Voy a volver a mi casa despacio,
a encontrarme con el rincón oscuro
ese que anida penas, algazara y tristeza
y me espera fiel, a mi regreso.
Me voy a bruñir de esperanza
sentada, en la mesa, callada,
para cuando tú vuelvas
y acaricies mi espalda.
Tomaré la copa de vino
que guardo en anaquel dorado,
la erguiré sobre mi mano
en espera del brindis temprano
que me llegue cuando vea tus ojos
y tu mano, me acaricie despacio.
Esperaré en penumbra tu vuelta
como se esperan las cosas amables
que llegan por turno, despacio,
y nos salvan del naufragio, tan leve,
que se hacen esperar
y se intuyen,
como algo casual y perenne.
Texto: #MariaToca
Pintura: Omer Ilksen
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