No dudo que el gobierno se enfrenta a temas urgentes que merecen prioridad. Quizá uno de los más importante sea el concerniente a la justicia. Entrar a hacer una reforma, dotarla de medios, racionalizar el trabajo y sobre todo, algo primordial si queremos vivir en un Estado de Derecho: hacerla independiente de verdad.
Cuando alguien con poder en su momento como , Ignacio González, dice en grabaciones trascritas literalmente, que se han presentado como prueba: “Vamos a ver, Eduardo. Tenemos el Gobierno, el Ministerio de Justicia, no sé qué y tal, y escucha: tenemos a un juez que está provisional… Tú lo asciendes… Yo le digo: ‘A ver, venga usted ‘pa acá’. ¿Cuál es la plaza que le toca? ¿Onteniente?’ A tomar por culo a Onteniente y aquí que venga el titular, que ya me las apañaré con el titular, coño” algo terrible está pasando en los anaqueles de la base de los pilares del sistema: La Justicia, y la escribo con mayúscula mayestática porque considero que es así como debe hacerse. Esa justicia tan prendida en labios constitucionalistas en el caso de Catalunya, como redil sacrosanto del que no se puede salir, resulta que ha sido prostituida y barrida por el fango por los adalides de los que dijeron defenderla.
Sigue, González explicando su idea del estado en la misma grabación: “ tenemos el Gobierno, tenemos el Ministerio de Justicia y tenemos a un juez que podemos a mandar “a tomar por culo”. Tal cual.
Cuando se quiere manipular y mantener la impunidad el juego es sencillo, veamos: los jueces titulares son desplazados a destinos de relumbrón, Londres, Paris, Roma (García- Castellón, puede servir de ejemplo) se nombran suplentes, que se adapten a los intereses del capo del momento. Y así hasta el infinitum . Ejemplos de ello tenemos en el dimitido fiscal Moix. Veamos qué nos dice González sobre el mismo: “Vamos a ver, yo creo que a ver si podemos colocar el tema del Fiscal Anticorrupción, ¿sabes? Y… yo creo que va a ser él. Si sale, es cojonudo. Se llama Moix, es un tío… serio y bueno. Hombre, yo no soy quién, pero yo no me corto en decirle a Rafa: ‘Oye Rafa…’. ¿Sabes? El aparato del Estado y los medios de comunicación van aparte: o los tienes controlados o estás muerto«. Frase que deberíamos grabarnos en la mente toda españolita de bien. «Aparato del Estado y medios: o los tienes controlados o estás muerto…» Hacemos notar que el tal Rafa al que se refiere González, es el que ha sido ministro de Interior, Rafael Catalá. Conocido por sus marrullerías y sus malas prácticas entre la judicatura.
Sigamos con el fiscal que nos ocupa. En el currículo de Moix, figuran perlas como las siguientes:
Archivó el caso de la gestapillo de la Comunidad de Madrid.
Atacó con virulencia a los medios que publicaron sobre los delitos de Blesa.
Evitó acusar a Esperanza Aguirre por su fuga tumultuosa de los agentes de movilidad, (según informaba Infolibre)
No vio delito ninguno en el tema del campo de golf del Canal.
Los «méritos» para ser nombrado Fiscal Anticorrupción, fueron su conducta sediciosa con la justicia, plegarse al poder que le alimentaba y ser subsidiario de personajes como Gonzalez. Imaginamos que algo de su currículo le avalaba para el cargo, pero siguió con sus dispendios, intentando parar los registros de su “amigo” Gonzalez desde el cargo que recordamos, aunque nos duelan los ojos al hacerlo, era: Fiscal Anticorrupción. Quizá por eso comentaba que era tan majo…
Hacemos notar, que el Rafa, que nombra González es ni más ni menos, el ministro Catalá. Sumamos y seguimos.
Controlar la Justicia en este país es sencillo, parte de la premisa de que los miembros del Consejo General del Poder Judicial, son nombrados por los partidos políticos, en directa correspondencia a su número de diputados. Conocen el dicho, de que el parte y reparte, se escoge la mejor parte. Aplíquenlo a los jueces y les sale la jugada.
