Será cosa de la edad, que no es tanta, vamos a ver, de tu quinta hay muchos/as lúcidos y bienhumorados, pero que le vamos a hacer. No te tratan bien los años, querido Javier. Y el reconocerlo te honra. Estrenamos novela y como no puede ser de otra manera, nos cae de nuevo tu lengua suelta, cual látigo disperso. Ay.
Dos cositas, querido don Marías: Joaquín Reyes hizo, con pocas palabras, un monumento de artículo donde descerrajó tu apostura y te dejó con el culo al aire y sin recato. Te gustaría tanto a ti como a mí tener el desparpajo y la soltura para hacer en un escueto artículo, lo que hizo Reyes, mal que te pese, cariño. https://elpais.com/elpais/2017/06/29/gente/1498758199_361041.html . Se te nota picado. No deberías, don Marías, porque tienes público, y atril donde predicar ¿qué más quieres? ¿Abrazos? como decía Joaquín. Te compraremos un peluche con voz que te diga lo hermoso y lo bueno que eres. Nadie, ninguno como tú, adalid de las letras hispánicas pero queda feo que no encajes con humor y reacciones con tan mala baba. Tú, que tanto criticas las malas formas y la falta de educación del personal. Se ve que necesitas nombres para dar que hablar, primero fue Gloria, ahora Joaquín. Que le vamos a hacer, se nos inquieta don Marías ante el buen sarcasmo y rebuzna un poco. Debieras aclararte, por un lado te quejas de la corrección política, por otro te declaras ofendido porque osamos criticarte ¿en qué quedamos? Es que nos das carnaza, que eres una pura tentación, don Marías.
Segunda cosita: rey, a ver si te informas un poquito. Cuando lanzas invectivas contra el feminismo, asomas demasiado la patita de inculto letrado de la que adoleces. Que no, don Marías, que no es eso. Ni monjas ni putas. Tan solo es que no queremos que el cuerpo se nos desdibuje bajo la mirada de rijosos como tú. A esta altura, debiera quedarte claro, que si llevamos minifalda o enseñamos canalillo es porque nos da la gana, no como forma de ganado expuesto en feria. Te cuesta pillarlo, pero no es difícil, tú pregunta a alguna, verás. Te parece nuevo, eso de que protestemos contra las costumbres, contra las imposiciones, o que nos quitemos el tacón y la media de talón que tanto os gustaba al amigo Pérez y a ti. Pero que le vamos a hacer, la vida evoluciona, hombre de dios. Se entiende tu distopía al verte con la Olimpia, comosi no hubiera un mañana. Impoluta, eso sí, limpia como una patena, que no debes ni posar los dedos de lo niquelada que la tienes, como a los muñequitos…
Entendemos, don Marías que cueste escuchar, y más siendo un misántropo (dicho sin ánimo de ofender, lo era Pío Baroja y mira donde llegó) Cuesta salir de la zona de confort; lo entendemos, pero deberías. Reírte un poco más, aunque sea con Joaquín Reyes, escuchar a alguna feminista cercana (alguna tendrás, digo yo) y comprarte un PC.
María Toca
Hace años que dejé de leer las columnas de Javier Marías. Ahora recuerdo por qué.
Reconozco que tengo un puntín masoquista y aún leo alguna. En concreto lo de ayer fue entrevista. No tiene desperdicio, ni en una barra de bar de pueblo, se escuchan más insensateces. Yo creo que, o bien busca polémica para vender libros, o es tonto y nos tuvo engañados durante años. Porque tiene obras decentes y buen oficio. Saludos Mónica