A veces nos envían libros, algunos se reseñan, los más se descartan por falta de interés o calidad literaria. Se me entienda, no quiero que piensen que vamos de eruditas y de criticas literarias, que no. Lo que sí ocurre es que letraheridas viejas, sí somos. O sí soy. Y cuando un libro no se me cae de las manos durante horas y aprieto otras funciones para volver a él, algo tiene. O mucho. O bastante. Eso pasó con Koundara. El escritor y bloguero literario, del que me confieso seguidora virtual, David Pérez Vega, ha escrito hace tiempo este libro de relatos y (dice él) que se ha vendido poco. En este país vender libros, si los haces con amor, trabajo y sin tener plataformas detrás o capacidad de halago a críticos «oficialistas» es muy duro. Por eso, creo que es injusto, muy injusto que esta pequeña joya no se divulgue más y lo disfruten con el justo placer que lo hice yo.
Son varios relatos, cotidianos, de vidas sin relumbrón ,casi diría de andar por casa. Mayoritariamente son historias de profesores o de alumnos…aunque el que da nombre al libro se desarrolle en Costa de Marfil y Senegal, es igual, porque los aconteceres, son cotidianos. La gente que puebla Koundara, puede ser usted o yo. La maestría del escritor es dar con el tono que nos cose a la lectura, que nos lleva a considerar al personaje cara conocida y nos cuesta abandonarle. Todo eso es Koundara. Les aconsejaría que no perdieran de vista a mi querido David para que le espoleemos a que publique más. Y pidan Koundara en su librería, háganse ese favor
María Toca
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