Se explica de esta forma como siguen campando los delincuentes que son apresados cuando la hediondez y/o los errores de bulto hacen imposible tapar el fiasco. Zaplana, enfermo de cierta gravedad, decidió mover el dinero que tenía fuera de fronteras y repatriarlo por si le era necesario, fue entonces cuando lo pillaron. El detalle de que la mayoría de sus fechorías han prescrito, parece soslayable para esta Justicia domada por el poder y corrompida hasta límites de la Sicilia de antaño. Ya no interesa, es ficha caída desde hace tiempo. Ese hombre del que usted me habla…capicci
Cuando Enrique Cerezo, directivo del Atlético de Madrid y uno de los empresarios brillantes de la jarcia pepera madrileña, le dice a González: “tos estos ¿Qué dicen? que el juez es el juez y no hace nada” éste le responde: “Exactamente, no, yo ya les he dicho: ‘Mira yo ya estoy hasta los cojones, o sea, decidme… ¿aquí qué queda, pegarle dos tiros a la juez? ¿Qué alternativas tengo?”
Eso se dice en un país donde a Valtonic le caen tres años de condena por cantar contra el rey, donde procesan a Willy Toledo por delitos contra la religión, por cagarse en los santos del cielo. Un señor le dice a otro que solo le queda pegarle unos tiros a un juez y no pasa nada. A un juez díscolo, se entiende. Y es que no suele ser necesario llegar a tanto, después de lo vivido por Baltasar Garzón, arrancado de la Audiencia Nacional, o a Elpidio Silva, que fue inhabilitado debido a la acusación de Moix (sí, el que no ve delitos en nadie del PP, el mismo) hay que ser muy valiente, muy osado y un tanto temerario para enfrentarse a este poder mafioso. Si pudieron con un juez estrella, como Garzón, que dio puntilla al narcotráfico, que fue uno de los artilleros contra el terrorismo, por hacer amagos con la Memoria Histórica y destapar la Gurtell, ¿Qué pensáis que os espera al resto, gacelillas? Calladicos y sumisos os quieren los gobiernos. Calladicos y sumisos os quiere la oposición domada, por si algún momento pillan cacho, toman el poder y les toca a ellos la rebatiña.
Es muy goloso tener los hilos de la Justicia en la mano. Goloso y productivo. Garantiza la impunidad total ante cualquier desfalco. Si a eso le sumamos unos medios de comunicación domados y sumisos, tenemos el completo. El estado de derecho socavado desde la raíz por suculentos gusanos que se lo comen sin pausa. Hasta convertirlo en gusanera impune.
Por eso se roba tanto. Por la impunidad con la que cuentan los canallas. No pagan lo que hacen de ningún modo, solo si se pasan mucho o interesa dejarlos caer. Miren ustedes el caso Cifuentes, hace mil demoniadas, y al final cae por un vídeo archivado desde hace años, que saca la prensa “amiga” del infumable Inda, el que se mueve con lombriz por las cloacas del poder. Caen cuando no interesan o cuando sus delitos han prescrito. No se mueve un pelo de este estado sin que los que lo controlan dejen sus riendas.
Hay jueces heroicos, claro que quedan. No muchos, pero los hay. Tenemos el ejemplo en el juez Ruz que contra viento y marea sacó adelante -después de la incapacitación de Garzón, que ya tiene mérito- la trama Gürtel. Hoy languidece en un juzgado oscuro llevando delincuencia común. Y muchos más que desconocemos sus nombres pero trabajan en silencio y cumplen como titanes su obligación. Jueces, fiscales y funcionarios de justicia que suplen las carencias con un exceso de trabajo exacerbado. Lo triste, lo terriblemente triste de esto es que para cumplir con su obligación, nada más que hacer de forma digna, su trabajo, tengan que ser héroes y jugarse su futuro…y casi la vida.
Sin entrar a valorar las penurias que mantienen a los juzgados en una precariedad absoluta, la escasez de medios, el exceso de trabajo que ralentiza hasta el infinito las decisiones y sentencias y maltrata a un colectivo que es vital para el funcionamiento del Estado.
Otro día nos ocuparemos de la coyuntura legal que necesita una reforma de urgencia, como la Ley Mordaza, la Ley de Amnistia…y tantas que iremos analizando en próximas entregas.
María Toca
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