Un mundo feliz

O fogar é agora un remanso de paz. Moi de mañá abro as xanelas para ventilalos cuartos antes de que esperte a cidade e o ruído ateigue as rúas. Pasados uns minutos, volvo a pechalas para consérvalo silencio. Insonorizala vivenda deume moita tranquilidade. Fago a miña táboa de exercicios e vexo películas que amosan un mundo novo. Canto necesito comprar podo pedilo pola web ou por teléfono. Estou de baixa por estres, pero grazas ós bos costumes estoume restablecendo. O outro día cando acudín o especialista en sicorobótica as súas ordes foron claras: é imprescindible para a miña total recuperación que o humano que vivía antes nesta casa siga cumprindo a orde de alleamento.

El hogar es ahora un remanso de paz. Muy de mañana abro las ventanas para ventilar las habitaciones, antes de que despierte la ciudad y el ruido inunde las calles. Pasados unos minutos, vuelvo a cerrarlas, para preservar el silencio. Insonorizar la vivienda ha aumentado mi tranquilidad. Practico mi tabla de ejercicios y veo películas que muestran un mundo nuevo. Todo cuánto necesito comprar puedo pedirlo por la web o por teléfono. Estoy de baja por estrés, pero gracias a las buenas costumbres me estoy restableciendo. El otro día, cuando acudí al especialista en psicorobótica sus recomendaciones fueron claras: es imprescindible para mi total recuperación que el humano que vivía antes en esta casa siga cumpliendo la orden de alejamiento.

 


Un día de trabajo.

En el año 2039 la inquilina de un piso oficial abre la nevera. En ella guarda bebida vitaminada para híbridos, lácteos deshidratados aptos para reconstituirse, bebidas antioxidantes y carne, en forma de dados prensados envasados al vacío. También guarda inyecciones que contienen la dosis vital diaria que necesita. Saca una de éstas, agrega el líquido al polvo y se la inyecta. Al momento sus cuencas metálicas adquieren carne y tejido conjuntivo, sus pómulos se rellenan y sonrosan y sus labios brillan. Sale de casa, marca un número en su dispositivo móvil y aparece un coche autodirigido al que sube. Marca en la pantalla el destino hacia el que se dirige. Media hora más tarde, el coche aparca en el parking de un imponente edificio, su ocupante baja y, mostrando una tarjeta identificativa, entra en el interior del mismo. Una vez dentro, se dirige a una sala y toma asiento junto al resto de representantes políticos. Pronto, la voz del Gran Hermano comenzará a presidir la sesión del día.

 

Manuela Vicente Fernández

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