Caridad Mercader

A los que conocieron esta mujer su solo nombre les produjo escalofríos, tal fue el poder, real o ficticio, que tuvo durante muchos años. Pocas mujeres transitan la historia con tal cumulo de variables inesperadas, siempre en el vértice de la trágica historia del siglo XX.

Eustacia María Caridad del Río Hernández, nació en  Santiago de Cuba,  el 29 de Marzo de 1892, cuando quedaba poco para el desastre colonial español. Su padre, Ramón del Río, natural  de  San Miguel de Aras, en Cantabria, había marchado en busca de fortuna como tantos cántabros a las tierras cubanas y al nacer Caridad  gozaba del bienestar y de una posición holgada.  Las añoranzas a flor de piel le impulsaron a volver a su tierra convertido en un indiano adinerado y burgués. No volvió a Cantabria, Ramón del Río,  sino que lo hizo con la familia a Barcelona, donde creció Caridad, considerándose siempre catalana.

Caridad revistió sus primeros años de un incierta fantasía contando que su padre fue gobernador de Santiago de Cuba, o que liberó los esclavos antes de que fuera obligatorio, siendo ambas cosas inciertas.

Creció como una burguesita más. A Caridad le gustaba montar a caballo, cosa que hacía en las haciendas de la familia. Estudia en el colegio Sagrado Corazón de Sarriá, también irá a colegios de la misma congregación en París y Londres, lo que facilita su conocimiento de idiomas  y que posea una cultura aceptable pero típica en las jovencitas burguesas de la época. Fue educada para triunfar en sociedad, casarse y tener hijos viviendo una apacible vida burguesa, cosa que pronto se vio truncada por los avatares vividos debido a las peripecias históricas y a su carácter rebelde .

El 13 de junio de 1908, la prensa barcelonesa anuncia el compromiso de la bella indiana con Pablo Mercader Marina, hijo de un  industrial catalán de textil,  adinerado  y ocho años mayor que ella. Caridad se ha enamorado del hombre viéndolo montar a caballo y compartiendo paseos románticos que auguraban un amor dichoso. Pablo es amable, parece generoso y afable, además de gozar de una buena posición social. Su ideología es ligeramente nacionalista de derechas, incluso ha participado activamente en el somatén.

En la noche de bodas, Caridad, comprende que ese amor romántico concebido en lecturas de folletines tiene poco que ver con la realidad, quedando horrorizada ante  los “asaltos” sexuales exentos de ternura y suavidad  a los que la somete el marido. Siente despecho y un desapego hacia esa sexualidad que no solo no la satisface sino que la hiere profundamente. El matrimonio parece que va bien de cara a la galería, pero Pablo, intenta motivar a su joven esposa llevándola a  prostíbulos para que observe las formas de las prostitutas para “aprender” .

Caridad, había sido una chica sensible, que mostró vocación de servicio queriendo profesar de monja, lejos de motivarse ante lo que considera vicios de alta sociedad,  lo que ocurre es que su aversión al sexo y a Pablo Mercader se acentúan labrando una sima matrimonial insalvable.

Van llegando los hijos, hasta que nace el pequeño Ramón, el tercero de los cinco que tuvo…Sí, el Ramón Mercader que luego sería el asesino de Trotski . Al nacer, Ramón , es un niño enclenque, al que no le sienta bien la leche de las diversas amas de cría que prueban a amamantarle.

En casa de los Mercader cunde el pánico al ver que el niño puede morir a menos que ocurra un milagro. En el servicio de los Montaner,  hay una cocinera de Selaya, pueblo pasiego de Cantabria,  Ángela,  la cual  les habla de su hermana, Vitalia, que siendo soltera, acaba de tener un niño en su pueblo natal. Las mujeres pasiegas han sido nodrizas de gran parte de la nobleza  española y Caridad Mercader decide intentar que Vitalia se convierta en el milagro que su pequeño Ramón necesita. Esta magnífica historia ha sido relatada en la novela, escrita por Regina Carral, Vitalia. Las amas de cría pasiegas formaron un grupo de mujeres que salieron dejando a sus bebés al cuidado de la familia y con el dolor del abandono, marchaban a amantar niños ajenos, con el fin de conseguir salir de la pobreza. Su historia singular y realmente triste, merece conocerse.

La joven de Selaya, emprende largo viaje hasta Barcelona, desde su pueblo del que nunca había salido, con idea de prosperar y olvidar el mal paso dado, ya que el embarazo procede de un “señorito” en casa que servía apenas siendo una niña. Como tantas veces ocurrió, ni el “señorito” ni la familia se hizo  cargo de la joven ni de su pequeño. Vitalia deja al recién nacido al cuidado de sus padres, y como en muchas ocasiones ocurría por falta de alimento al hurtarle la leche materna, muere tiempo después. Son tiempos duros en los que hay que elegir alimentar a los vivos aunque suponga perder a los hijos.

