Un almuerzo

Una acordada melodía levantó los instintos más amables de don Florentino, el cuchillo jamonero salió a escena y las cabezas de los comensales invitados al almuerzo fueron rebanadas antes de los postres. El menú, dicho sea de paso, delicioso. Es importante realizar una breve transcripción de lo dicho por ellas, nunca se privan de decir sus últimos pensamientos, antes de tomar conciencia de que el finísimo acero suizo las acaba de liberar de sus asquerosas anatomías. Siempre, siempre sucede lo mismo. Palabras breves, en cualquier caso. Así que empecemos por la primera en abrir la boca:

 

–Debo tanto a los próceres del Partido, que me fue imposible negarme. A Dios pongo por testigo del pánico que me produce el ruedo nacional, tanto Mihura al asalto y con los cuernos en alza… es que me ponen de los nervios, créeme. Y mira que ni habiendo conseguido las mayorías absolutas que prometí y con la que muchos soñaban,  ni con eso me dejan hacer las maletas rumbo al terruño que me vio nacer, bajo los cielos grises, entre percebeiros y narcoilustrados. Ellos que todo me lo dan; yates, pazos y cuentas en paraísos fiscales de ese lado del mapa que no yo encuentro. Ay, si hubiera seguido sus consejos: “Albertiño, que la fariña nos lo da todo, contigo calladito en tus quehaceres y los de Vigilancia Aduanera bien untados, joder. ¿De qué nos podemos quejar?” » ¿A qué mezclarte en contubernios de la capital, joder? ¿No te avisamos de las mordeduras de esa víbora madrileña, zagalón de Os Peares? ¿Y de tantos otros, como esos jueces tenaces, tercos como mulas? Lo que nos cuesta luego deshacernos de ellos”.

Abrió la boca dicha víbora, seguramente por alusiones, su lengua bífida aun activa al asalto de incautos:

–Si me dejaran campo libre, ya hace tiempo que lo hubiera limpiado de baldragas como tú, galleguito insulso, tibio y sin sangre, o con la sangre de un calamar, que viene  a ser lo mismo. Pero el Partido sigue sin creer del todo en mí, en mí, en cuya nómina tengo a los mejores sabuesos del tema, sabuesos que con un ladrido eliminan a la caterva de inútiles que trajiste de Finisterre, ¿porque es Finisterre de donde vienes, o no? Reconozco que de geografía española ando escasa, pero qué, ¿ qué me vais a vacilar, si soy de Madrid, y Madrid está en España y España en los negocios de mis emprendedores de familia y lecho, cuya cuenta de resultados acaba en mis sucursales amigas de La Castellana y adyacentes? Ya provengan de Cádiz, de Monforte de Lemos  o de Ibiza… Ah, Ibiza sí la conozco, Canarias me apasiona, allí me retiro en veranito y doro mi muslamen en los yates de amigos que no se dejan fotografiar como este imbécil de gafas de concha que le dan cierto aire de hombre rana, este que me antecedió con su insulsa palabrería. ¿Se dice así, antecedió, o procedió? Te pregunto a ti, Miguel Ángel. ¡ Miguel Ángel¡ ¿Dónde coño te has metido, se te ha caído el pinganillo o ya estás empinando el codo en la barra del bar?

Brincando sobre el ensangrentado mantel, una tercera cabeza de cuello inacabable a pesar del tajo, resonó con refinado acento argentino:

–Déjame ser la artífice de tu proclamación, Madrid se te ha quedado pequeña, España es la plaza que vas a conquistar si permites que mis negociaciones fructifiquen como manda mi agenda… Dame tiempo, tu Miguel Ángel está acabado como las botellas de JB que el solito vacía a pares en conocidos pubs de Madrid, un escándalo que ha llegado ya a oídos de la plebe… La plebe, Isabel, ¡cuidado con ella¡ Escuchá, Isabelita: al rebaño español no conviene soliviantarlo, hay que manejarlo como solo yo puedo enseñarte, ¿comprendés? Acariciarlo con proclamas y gestos, desviarlo de sus bajos instintos,  como solamente tú, y nadie más, sabe hacer. Boludeces. Así que ojo avizor con ese desvergonzado capaz de arruinar tu brillante y meteórica trayectoria rumbo al Reinado de España en Madrid, porque Madrid es España, porque España, o sea Madrid, eres tú, y serás proclamada Reina, bastará con reprogramar a nuestros jueces en nómina y sobornar a otros cuantos del Consejo General, te lo digo yo, que en esta lides estoy sobrada, se reforman unos cuantos articulitos de la Constitución y tú te conviertes en el oasis de libertad que anhelamos los españoles y españolas de bien, solo hemos de seguir la estela de tu magisterio político. Alteza doña Isabel de la España libre y próspera sin injerencias de Hacienda ni de rojos apestosos, así te estoy viendo, así, ahora mismo. En el trono. Contenidos virales, estrategia de marketing, esa soy yo. Confía en mí, en mis másteres, en mi experiencia, porque tú recogerás el fruto de la reputación que me ha dado mi generosa naturaleza y mis notables dotes intelectuales e imaginativas, propias de la refinada educación recibida y de mi acendrado abolengo.

