Si consultamos en el Diccionario de la Real Academia nos encontramos con esto:
sororidad. (Del ingl. sorority).
I. 1. f. PR. Agrupación que se forma por la amistad y reciprocidad entre mujeres que comparten el mismo ideal y trabajan por alcanzar un mismo objetivo.
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Nota: Es en Puerto Rico dónde se utiliza así.
A continuación consultamos fraternidad y nos encontramos con esto:
Del lat. fraternĭtas, -ātis.
1. f. Amistad o afecto entre hermanos o entre quienes se tratan como tales.
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Pero sororidad no viene del inglés (sorority, que es hermandad de mujeres), sino del latín soror (‘hermana’). Está formada según el mismo patrón lingüístico que fraternidad, que viene del latín frater (hermano).
Cuándo consultas la duda, la respuesta es que sororidad es válido para aludir, en el movimiento feminista, a la relación de solidaridad entre mujeres. (Diccionario de dudas de la Fundación BBVA)
Término por tanto válido, al ser una palabra bien formada, y por lo tanto no hay inconveniente alguno en escribirla en redonda, y no en cursiva ni entrecomillada como aconseja la Real Academia y como vemos en algunas noticias de prensa : «La joven señaló que esta manifestación se da en el marco de la “sororidad”»…En absoluto es una palabra nueva, ya la utilizaba (sin cursiva y sin entrecomillar) M. de Unamuno cuando hablaba en 1920 de matria y sororidad.
La sororidad alude a un modelo de relación entre hermanas o iguales que apela a la solidaridad entre todas las que componen el sexo femenino.
Para Marcela Lagarde, la sororidad es una experiencia de las mujeres que conduce a la búsqueda de relaciones positivas y la alianza existencial y política, cuerpo a cuerpo, subjetividad a subjetividad con otras mujeres, para contribuir con acciones específicas a la eliminación social de todas las formas de opresión y al apoyo mutuo para lograr el poderío genérico de todas y al empoderamiento vital de cada mujer (…) Sumar y crear vínculos. Asumir que cada una es un eslabón de encuentro con muchas otras y así de manera sin fin. El mecanismo más eficaz para lograrlo es dilucidar en qué estamos de acuerdo y discrepar con el respeto que le exigimos al mundo para nuestro género.
La sororidad por tanto, busca formar una red de mujeres que consiga hacer de paraguas contra los ataques del patriarcado, que nos ayude a empoderarnos y a liberarnos, una red de cuidados para protegernos a nosotras mismas, sí, pero también a las demás, porque todas somos eslabones de la sororidad, como apuntaba Lagarde.
Y todo esto viene a cuento de la importancia del lenguaje y de que este sea inclusivo. El uso exclusivo del masculino genérico que defiende a capa y espada la Real Academia ¿esconde o no un machismo capaz hasta de variar la etimología de una palabra para reafirmarlo?
Texto: Marisa Pradera
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