Vitalia llega a Barcelona cuando la ciudad explosiona con huelgas, manifestaciones y desordenes. El mismo día de su llegada, la sorprenden las huelguistas de La Canadiense que atraviesan las calles de la Ciudad Condal. Amamanta al bebé Ramón que sale adelante con la fuerza de la leche pasiega. Mientras Caridad, harta  de ser una burguesa conformista comienza a corretear por librerías y ateneos barceloneses. Toma contacto con anarquistas, que en ese momento bullen por la ciudad  conociendo la otra cara del bienestar en el que vive. Visita barrios obreros y  toma conciencia de la precariedad cotidiana del proletariado mientras que escuchando a los teóricos anarquistas, su conciencia política crece día a día.

De la teoría pasa a la acción.  Pasa información a las células anarquistas de  datos que tiene  debido a su posición y amistades. Se dice que anima a atentar contra las empresas de la familia Montaner, también se apunta a que  proporciona  las direcciones de los jueces que juzgaban a detenidos anarquistas con el fin de que puedan ser presionados para soltar a los reos.

El matrimonio Montaner hace aguas. Caridad prueba la morfina  haciéndose adicta durante años a los opiáceos, lo que le  hace más distante de la vida familiar. También toma clases de pintura, intentando llenar sus horas, pero no es suficiente. Su conciencia social ha despertado conformando una enorme contradicción con su vida de burguesa.

Durante una estancia de Caridad en una finca de descanso, en Alicante,  aterriza  cerca de la casa donde reside,  el piloto de aviación Louis Delrieu. Atractivo, valeroso y dulce. Caridad se enamora  cuando le conoce y se hacen amantes.  Delrueu mantiene la aureola de los pioneros de la aviación además de tener una ideas políticas cercanas a las de Caridad, pero más enfocadas al comunismo que al anarquismo. Julian Gorkin, apunta al aviador como el instigador del cambio ideológico de Caridad.

El  último hijo de Caridad, Luis, es apadrinado por  Delrueu; se cree que fuera hijo del mismo. Los escándalos de Caridad son insoportables para la familia Mercader  y los del Río. Pablo Mercader junto con los hermanos de Caridad, deciden ingresarla en un psiquiátrico. Durante tres meses recibe los brutales tratamientos típicos de la época. Caridad jamás perdonará a la familia este encierro, huyendo del centro con sus hijos a  una pequeña ciudad de las Landas, junto con su amante.

 

En la ciudad francesa vive un escaso tiempo de felicidad hasta que Louis decide abandonarla, ante lo que Caridad, se intenta suicidar. Pablo Mercader, enterado del hecho, recoge a tres de sus cinco hijos y se los lleva consigo a Barcelona. Ramón y Jorge se quedan en Toulouse donde cursan estudios de hostelería. Los otros tres pequeños son internados en un colegio, Pablo Mercader ha perdido gran parte de su fortuna y su estado es muy precario.

Caridad ha descubierto en la ideología la fuerza que su talente necesita. Se convierte en ferviente comunista. La revolución rusa ha triunfado llenando de esperanza la mente del proletariado mundial. Caridad abraza la idea, entiende que Stalin encarna la voz de la revolución y a ella supedita su vida.

Mientras, negros nubarrones se afianzan por Europa. Caridad vive en París y se afilia al Partido Socialista. Entre la gente que conoce hay un atractivo hombre, oficial de inteligencia soviético, Leonid Eitingon, con el que entabla una estrecha amistad, aunque se dijo que fueron amantes, los biógrafos y su hijo Luis, lo niegan tajantemente. Es posible que sea Eitingon quien la introduce en el espionaje soviético.

 

Comienza la andadura de la mítica Caridad Mercader dentro del NKVK,  la temida larga mano de Stalin antecesora del KGB.

En 1935, el gobierno títere de Vichy se percata de las actividades de Caridad, es detenida, apalizada sin piedad y expulsada de Francia.  Retorna a Barcelona donde vive su hijo Ramón  ya que desde 1931, trabaja en el Ritz de Barcelona. Ramón también es comunista y vive los sucesos de la II República con intensidad. El antes niño endeble y enfermizo, se ha convertido en un joven alto (media 1,82 cm.) atractivo, de porte elegante y ademanes refinados. Tiene un gran éxito con las mujeres y cada día se implica más políticamente.

