Mente vacía.
Espíritu sin rumbo.
Palabras huidizas.
Mirada lejana y ausente.
Rostros amados que se van desdibujando.
Nombres olvidados para siempre.
Ideas que resbalan. Pensamientos que vagan sin dueño
Enigma insondable, cada acto cotidiano sencillo.
Pasos inestables e inseguros.
Voz silenciosa.
Yo ya no tengo nada que contar.
Se esfumaron todos mis recuerdos.
De mi pasado, ni rastro.
El presente ya no me pertenece
Plan, ni uno.
¿El futuro? ¿De qué me hablan?
Desaprendí cuanto aprendí.
Solo queda un cuerpo envejecido.
Texto: Dominique Gaviard
Fotografía de portada: Silvia Maza
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