La Oposición cual burro atado a molino

Tenemos una historia circular, quizá por eso no avanzamos. España es ese país similar al borrico atado al molino que gira y gira indefinidamente entre ataduras de duración interminable. Y así vamos, repitiendo la historia con ciclos más o menos constantes.

Ya tenemos las huestes en Colón, amenazando con los rayos y centellas de furor patrio como consecuencia del anuncio (solapado anuncio) de los indultos al grito de  ¡Nos rompen España! La nueva derecha tan igual a la vieja. La nueva derecha lastrada con los mismos mimbres de la vieja. Todo lo que se aleje de SU idea de España es la anti España.

Ustedes recordarán la recogida de firma en favor de la familia –decían ellos- por el ataque que les suponía la ley de Matrimonio Igualitario. Como recordamos, las veteranas, los pifostios armados cuando se legisló el divorcio (ay ese Fraga bramando cual trueno montaraz ¡esos eran tiempos!) No les digo nada cuando lo tratado fue la ley de Aborto, que precisamente fue aprobada en los tiempos de que la Vieja Guardia (ABC, dixit) gobernaba. Que estruendo de gritos contra la disolución de la familia, el municipio y el sindicato, vertical, of course

En 2010, Rajoy y los suyos presentaron  cuatro millones de firmas contra  la reforma del Estatut debidamente votado en el  Parlament con un 73% de apoyos y en el Parlamento español. Luego fueron al Constitucional que acabó anulando la reforma de 17 artículos  dicho Estatut  porque los jueces, queridas lectoras, son como las cabras…siempre tiran al monte. A la derecha, quiero decir. Lo demás pertenece a la historia de las infamias patrias que hemos pagado caro.

La misma Esperanza Aguirre,  Soraya Sainz de Santamaría, e incluso Pablo Casado, se mostraron contrarios a las acciones en contra de la reforma del Estatut. De aquellos vientos se recogieron muchas tempestades y un apoyo mayoritario al independentismo que en un principio no pasaba de un tímido 10% y ahora comprueben ustedes los resultados electorales de la última convocatoria.

El PP, la derecha en pleno, no ha hecho más que ponerse en contra de la historia. Siempre, de  forma perpetua. Como les decía al principio tal que el borrico atado a un permanente inmovilismo que no deja avanzar a la sociedad. Si por ellos fuera seguiríamos con autos de fe inquisitoriales, rezando y mostrando pleitesía al señor feudal. Luego van de modernos y liberales…

Ahora toca montar el cristo por los indultos. Sin proponer alternativas, sin hacer sugerencias que desatasquen el problema producido en Catalunya por ellos. En la sociedad catalana jamás hubo problemas más que los ficticios y los derivados por la pisada de juanete del Constitucional. Las dos sociedades (que no eran dos sino una diversidad multicultural admirable) convivían de forma armónica. He conocido barriadas en donde se respiraba Andalucía con las generaciones jóvenes expresándose en perfecto catalán con mezcla de un castellano lúcido de andalucismos. Una mezcla que siempre me admiró, con un profundo catalanismo cultural que no despreciaba en ningún momento a la cultura castellana. Hace tiempo que no visito Catalunya (y bien que lo añoro) pero me temo que la fisura sea un costurón de difícil sutura. Y eso lo produjeron ellos. Los que se oponen a todo…para luego usarlo hasta la extenuación –miren la tasa de divorciados/as, casados gays y de abortos en la derecha-

No se cansan de oponerse. A todo. No es que pidamos a la oposición que haga los coros, pero sería de agradecer que en algún momento además de oponerse cuadraran alternativas ¿Qué propone la derecha de Colón para Catalunya? Hacer cumplir las sentencias…¿y luego? seguir generando odio e independentismo hasta que un 90% de la población quiera marcharse. O enviar los tanques de la Brunete a la Diagonal y dar el paseo a toda una población que no tiene ganas de ser española. Si es esa la alternativa deberían decirlo.

La fuerza por la fuerza jamás convenció a nadie. A menos  que el deseo de la derecha de Colón no sea convencer sino vencer. Como bien dijo Unamuno una cosa es vencer y otra convencer. Si queremos convencer a la población que hoy recuerda(mos)  con rabia, con mucha rabia, aquel uno de Octubre de 2017 cuando los antidisturbios españoles apalearon a la gente que quería votar. Votar. Si queremos suturar la herida producida por ese PP electoralista y populachero que quería defenestrar a Zapatero como fuera, hay que pactar sin remedio.

Nos tememos que todo es mal perder. Lo fue con Zapatero –recuerdan que campañita le formaron a raíz de la victoria electoral- Vendía España por pactar con ETA, y ETA acabó cuando hubo diálogo y se llegó a acuerdos con los partidos vascos. Ahora es más de lo mismo.

No saben perder y esperar. Como los malos jugadores tiran el tablero cuando ven que la derrota les asola. Ahora andan  envalentonados por el triunfo en Madrid quieren dar el manotazo definitivo al tablero. No sé si tendrán éxito en su estrategia de tensionar la democracia hasta límites imposibles, quizá consigan tirar a este gobierno y ganar en las próximas elecciones. Quizá. Una cosa les anticipo, estoy segura al cien por cien que un gobierno presidido por Casado, pactaría indultos y prebendas al gobierno catalán porque no hay opción. Eso, o los tanques, solo que tendrían que extenderlos por todo el territorio español para contener a la fieras que han soltado (las del A por ellos) a los cachorros del fascio que trasiegan como amos del campo, a sus anchas, envalentonados por la reacción.

Si queremos mantener un estado con los mínimos (sí, mínimos) democráticos que tenemos no hay más opción que el pacto con Catalunya. Y lo saben, pero les da igual. Tensionan la cuerda de las emociones patrioteras porque saben que surte efecto la moralina efectista del patriotismo, enhebrando a la historia del cura Merino, de Agustina de Aragón y del Empecinado…sin recordar que los nobles heroicos luchaban contra un invasor que quería anular leyes e imponer criterios. Vamos, que eran los catalanes de entonces.

Esta derecha que se opone a todo luego en el gobierno traga con más. ¿Recuerdan la primera medida que realizó Rajoy nada más conseguir el poder? Subir el IVA. Sí, subir impuestos. Ni anularon el divorcio ni el aborto ni el matrimonio igualitario. Subieron impuestos…

Luego están la judicatura del CGPJ…Esos okupas que ni comen ni dejan comer y nos dicen que la Ley de Memoria Histórica va contra la Libertad de Expresión. Sin despeinarse y sin recordar que hay raperos, titiriteros y actores condenados por esa libertad de expresión que enarbolan para franquistas.

Es nuestra derecha. Es nuestro castigo. Es nuestra historia circular incansable al desaliento de repetir errores. La padecemos con incierta paciencia no exenta de desesperación.

María Toca Cañedo©

 

 

Sobre Maria Toca 1675 artículos
Escritora. Diplomada en Nutrición Humana por la Universidad de Cádiz. Diplomada en Medicina Tradicional China por el Real Centro Universitario María Cristina. Coordinadora de #LaPajarera. Articulista. Poeta

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