Entre el 18 y el 19 de julio de 1936, Caridad, participa activamente en los combates de  la defensa de la ciudad de Barcelona,  sobre todo en el asalto a Capitanía donde se ha hecho fuerte el general sublevado, Goded. Derrotadas las fuerzas de Goded, Caridad le salva del linchamiento por los milicianos que entran en Capitanía con la rabia de haber perdido compañeros. Caridad le conduce  hasta  la presencia del president de la Generalitat, Lluis Companys para ser juzgado de acuerdo a la legalidad. Goded aceptó radiar un mensaje aceptando la derrota y pidiendo que los resistentes se rindieran. Lo cuenta,  André Jacquelink​ en su obra Espagne et liberté: le second Munich (1939): «A su alrededor [del general Goded] se agruparon milicianos y milicianas, y de entre estas últimas hay que destacar el ejemplo de la Louise Michel [catalana], de nombre real Caridas [sic] Mercader, con la ropa hecha jirones pero sublime en su ardiente fe. A riesgo de su vida había salvado de la masacre al famoso general rebelde Goddet [sic] (Gobernador de Barcelona) para entregarlo vivo al tribunal del pueblo»

Luego es encarcelado y serán las tropas del general Franco quienes tengan menos piedad con él, fusilándolo a la caída de Barcelona.

No se conocen bien los pasos siguientes de Caridad, hay quienes la sitúan en el batallón que acompañaba a Durruti, pero no es seguro. Lo cierto es que comienza su labor de espía a las ordenes soviéticas, a cuyo cargo están el propio Eitingon y otro nombre un tanto siniestro del tiempo, André Marty, que dirige con fortaleza las Brigadas Internacionales del cual, Caridad, se convierte en secretaria. Poco después es herida de gravedad teniendo que ser ingresada durante tres semanas. Las heridas de la metralla  la dejaran secuelas durante toda su vida.

Caridad Mercader se ha convertido en mito de la lucha antifascista y ejemplo que las milicias republicanas y soviéticas se encargan de agrandar. Es todo un símbolo, la Pasionaria catalana, la llaman, cuando se afilia al PSUC y diversos autores cuentan sus hazañas en la guerra. No vuelve al frente, su posición, cultura y dominio de idiomas la hacen figura prominente para conseguir apoyos y dinero de otros países, durante un tiempo viaja a diversos puntos, como Cuba, de donde es expulsada, y a México, donde Lázaro Cárdenas mantiene lazos de amistad con la República. Allí, encabeza manifestaciones, que algunos apuntan como origen de la confabulación contra Trotski pero sin mayores pruebas. Viaja también a EEUU donde recluta hombres y dinero para la lucha de España.

A su vuelta al país, se entera que su hijo Pablo, ha muerto en el frente de batalla. Un tanque enemigo le ha pasado por encima en Brunete. El golpe que recibe por la temprana muerte del hijo, la noquea pero no la derrota ni la impide seguir con sus tareas de espionaje.

Poco a poco, Caridad se desentiende de la guerra real para formar parte cada vez más del NKVD, siendo formada en la URSS, para convertirse en espía de vanguardia. Su camino anda paralelo con el de Ramón, que ha participado en batallas duras contra los golpistas pero también es fichado por el NKVD. Comienza la relación amistosa con otra de las mujeres importantes y siniestramente desconocidas de la época, África de las Heras, a quien posiblemente también  reclutara lo mismo que a Ramón.https://www.lapajareramagazine.com/africa-de-las-heras

Se  culpa a Caridad del derrotero que tomó  Ramón en su camino de espía y posteriormente de sicario estalinista, quizá por el concepto que se tiene de madre manipuladora…Consideramos a Ramón Mercader lo suficientemente  maduro como para optar por las decisiones que le resultaran más proclives a sus gustos e ideología. Como sea, madre e hijo, se forman en la disciplina de la inteligencia soviética, en la obediencia ciega al líder y en la creencia, casi religiosa, de que el comunismo era la salvación del mundo.

El resto de sus hijos viven en París, sufren, como no podía ser de otra manera, los rigores del triunfo nazista y posteriormente la II Guerra Mundial.

Durante los años treinta la locura psicópata de Stalin está en auge, concentrando en el legendario Lev Trotski los odios infernales del lobo soviético. Trotski aboga por internacionalizar la revolución llevando a todos los rincones de la tierra la idea liberadora del socialismo. Stalin, no quiere moverse de su “trono” soviético, una vez muerto Lenin, ha tomado el poder y considera disidencia cualquier mínima contradicción a sus decisiones. Su lucha contra el creador del ejército rojo, que triunfó en la guerra civil rusa y luego venció  al enemigo nazi, es legendaria. Le persigue por cualquier rincón del mundo en que el viejo luchador y su familia intentan refugiarse sin conseguirlo.

El muralista Diego Rivera y su esposa Frida Kahlo, son comunistas ortodoxos, ofrecen el asilo en la Casa Azul, donde residen, a Trotski y  Natalia Sedova, su segunda esposa, un nieto y un sequito de secretarios, ayudantes y guardaespaldas. Llegan a México, viven con el matrimonio Rivera un tiempo, hasta que las veleidades y las presiones de Stalin convencen a Rivera y a Kahlo de que lo mejor es que marchara de su hogar. El matrimonio, Trotski,  emigra a Culiacán, donde pasaron a vivir en una casa  en la calle Viena.