Una cuarta cabeza irrumpió, el acento andaluz rebotó en las paredes de reservado:

– Escucha, Isabelita. No te subas tanto, no, miarma, porque entre el hermano y el novio ese de la mascarillas hay una jartá de mierda rodeándote. Si el Miguel Ángel ese no te ha avisado ni esta cuellilarga tampoco, deja que te lo cante yo un día de estos por bulerías.

Que cómo he revalidado la mayoría absoluta en Andalucía… Pues no haciendo , o sea lo mismo que los otros pero sin que lo parezca. ¿Tú te crees que irse a puticlubs de lujo poniendo la Visa de la Junta por delante? Ni al que asó la manteca se le ocurre. Los míos las traen a casa, y paganini en metálico. Como está mandao. ¡Ole¡

Vamos, que el mío es un toreo de capa y faenas de muleta, me prodigo más en el toreo con la derecha que con la izquierda. Yo cito a la oposición y los sindicatos semidefrente, dando el pecho y la cadera, la muleta un poco altita y un tanto adelantada, y a poco que arranca la bestia, lo obligo a recorrer el camino que le marco. Y por último, la estocá.

Ojú que doló de cabesa me da con tanta chuminá que vengo escuchando. Parece que me la hubieran cortao. Jajajaja. El otro día cerré la Planta de Traumatología del Hospital Clínico de Málaga, ¿ Y qué? A mí no me duele la rodilla ni el codo. Es lo que le digo a mis paisanos: menos quejarse y más deporte. En mi casa la gobernanza se lleva con sigilo y templanza, mandando parar al toro cuando se encabrita y recordando al personal que los otros eran peores que yo en . Y es que lo son, solo es necesario sacar las vergüenzas de lo que ayer dijeron e hicieron cuando abren la boca para que escondan la cabeza bajo tierra como las avestruces. Vamos, que los votos me los dan ellos mientras inflo de contratos a las empresas que señala don Florentino. Con talante y discreción, como está mandao.  Ojú, este tinto me ha puesto vacilón, jajaja… como el chiste ese que decía… ¿cómo decía? No me acuerdo, la cabesa se me va…

Don Florentino y sus socios invitados disfrutaron escuchándolas, acompañados de Moet Chandom, cucharadas de caviar Beluga y habanos de importación. Ordenó que retiraran las cabezas y al instante nuestro diligentes camareros las echaron en bolsas negras de contenedor. Con paños venecianos limpiaron mantel y sillas vacías.

Siguieron hablando de sus negocios, los ingresos del Real Madrid vía marketing, retransmisiones y otras actividades, posteriormente la inversiones hoteleras en islas del Caribe. Cerrados estos asuntos, tocó debatir sobre la elección del próximo candidato del Partido, había varios nombres sobre la mesa, se oyeron pros y contras de cada cual, comentarios, rumores, en fin, lo habitual.

A mí, como siempre, me tocó el papel de apuntador. Don Florentino siempre cumple sus promesas: a la dirección de varios diarios digitales que ya ostento, pronto se sumará el cargo de dircom de una influyente cadena de TV de Mediaset.

Y aquí finaliza esta crónica ( se me dan muy bien ), las superscorts contratadas ya han subido al jet de don Florentino, a la espera de nosotros, rumbo a Ibiza. Y posiblemente en unos días, sobre la cubierta del Big Blue, sigan debatiendo sobre la cabeza más idónea al frente del Partido.

Por mi parte, seguiré tomando nota.

Chema D. Garrido

Sobre Chema D. Garrido 5 artículos
Periodista en Mundo Obrero, ABC de Sevilla y una televisión autonómica). En el afán literario, cuatro hijos de papel ( Una biografía, dos libros de relatos y una novela ). En Digital ( Amazon ), tres novelas, a saber: LOS ÁNGELES GITANOS, ESCRITO DE ARENA, LA HOGUERA FINAL.

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