Se desnudaron de nieva las montañas,
con mano lenta desvistieron sus ropajes
y quedaron, luengas, desvestidas
mostrando la roca desnuda a la solana.
Con paso lento, el sol fundió bien la cellisca
arrojándola , líquida, hasta perderse
en ese mar que pasta y difunde
la vida por los rincones de esta tierra,
que a fuer de patria, solo es tímida barriada.
A pocos días lucía blanca, nívea,
espumosa, la nieve, en las alturas…
hoy, descarnaste la blancura
y muestras la montaña bien desnuda.
Sol que nos mece y acaricia,
malecón de frutas prohibidas
que luces a ratos, y a escondidas
muestras tu tibia cabeza a mis costumbres.
A veces mis ojos se enternecen
con la vista perdida en las alturas,
algunas blancas, otras con grisuras,
que permutan belleza con las nubes
de ese cielo encebollado de celaje.
María Toca Cañedo©
Santander- 31-01-2021. 17,45
Desde mi feliz ventana. La Leva. Santander.
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