No seremos Francoland pero casi

Comprendo perfectamente la zozobra que se le produce a mi admirado maestro Muñoz Molina, cuando en sus numerosos viajes y residencias fuera de España le abruman con palabras prejuiciosas sobre nuestro país. Y hasta lo comparto. Su artículo me hizo recordar, allá en los lejanos ochenta estando en la antigua Yugoslavia, cuando los ecos de la figura de Tito no se habían acallado por el ruido del terror,  me espetaban con  frecuencia que en mi país prevalecía el fascismo. Eran descendientes de antiguos luchadores de las Brigadas Internacionales que guardaban la memoria trasmitida de esa lucha fracasada y fratricida. Me cansé de asentir, y como dice Molina que hizo con la alemana, un día les respondí que veía yo muchos yates, mucho lujo en la adorada Dubrovnick para ser una sociedad tan limpiamente socialista. Callaron y no volvieron a molestarme, más que para pedirme que bailara flamenco y preguntarme por la falta de pelo en mis piernas y brazos. Tópicos, que por repetitivos, molestan un poco. A nuestro admirado Molina le debe de pasar mucho y se contraria. Le entiendo. Solo que quisiera puntualizar algo que en su magnífico artículo https://elpais.com/cultura/2017/10/10/babelia/1507657374_425961.html se le pasa por alto.

Claro que  hemos avanzado , como bien dice, desde el franquismo, solo faltaría. No hay pena de muerte, ni cárcel eterna,  nuestras comunidades autónomas tienen leyes que les permiten gobernarse con cierta independencia. ¡Hurra! ¡Eureka! felicitemos a los padres de la patria pero sobre todo al pueblo que supo sacar a contrapelo los derechos y las libertades aunque, a mi entender, deberíamos recordar más a los que lucharon dejando vida y libertad para conseguirlo. Reciente tenemos la lucha  del colectivo lgtb y afines, entre las que me cuento, para conseguir un matrimonio igualitario modélico del que toman ejemplo otras sociedades. Reitero mi felicitación y me la aplico. Lo de los inmigrantes, en cambio,  con cierta reserva, señor Molina, porque fueron bien venidos cuando se les necesitaba, mientras que los cupos de refugiados no se cubren ni por asomo, así que España es país  de acogimiento, cuando interesa.

Estoy segura que la señora alemana que le espetó lo de Francoland, querido señor Molina, se callaría por prudencia ante su respuesta, un poco desabrida, si me lo permite,  de Hitlerland. Se callaría lo mucho que podría responder a su exabrupto. Señor Molina, sabe de sobra que Alemania depuro responsabilidades con el nazismo. La sociedad alemana hizo una catarsis colectiva asumiendo cobardía y complicidad con lo ocurrido, indemnizaron y se disculparon de obra y de dinero con los afectados. Hoy levantar la mano haciendo el saludo nazi, llevar una esvástica o hacer apología del nazismo está penado con cárcel. Es posible que a tenor de las últimas elecciones, una gran vuelta de tuerca terrible en sus efectos, cambie esa ley, pero haberla, hayla en la actualidad. Usted sabe que la apología del fascismo está penada en otros latitudes, o muy mal vista, y criticada por la prensa oficial. Conoce de sobra que en los países europeos, incluso con todas sus carencias, en EEUU, la prensa -alguna prensa- es crítica con el poder, ligeramente independiente y sería un escándalo de considerables dimensiones el que echaran a un periodista por diferir del criterio oficialista, que casualmente coincide siempre, con el de la dirección de periódico. Usted sabe, que las televisiones de cualquiera de los países que visita, son diferentes entre si, con discursos opuestos y críticos o no, dependiendo del color de la dirección y no muestran  la vergonzosa uniformidad de las nuestra con un discurso tan similar que  por más que una mueva el mando a distancia pensamos que no nos movemos. Todas igual…compartiendo una monotonía sospechosa.

