Quizá Emmeline Pankrust estaba predestinada, tal como creía ella, a ser lo que fue. Nació un día después del aniversario de la toma de La Bastilla un 15 de Julio de 1858 en Manchester( atrasaba su nacimiento para hacerlo coincidir con la fecha gloriosa de la Revolución Francesa) Desde muy pequeña recibió formación sobre el sufragismo ya que su madre, Sophia Jane Craine era fiel defensora del voto femenino y recibía en casa la revista, The Women,s Surfagge, que Emmeline leía desde los cuatro años.
Su padre era comerciante liberal, defensor de la liberación de esclavos en EEUU, incluso recaudó dinero para la causa, aficionado al teatro y hombre de cultura que influyó en su educación. Emmeline fue gran lectora, uno de sus libros de cabecera fue La Revolución Francesa de Carlyle. Confesaba que leyó la Odisea a los nueve años. La madre leía de noche antes de dormir a los hijos La Cabaña del Tío Tom .
Con esos antecedentes fue lógico que desde temprana edad mostrara apego al sufragismo. Fue en una conferencia de la editora de de The Women,s Surfagge de donde salió convertida en sufragista convencida. Tenía solo 14 años cuando comenzó su andadura, la considerada pionera y madre del movimiento por el voto femenino.
Los padres la enviaron a estudiar a La École Normal de Neuilly, en Paris. Aun con sus ideas liberales y sufragistas no consideraban que las mujeres debieran tener los mismos estudios que los hombres, intentaron educar a las hijas para ser correctas esposas y madres. Al finalizar sus estudios regresó a Manchester donde conoce a Richard Pankhrust, abogado de 44 años implicado en luchas por los derechos civiles, la libertad de prensa y el voto femenino. Fue un choque sentimental y de ideas, ambos deciden compartir la vida y la lucha. Emmeline fiel a sus ideología no quiere casarse, prefiere mantener la libertad pero las cortapisas sociales que se ponían en esos tiempos les obliga a contraer matrimonio. A partir de ese momento la entrega a la causa sufragista de Emmeline y de Richard Pankhrust es total.
Se decepciona de la vía pacífica debido a los engaños que los partidos tradicionales les hacen a las mujeres con promesas que no cumplen jamás. Funda con Richard el Women,s Franchise League que luchaba por el voto para todas las mujeres. Es entonces cuando Emmeline Pankhrust, dice la famosa frase: “Acciones, no palabras” Será la tónica del movimiento a partir de entonces aunque hubo fisuras por ello dentro del propio movimiento. Hasta quebrar la fraternidad familiar.
Intenta entrar en el Partido Laborista Independiente, del que es miembro Richard, pero es rechazada porque es mujer. En 1903 comienza su radicalismo y funda el WSPU que es una integración de partidos. Su forma de luchar cambia radicalmente. Las militantes del sufragismo comienzan a entrar de forma periódica en la cárcel debido a acciones de cierta violencia. Arrojan piedras a ventanas de destacados políticos, estallan buzones de correos, incluso atentan contra propiedades deshabitada de gente influyente. Provocan fuegos. El que luego se convertiría en Primer Ministro, Winston Churchill sería uno de sus objetivos y un enemigo declarado de las sufragistas.
Al ser detenidas se ponían en huelga de hambre, cuando su salud se deterioraba gravemente se las alimentaba con sonda nasogástrica. Es una técnica muy dolorosa, que se le hizo a Pankhrust en varias ocasiones. Confesó en una ocasión que los gritos de las compañeras al ser torturadas en las celdas vecinas a la suya se le habían clavado en la mente y no podía olvidarlo.
La campaña contra ellas fue feroz. Se les aplicó la técnica del “gato y el ratón” es decir, eran detenidas, al declararse en huelga las torturaban hasta que su salud corría peligro, entonces las soltaban hasta que se reponían y vuelta a empezar. Esas huelgas y sus acciones dieron resonancia mundial a las ideas que defendían, hubo un tiempo en que el WSPU tenía más de 100.000 militantes. El movimiento sufragista, gracias al heroísmo de estas pioneras, ya no tenía vuelta atrás.
Con la actitud violenta surgen dentro del partido fisuras importantes. No todas las hijas de Emmeline comparten la lucha de la madre, la mayor Christabel, le fue fiel en todos los parámetros que dictaba, no así Adela y sobre todo Silvia que criticó la falta de democracia interna del partido, la poca implicación socialista del movimiento. Sobre manera al comenzar la I Guerra Mundial, Emmeline apoyó sin fisura a Inglaterra contra Alemania, impulsando a las mujeres del movimiento a colaborar en la guerra, no así Silvia que tomó una postura pacifista ante la guerra. La división entre madre e hija se agudizó de forma irreconciliable cuando esta quedó embarazada. Emmeline le dio el dinero para un pasaje a Australia como forma de alejarla del movimiento, no volviendo a verla jamás. Ni tan siquiera conoció a su nieto.
Emmeline Pankrust concebía el movimiento sufragista como un ejército bien disciplinado en el que cualquier crítica era considera traición. Opinaba que la unión era vital porque el enemigo a batir era importante, por ello despreciaba la democracia interna oponiéndose a cualquier cuestionamiento de su ideario.
A la muerte de Richard, Emmeline intenta mantener ella sola a la familia con dificultades. Vende su casa dedicándose el resto de su vida a dar conferencias y acciones por diversas ciudades. No tenía residencia fija, viajaba con sus pertenencias en maletas y se quedaba en las casas de sus partidarias. Se dio la circunstancia de que otro de sus hijos murió (el primero murió de niño) ella le cuidó con dedicación y cinco días después de enterrarlo dio un mitin .
Era mujer pasional, de verbo encendido, carismática hasta el paroxismo que incendiaba con sus palabras a las mujeres que la seguían. Disciplinada, imponía una disciplina férrea a sus correligionarias, quizá con formas poco democráticas pero efectivas.
El 21 de Junio de 1908 reunió en Hyde Park a más de 500.000 manifestantes que clamaban por el voto femenino. En 1918 se acaba la guerra y EEUU concede el voto a las mujeres lo que supuso un gran impulso para las sufragistas inglesas de la señora Pankrhust. El mundo había cambiado y estaba claro que no volvería atrás. Las mujeres habían salido de sus casas para colaborar en la contienda, habían probado su fuerza y no retrocederían.
Emmeline Pankrust, en un nuevo giro ideológico, en 1925 se integra en el Partido Conservador, asustada por el avance de los bolcheviques en Rusia y en Europa. Atrás quedaron sus radicalismos socialistas de antaño.
Poco antes de su muerte, acaecida el 14 de Junio de 1928, el 6 de Febrero de 1928 se consigue el voto femenino en Gran Bretaña, por lo que pudo ver el triunfo de su lucha antes de fallecer.
Fue una mujer controvertida, criticada y amada hasta el paroxismo a la que debemos mucho las mujeres del mundo. Su tenaz lucha por el voto trascendió a su país hasta llegar a todos los lugares de la tierra. Su movimiento impulsó a revocar la tremenda injusticia de considerar a las mujeres meras comparsas sin ningún derecho y al hombre dueño del voto, de la hacienda, del patrimonio y de los hijos.
María Toca
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