En compañía de adolescente afronté la película de la que todos/as hablan, con cierta reserva debido a mi natural desconfianza hacia el cine genuinamente americano. Hablo de Barbie, naturalmente.
Nunca fui amiga de las muñecas Barbie, ni de ninguno en general ya que me parecieron siempre aburridos y distantes. A mi escasa vocación maternal se le unían las pocas ganas de cocinitas o de juegos al uso de niñas correctas. Prefería disfrazarme de mayor con tacones, camisones de raso que guardaba mi madre como oro en paño imaginándome ser actriz famosa, escritora laureada, o simplemente mujer fatal a imitación del cine negro de los años cuarenta. También me divertía imaginando aventuras por los prados que circundaban mi casa y leyendo casi siempre. Como toda friki que se precie.
A mi chica adolescente, las Barbies la gustaban para raparlas el pelo, operarlas de apendicitis o entablillarlas una pierna, o las dos. Total, que ninguna somos fans, por lo que fuimos al cine, por eso de que en vacaciones una hace cosas nimias sin demasiadas ganas.
La película bonita de ver, ante cuya fotografía una se siente como ante los algodones de azúcar o los merengues, empalagada de tanta dulzura, rosa en este caso y de líneas perfectas, con los consabidos toques de diversidad de lo políticamente correcto. Mensaje feminista, empoderador, con el consiguiente discurso congruente con nuestras necesidades y carencias, del personaje de la empleada de Mattel , Gloria (América Carrera) que define perfectamente lo que significa y supone ser mujer en la actualidad *. Para mi conciencia feminista un buen discurso.
Claro que a mí no me gustan los panfletos cuando se trata de cine, novela o relato, aunque sean afines a mi ideario. Prefiero un guion real, con cierta complejidad humana que algo tan poco sutil abiertamente feminista. Para mi gusto, es la principal carencia de la película: el guion. Tan previsible, tan afín y maniqueo que no le falta ningún aderezo para pasar la frontera del feminismo más recalcitrante . Incluidas personas racializadas, con físicos no normativos, aunque bellos y los protagonistas, blancos/as y guapos/as, of course. con chica lista, chico tontorrón. Justo al revés de antes.
Los guionistas de Hollywood deben tener una escaleta común a casi todas las cintas: chica tiene problemas, chica sale al mundo a solucionar los problemas, chica se topa con enemigos que quieren destruirla, chica que, con ayuda de hermanas, lucha contra los problemas, chica vence, chica feliz, hermanas felices. El guion de siempre solo que diversificando el mensaje. En el Hollywood del #MeToo es tendencia el feminismo, destruir conductas patriarcales y empoderar a las mujeres convirtiéndolas en superheroínas como antes, ellos, eran superhéroes. La misma fórmula con diferentes perspectivas.
Que no es que me queje, entiéndanme, de la perspectiva, digo. Lo que ocurre que prefiero historias sin el discurso panfletario tan evidente. Me gusta que me den los mensajes de forma sutil, más elegante y sujetado por historias originales. Claro que se trata de generar dinero, realizar una franquicia de éxito y vender mucho merchandaising y para conseguir eso no valen sutilezas. La trama es la que digo además de un teñido de rosa feminista bien edulcorado. No puedo evitar preocuparme por la banalización de una lucha que considero torpedea, precisamente, el sistema capitalista que sustenta la película en cuestión.
Como cuando Zara, saca las camisetas con eslóganes empoderantes fabricadas por las niñas de Bangladesh en régimen de semi esclavitud. Casi prefiero menos discursito de corrección política y más pagar a los extras y los doblajes que andan a la greña con la industria cinematográfica hollywoodiense con una huelga indefinida.
A mi chica le gustó pero sin entusiasmo, claro que ella reconocía el discurso por haberlo escuchado en casa. Lo del patriarcado, el machismo residual, el mansplaining tan común y tan molesto que desde muy pequeña se le ha explicado y conoce a la primera.
Es de justicia reconocer ciertos golpes graciosos que nos hicieron reír, quizá lo mejor de la película el colosal comienzo con esa incursión en la imitación de 2001 Odisea del espacio perpetrada por enfurecidas niñas descabezando bebés muñeco. Por lo demás, agradable para una tarde de verano sin sol. Sin más.
María Toca Cañedo©
*Es literalmente imposible ser mujer. Eres tan hermosa y tan inteligente, y me mata que no creas que eres lo suficientemente buena. Como, siempre tenemos que ser extraordinarias, pero de alguna manera siempre lo estamos haciendo mal.
Tienes que ser delgada, pero no demasiado delgada. Y nunca puedes decir que quieres ser delgada. Tienes que decir que quieres estar sana, pero también tienes que estar delgada. Tienes que tener dinero, pero no puedes pedir dinero porque eso es grosero. Tienes que ser una jefe, pero no puedes ser mala. Tienes que liderar, pero no puedes aplastar las ideas de otras personas. Se supone que te encanta ser madre, pero no hables de tus hijos todo el maldito tiempo. Tienes que ser una mujer de carrera, pero también estar siempre pendiente de otras personas. Tienes que responder por el mal comportamiento de los hombres, que es una locura, pero si lo señalas, te acusan de quejarte. Se supone que debes mantenerte bonita para los hombres, pero no tanto como para tentarlos demasiado o amenazar a otras mujeres porque se supone que eres parte de la hermandad. Pero siempre destaca y siempre sé agradecida. Pero nunca olvides que el sistema está amañado. Así que encuentra una manera de reconocer eso, pero también sé siempre agradecida. Nunca hay que envejecer, nunca ser grosera, nunca presumir, nunca ser egoísta, nunca caer, nunca fallar, nunca mostrar miedo, nunca salirse de la raya. ¡Es muy difícil! ¡Es demasiado contradictorio y nadie te da una medalla o dice gracias! Y resulta que, de hecho, no solo lo estás haciendo todo mal, sino que además todo es culpa tuya.
Estoy tan cansada de verme a mí misma y a todas las demás mujeres enredándose en nudos para gustarle a la gente. Y si todo eso también es cierto para una muñeca que solo representa a mujeres, entonces ni siquiera lo sé.
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