«Las mujeres tenemos todavía mucho que pensar y dar que pensar para salir del lugar de lo no-pensado. Del lugar del no-reconocimiento, de la no-reciprocidad, por tanto, de la violencia. El feminismo, como todo proceso emancipador, es fuente de pensamiento interpretativo, suministra nuevas claves de desciframiento de lo real en tanto que es un proyecto de reconstrucción de la realidad social sobre la base de nuevos e insólitos pactos… Pactos donde lo pactado y, por ende, lo excluido como sujeto activo del pacto– no fueran las propias mujeres como genérico. Una sociedad, en suma, no constituida por pactos patriarcales…
Celia Amorós
Escribir sobre Celia Amorós es una grata responsabilidad por varias razones. La admiración reverenciada, la principal, también saber que está entre nosotras, enferma y maltrecha pero con el brío suficiente que la sacó a la calle el memorable 8 de Marzo de 2019 cuando en su silla de ruedas encabezó la manifestación feminista y al grito fallero de : “señora pirotécnica ¡comience la revolución!” empezó el camino de las miles, cientos de miles de mujeres concentradas en una manifestación que hizo historia.
Celia Amorós nació en Valencia, hija de notarios y nieta de una pianista que la trasmitió los conocimientos de piano y amor a la música. Nacía el año 1944, puesto que Celia nación el uno de Enero de aquel año cubierto por el duro velo de la postguerra, el hambre y la dictadura en su máxima expresión.
Estudió Filosofía en la Universidad de Valencia, acabando la carrera con el Premio Extraordinario de Licenciatura en 1970, con la tesis “El concepto de la razón dialéctica en Jean Paul Sartre”
Poco después realiza el doctorado, esta vez con la tesis “Ideología y pensamiento místico en torno a la Mitologicos de Claude Levi-Strauss”.
Se especializa en Jean Paul Sartre y el existencialismo, sin perder de vista la Ilustración ante la que se percata que fue realizada sin contar con la mitad de la población: las mujeres. Los pensadores buscan la liberación del pueblo, salir del manto opresivo de la aristocracia, pero manteniendo en esclavitud a la parte femenina de la sociedad. Sin cuestionar en ningún momento el patriarcado que sumía a la mujer en esclavitud “Si la condición de ciudadanía, por primera vez, se adjudicaba a nobles y plebeyos sin distingos, ¿por qué se le negaba a la mujer? Dichoso orden natural en el que la mujer, por serlo, estaba condenada a un segundo lugar”. Dice, Celia Amorós, de forma descriptiva.
Celia Amorós, cuenta que despertó al feminismo leyendo a Simone de Beauvoir y la Mística de la femineidad, de Betty Friedan.
Corren los años setenta. En España y en la Universidad los movimientos de contestación a la dictadura son intensos. La represión aprieta pero muestra las fisuras de una autarquía que se descompone a pasos de gigante. Celia y el que sería su compañero durante años, Josep Vicent Marqués, se implican en las luchas sociales, en ella existe el debate de la doble militancia, porque entiende el feminismo como movimiento liberador imbricado en la sociedad.
En una entrevista para el País, años después, decía que el feminismo es de izquierdas por definición. “La derecha dice que es feminista…¡para quién lo crea” corroboraba con sarcasmo.
Amorós se aplica a la tarea de ensamblar la teoría filosófica al feminismo, porque en su primera militancia en el Frente de Liberación de la Mujer, las compañeras demandan engranaje teórico para adecuar y establecer unos cimientos teóricos solventes al movimiento liberador de la mujer. Su feminismo filosófico ha nutrido a las extraordinarias teóricas que ahora nos nutren a las que seguimos la estela feminista. Celia Amorós es maestra de maestras como Alicia Puleo, Rosa Cobo, Ana de Miguel.
En 1970, siendo ya profesora del Departamento de Lógica y Filosofía de la Ciencia, en la Universidad de Valencia, nace su única hija, habida en el matrimonio con Marques del que se divorcia años después.
Celia Amorós es gran amiga de otra mujer admirada que abrió puertas y avenidas al feminismo, Carmen Alborch. Ambas casadas, ella con Josep Vicent Marqués , Carmen con Damiá Mollá, que son despedidos a la vez de sus trabajos por la disidencia política que mantienen. Son tiempos duros económicamente, cuenta Celia que ambos matrimonios quedaban los domingos y turnaban la comida entre ellos como forma de hacerlo más llevadero.
Celia Amorós comienza a recibir reconocimiento por su brillante aportación a la filosofía. Es la primera mujer en recibir en Premio Nacional de Ensayo por “La gran diferencia y sus pequeñas consecuencias para la mujer”
Es catedrática de la Universidad de Valencia, más tarde consigue una catedra en la UNED, siendo también desde 1993 hasta 1995 profesora visitante de Gunzburg-Center for European Studes, en Cambrige, Massachusets. Imparte numerosos cursos y seminarios por América Latina con la que mantiene lazos indivisibles.
Celia Amorós insiste con talante premonitorio en la genealogía del feminismo. Considera que somos lo que otras han construido, nuestros derechos han sido peleados por antecesoras y nosotras, a nuestra vez, dejamos tejida la red firme de derechos, porque de no ser así, nuestro camino se construiría sobre una montaña de arena, afirm con convicción. En una entrevista concedida al País en 2019 ya se mostraba cautelosa y por desgracia, premonitoria con los tiempos presentes:
“Todo movimiento tiene marcha atrás. Hay que ser cuidadosos, tenaces, tener capacidad de acción y de convicción». Simone de Beauvoir asiste sus pensamientos: “No olvidéis jamás que bastará una crisis política, económica o religiosa para que los derechos de las mujeres vuelvan a ser cuestionados. Estos derechos nunca se dan por adquiridos, debéis permanecer vigilantes toda vuestra vida”,
En 2010 se jubila de la UNED. Durante años ha seguido escribiendo y participando en seminarios o coloquios donde ha ilustrado a las numerosas feministas que la seguimos, pero su última aparición publica fue ese 8 de Marzo de 2019 que nombrábamos al comienzo de nuestro glosario. Su salud es precaria tanto que la obliga a no poder seguir con sus escritos y docencia.
Celia Amorós ha formado e instruido a un gran numero de feministas dando al movimiento el fundamento y la perspicacia intelectual necesaria. Por ello le debemos homenaje y sobre todo lectura de su ideario.
María Toca Cañedo©
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