó sus realizaciones hasta 1918. Alice solicitó el divorcio en 1917 trabajando durante un tiempo para William Randolph Hearst, antes de regresar a Francia en 1922 con más de seiscientas películas realizadas en EEUU, en un intento de recomenzar su vida y recuperar las cintas realizadas en su juventud que han desaparecido la mayoría, o se las han adjudicado hombres que nada tuvieron que ver en ellas.
Alice Guy no dirigió más, se dedicó a escribir cuentos infantiles y navegar entre la penuria, obligada a vender sus pertenencias para vivir y mantener a sus dos hijos. Su nombre está olvidado y nadie, ningún libro de historia del cine, nombra a esta pionera magnífica.
En 1953, el gobierno francés, avisado del injusto olvido de la productora, la condecora con la Legión de Honor y en 1957 es la Cinemateca Francaise la que realiza un homenaje a esta mujer.
Alice Guy, a pesar de esos tibios homenajes, sigue olvidada y sin trabajo, decide en 1964 tornar a EEUU en un intento fallido de recuperar sus películas y volver a producir pero, como antes había ocurrido en Francia, se han perdido la mayoría, están olvidadas o bajo nombres masculinos.
Alice Guy Blanché muere pobre, olvidada de todos el veinticuatro de marzo de 1968 en un asilo de ancianos en Nueva Jersey. También yacía en una tumba en el cementerio hasta que en 2012, la Comisión de Cine de Fort Lee instaló una nueva lápida en su honor. La original sólo tenía anotado su nombre y las fechas de su nacimiento y muerte. En la nueva se afirma que Alice Guy Blaché fue “la primera mujer directora de cine”, la “primera mujer jefa de estudio” y la “presidenta de la Compañía Solax, Fort Lee, Nueva Jersey”.
Esta historia común a tantas mujeres es necesaria recuperarla para reconocer y hacer justicia a una mujer que fue visionaria y pionera de la industria del cine, que la debe mucho. Como tantas veces la losa del olvido ha cubierto a las mujeres de la historia.
María Toca Cañedo©
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