El acuerdo para el cierre de Nissan del 5 de agosto precipita los despidos en las subcontratas. Con el anuncio de Acciona de rescisión de contrato con Nissan del 10 de agosto, se aceleraba el despido de sus más de 500 trabajadores/as. El 24 se constituyó la mesa del ERE y empieza la cuenta atrás del mes obligatorio de consultas.
Entre Acciona y Nissan simulan desacuerdos empresariales, cuando lo que prima es un plan común de aplicación del cierre. La rescisión de contrato intenta desactivar la convocatoria de movilizaciones y huelga en Acciona. A su
vez, Nissan ya ha anunciado que quiere recolocar a sus trabajadores/as en los puestos de Acciona para poner en marcha la producción el 1 de septiembre en la línea 1 y una semana más tarde en la 2. También podría hacerlo a través de una ETT. Trabajadores y trabajadoras de Acciona estuvieron a las puertas de Nissan el día 24 defendiendo sus puestos de trabajo y tienen convocadas movilizaciones y huelga indefinida.
La pelota está en el tejado del Comité de Nissan: ¿va a permitir que trabajadores/as de Nissan ocupen los puestos de trabajo de Acciona? ¿o que entre ahora una ETT en su lugar? ¿Va a convertir sus palabras de apoyo a los y las trabajadoras de Acciona en movilización para impedir a Nissan el esquirolaje a su lucha? Los y las trabajadoras de Nissan deberían exigir a su comité que se niegue a ello para no encontrarse en esa situación. Luchar por evitar la división entre trabajadores/as y el apoyo a los más precarios es una cuestión de principios de un sindicalismo de clase, no corporativo.
Por ello es urgente que el comité de Nissan y cada uno de los 4 sindicatos se opongan públicamente a cualquier cambio de puesto de trabajo de los y las trabajadoras de Nissan a los que ocupaban Acciona, advirtiendo de movilizaciones para impedirlo. Y si la empresa justifica que esos puestos son imprescindibles para retomar la producción, la respuesta no puede ser otra que los absorba Nissan en su plantilla.
No hay mucho tiempo para decantar el conflicto en favor de los y las trabajadoras de Acciona y demás subcontratas: el tiempo lo marca el inicio de producción en Nissan más que lo periodos burocráticos de consultas que
sabemos son un trámite. Acciona y las subcontratas son imprescindibles para la producción y unidas todas (Marelli, Tachin, Snop, Magna, ISS) en la Coordinadora de Proveedores y Subcontratas, en la lucha y en la huelga, pueden demostrarlo. La lista de empresas no debería quedar ahí sino intentar abarcar a las empresas proveedoras que van a estar igualmente afectadas por el cierre, es decir, a los y las 25.000 trabajadores y trabajadoras que dependen de Nissan.
Y porque no hay mucho tiempo hay que intensificar la lucha desde Acciona y las subcontratas, con todo el apoyo social. Y es fundamental que sean todos y todas las trabajadoras de Acciona, quienes aseguren y refuercen la necesaria unidad en la lucha por la retirada del ERE, discutiendo y votando en asamblea el plan de lucha y que el comité de empresa y el de huelga respondan ante ella. Asimismo, los comités que se formaron de apoyo a la lucha de Nissan tienen que activarse con la de Acciona y las subcontratas. Hay que crear nuevos comités y extender una red de apoyo y la caja de resistencia. Sólo así se podrá unir de nuevo la lucha de las subcontratas al futuro de los puestos de trabajo de Nissan.
Porque que nadie se lleve a engaño, la diferencia entre los trabajadores de Nissan y los de las subcontratas son unas indemnizaciones y prejubilaciones que sólo resuelven el futuro de una minoría: si las cosas siguen como están, todos y todas estarán en la calle en diciembre del año que viene, en medio de una gravísima crisis que hará muy difícil encontrar trabajo. Luchar contra el despido de los 500 trabajadores y trabajadoras de Acciona no es solo una cuestión de solidaridad y de principios: es un paso estratégico para ganar el futuro y el tan cacareado plan de industrialización que hoy por hoy no es más que humo.
La movilización debe también exigir a la Generalitat que pare el desmantelamiento del tejido industrial y se ponga al frente para garantizar el futuro de la planta. No puede ir viendo sin hacer nada –o aplaudiendo como ante el anuncio del acuerdo para el cierre de Nissan– cómo se marchan una empresa tras otra.
Y hay que exigir al Parlament que actúe de una vez. Aprobó la propuesta de la CUPCC que le obligaba a tramitar con urgencia la exigencia al Gobierno central de la derogación del artículo 51 y ¿qué ha hecho? Con ese artículo las empresas aplican unilateralmente sus planes de cierre y despidos. ¡Derogación inmediata! Y ante el alud de EREs que se esperan y han empezado a caer, será urgente reclamar a los sindicatos un plan de lucha contra los despidos y para imponer al Gobierno PSOEUnidas Podemos la derogación de la reforma laboral.
En julio se presentaba un plan de “socialización” de Nissan. El plan prevé que un acuerdo entre el Gobierno central, la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona (el suelo es del Consorci) tome la planta de Nissan para empezar la transformación, desde la empresa pública resultante, a un transporte público sostenible. Se proyecta la transformación de vehículos de combustión a eléctricos para poder ser utilizados en un sistema de carsharing (paralelo al Bicing). Asimismo, TMB había presentado un prototipo de minibús eléctrico a fines del 2018. La producción de ambos proyectos aseguraría los 25.000 puestos de trabajo durante años.
Es necesario un frente de sindicatos, asociaciones, partidos para exigir la nacionalización de Nissan, sin indemnización, exigiendo que devuelva los 170 millones de dinero público que se les entregaron –las indemnizaciones para el cierre les cuestan la mitad- sin aplicar sus compromisos. Es hora de dar una perspectiva industrial pública que impulse la transición del transporte, y que se ponga bajo el control de los y las trabajadoras.
¡Hay futuro: la movilización unida tiene que abrirlo!
Lucha Internacionalista
25 de agosto de 2020
https://luchainternacionalista.org/spip.php?article3966
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