 

Bien. Usted sabe todo eso, y debiera saber que en nuestro país ocurren cosas, digamos, peculiares. A día de hoy siguen estando en la cárcel unos chicos que pelearon con otros, casualmente guardia civiles, en Alsatsua, un año después de los sucesos y que los cachorros fascistas de brazo en alto, con banderas franquistas y golpe seco, siembran el terror en las calles de diversas poblaciones españolas y no les toca nadie el pelo de la ropa. Usted sabe que nuestra policía tomó partido, twiteó eslóganes fascistoides y nadie investigó quien o quienes dirigen esas mentes coronadas unineuronales.

Usted debiera recordar de dónde nos viene la monarquía, lo sabe bien, como yo, porque tenemos la edad justa para haberlo vivido con estupefacción. Sabe, si escuchó el discurso de ese rey impuesto,  la noche del martes pasado,  que no fue rey de todos los españoles (según él, de todos, hasta de los catalanes separatistas)porque atacó sin miramientos de neutralidad y arbitrio a un gobierno y a un pueblo que solo quería votar y le leñaron sin piedad. Señor Molina, el uno de Octubre está en la retina internacional y costará mucho quitar el marchamo de indignidad y de vuelta atrás que produjo.

Por eso, imagino a la señora alemana, que se calló por prudencia; de no tenerla y ser un poco más atrevida, quizá la cara colorada la hubiera llevado usted con su respuesta. Dicho con todo el respeto que me merece, repito. Porque nuestro país sigue con cunetas llenas de muertos por la libertad,  cada vez que enarbolamos la palabra para desenterrarlos y devolverlos a sus familias, se nos insulta y se nos niega el derecho. La señora alemana le hubiera podido decir, que las palabras del incalificable, Casado,amenazando  con repetir la machada que se hizo con Lluis Companys,  no dicen mucho de su teoría de modélica democracia. ¿Puede imaginar a un congresista alemán recordando a algún opositor judío lo que les pasó tiempo atrás? Es más ¿puede nombrar algún congresista alemán que justifique o considere que Hitler fue buen gestor porque hizo carreteras, creó el Volkswagen Escarabajo y  mejoró la economía de antes de la guerra? Imagine, señor Molina, usted que conoce las sociedades por las que se mueve, que pasaría en esos países de producirse esos argumentos.

Todo eso y más pasa en España. Por tanto no debiera rasgarse las vestiduras tanto ante los tópicos, porque tienen mucha parte de verdad. Como dice y repite Almudena Grandes, ocurre que en España fue el único país donde ganaron los malos. Porque el fascismo, señor Molina, es lo malo. Y aquí ganaron, crearon una estela de políticos que siguen en el poder,  unos estamentos económicos que son los que manejan la economía y no han tenido ni el pudor de disimular su afección al pasado. En la “modélica” Transición no se condenó al fascismo, no se limpiaron las instituciones de las ratas de la época pasada, no se hizo catarsis colectiva analizando, y por lo menos, sacando los cadáveres de las zanjas. Y de esos vientos llegan estas tempestades. En los momentos como los vividos en las últimas semanas afloran, como si se abriera de golpe la gusanera del fascio y salen crecidos, con lengua envenenada,  golpes bajos y simbología. Eso, señor Molina, aunque nuestra prensa  y televisión acomodada, pesebrera, manipulada, prostituida, nos lo niegue, en el extranjero se ve. Y claro, les da que pensar que los tópicos tienen mucho de verdad.

Por eso, aunque entienda y comparta su mosqueo,  creo que sería mejor, hacer un poco de autocrítica, mirar adentro, en vez de tanto afuera, y escuchar las voces disidentes. Lo mismo a usted la vergüenza le aflora un poco, como a mí  y a tantos. Le creo hombre de bien, le admiro y le respeto , por eso supongo que le falta un poquito de información interna.

 

María Toca

Sobre Maria Toca 1673 artículos
Escritora. Diplomada en Nutrición Humana por la Universidad de Cádiz. Diplomada en Medicina Tradicional China por el Real Centro Universitario María Cristina. Coordinadora de #LaPajarera. Articulista. Poeta

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