Tras la noticia el 6-VIII-2021 que el jugador Leo Messi no fichaba por el F.C.Barcelona
Confusos e indiferentes,
como ese mortecino concierto de las olas
cuando golpean los restos desvencijados entre las rocas del crujiente maderamen
de una patera naufragada
en el cementerio marino
del mar Mediterráneo,
tras el paso de una galerna,
así los humanos confusos e indiferentes sobrevivimos, en estos prolegómenos
del siglo XXI
hacía el tercer milenio de la cristiandad,
flotando desesperados en medio de la tormenta humana ,
mientras el mundo a nuestro alrededor experimenta convulsiones terribles
que lo van destruyendo lentamente.
Convulsiones en las que la luz y la oscuridad,
el anochecer y el amanecer,
el crimen y el castigo,
la crueldad y la compasión,
la honestidad y la perversión,
la verdad y la mentira
la alegría y el dolor,
el bien y el mal,
se funden y difuminan
con la pandemia del hambre, la pobreza
y la amenaza del cambio climático,
en el orden de una desordenada alianza mundial, sin aparentes cómplices
ni culpables,
en los que solo sobrevivir
a la renovación o no
del contrato al futbolista Leo Messi por el F.C. Barcelona
despierta preocupación.
Mal, que sin esperanza,
se expande como el gas que se escapa de una espita,
esperando que una chispa,
sin alma ni conciencia,
lo haga deflagar
antes de que la razón pueda detener que tengamos que pisar la sangre derramada
sobre los escombros de las aceras
y evitar el dolor diario que produce sentir
el intercalado pausar del lejano tañer de las campanas
acompañado por ese inconfundible olor
a cadaverina
que emana de los ataúdes cargados con los cuerpos de víctimas del progreso,
en este mundo inmisericorde,
que plagado de mitos, creencias
e incoherencias,
se encamina como si fuese un fantasma ruidoso cargado de cadenas de oro
hacía el apocalipsis del tercer milenio del nacimiento de la cristiandad.
Enrique Ibáñez Villegas
Barcelona 10-8-2021
*Nota de la editora:
Hemos preferido adornar el poema de Enrique con imágenes de Sorolla antes que de Messi. Ustedes disculpen…
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