Stalin ha lanzado ya la condena a muerte del enemigo político, que ha formado la IV Internacional y escribe sin parar contra el régimen soviético, dividiendo al comunismo. El odio generado hacia Trotski por el estalinismo trasciende hasta hoy.

El muralista David Alfaro Siqueiros, junto a un grupo de sicarios, se encarga de cumplir el mandato de Stalin. Entran a tiros en la casa de la calle Viena y arremeten contra el matrimonio que estaba en la cama. La torpeza y la falta de preparación hacen que a pesar de la lluvia de balas, ninguna hiera a los Trotski que se han escondido del tiroteo. Siqueiros fracasa y con ello, desde Moscú dan paso al plan B.

Ethingon y Caridad Mercader  están en México. Ramón ha sido preparado para la acción tiempo antes…El fracaso de Siqueiros hace que Ramón Mercader consiga un sitio en la historia.

Se relaciona con Silvia Ageloff, una de las ayudantes más íntimas de  Trotski, la enamora y de esa forma entra a ganar la confianza del creador de la IV Internacional. Es curioso que consiga en poco tiempo introducirse en lo que para entonces era una fortaleza. El otrora todopoderoso y genial Trotski es prisionero de un régimen que ayudó a crear. Pasa sus horas en Culiacán, escribiendo sin parar y cuidando de un pequeño gallinero que le reporta paz. Ambas vidas, las de Mercader y Trotski han sido maravillosamente retratadas en la novela de Leopoldo Padura, El hombre que amaba a los perros.

Caridad Mercader y Ethingon, dan cobertura a Ramón Mercader, que un día caluroso de verano, portando una extraña gabardina que oculta un piolet, lo clava en la cabeza del hombre que llevó un estado en ella, en su despacho a donde ha llegado con la disculpa de que le revisara un artículo que Mercader pretendía editar.

El alarido que lanzó Lev Trotski, lo llevó clavado Ramón Mercader en su memoria hasta el fin de sus días, además alertó a los guardianes de la casa que detienen a Ramón y le entregan a la policía mexicana.

Caridad Mercader y Ethingon, saben que algo salió mal cuando el hijo de la mujer no llega y el ulular de las sirenas policiales les anuncian lo ocurrido. Huyen raudos de México y comienza para Ramón Mercader el periplo de torturas, vejaciones y juicios a los que le someten.

Nunca confesó. Mantuvo en secreto su identidad, no delató a nadie y permaneció en una cárcel mexicana veinte años. La madre enloquecida de dolor, intentó liberarlo, lo cual propició el fracaso de la intentona soviética que había planeado la forma de sacarlo de la cárcel. La intervención de Caridad estropeó los planes.

A partir de entonces, Caridad Mercader torna a la URSS, le conceden privilegios, pero no se acostumbra. Como bien dijo a su hijo Luis, era mejor intentando derribar al capitalismo que construyendo el socialismo. Caridad, harta del frío y de las penurias soviéticas, marcha a París, donde vivió hasta su muerte. Nunca dejó de considerarse comunista. Nunca dejó de amar y de creer en Stalin.

Cuando Ramón sale de la cárcel es recibido como héroe de la URSS, le conceden un apartamento en zona privilegiada, pero su idea es volver a Catalunya, cosa que no puede hacer. Se ha convertido en un apestado. Stalin ha muerto, se destapan las purgas, los crímenes cometidos en la época. El PCE no le autoriza la vuelta a su amada Barcelona, ya que a Santiago Carrillo no le interesa relacionarse con el asesino de Trotski. Vivirá en la URSS cerca de su hermano Luis, Caridad los visitará a menudo . Ha sido condecora por la Unión Soviética, es considerada una heroína, sobrevive a la desestalinización de Kruchev y recibe hasta su muerte una pensión. Pero jamás residirá en el país de sus sueños. En el fondo Caridad Mercader llevaba una gran burguesa en su corazón aunque su cerebro fuera alimentando por el socialismo.

Murió en París en 1975, la URSS, pagó un suntuoso entierro. No vio la caída del sueño comunista ni el desmembramiento del poderío comunista.

Ramón Mercader, murió en Cuba, siendo trasladado a la URSS, donde está enterrado en el cementerio de los héroes…Sin poner su verdadero nombre. Casi de forma anónima.

María Toca Cañedo©

 

Sobre Maria Toca 1673 artículos
Escritora. Diplomada en Nutrición Humana por la Universidad de Cádiz. Diplomada en Medicina Tradicional China por el Real Centro Universitario María Cristina. Coordinadora de #LaPajarera. Articulista. Poeta

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