No están claros los orígenes del pueblo gitano; según estudios provienen de la India de las regiones del Punjab y de Sinth. En el siglo IX el Islam invade las regiones citadas obligando al éxodo a la población autóctona, huyendo de las matanzas y hambrunas que los colonizadores imponen en su tierra, caminan en pos del sol, atraviesando el Bósforo, llegando a Europa donde se instalan preferentemente en Grecia y Armenia. Al principio de su llegada, los romá son bien recibidos, la población autóctona de los países receptores se fascina con sus ropas coloristas, las historias del éxodo que cuentan, su música, su idioma… pero pronto comienzan las desconfianzas ante las extrañas costumbres del pueblo romaní.
A España los romá llegan en el siglo XV; Alfonso V el Magnanimo concede cédula de entrada a Juan y Tomás, primeros romás en llegar a nuestro país, se autodenominan condes de Egipto Menor, de ahí viene el nombre de gitanos.
En la actualidad, son alrededor de 500.000 o 600.000 en España de los cuales 300.000 habitan en Andalucía conformando el 5% de la población. La cultura gitana se ha imbricado en la andaluza de forma que es difícil separar ambas, sin saberse bien donde comienza una y acaba la otra.
La historia de nuestro país ha sido dura para el pueblo gitano desde los primeros tiempos. Los monarcas españoles, durante siglos han dictado leyes persiguiendo y diezmando al pueblo gitano realizando cada tiempo razzias asesinas como la producida por los Reyes Católicos en su obsesión de limpiar la sangre de los supuestos españoles.
Cito a George Borrow que define el sentir patrio: “quizás no haya un país en el que se hayan hecho más leyes con miras de suprimir y extinguir el nombre, la raza y el modo de vivir de los gitanos como en España”. Fue la Pragmática de Medina del Campo firmada por los Reyes Católicos la que los marginó y declaró grupo peligroso. Desde entonces sufrieron persecuciones y deportaciones continuas:
“Mandamos a los egipcianos que andan vagando por nuestros reinos y señoríos con sus mujeres e hijos, que del día que esta ley fuera notificada y pregonada en nuestra corte, y en las villas, lugares y ciudades que son cabeza de partido hasta sesenta días siguientes, cada uno de ellos viva por oficios conocidos, que mejor supieran aprovecharse, estando atada en lugares donde acordasen asentar o tomar vivienda de señores a quien sirvan, y los den lo hubiese menester y no anden más juntos vagando por nuestros reinos como lo facen, o dentro de otros sesenta días primeros siguientes, salgan de nuestros reinos y no vuelvan a ellos en manera alguna, so pena de que si en ellos fueren hallados o tomados sin oficios o sin señores juntos, pasados los dichos días, que den a cada uno cien azotes por la primera vez, y los destierren perpetuamente destos reinos; y por la segunda vez, que les corten las orejas, y estén sesenta días en las cadenas, y los tornen a desterrar, como dicho es, y por la tercera vez, que sean cautivos de los que los tomasen por toda la vida”. (Isabel y Fernando, Medina del Campo, 1499, recogido en la Novísima Recopilación, Libro XII, título XVI).
También resulta de ingrata memoria La Gran Redada, que fue una razzia realizada entre la noche del 30 de Julio de 1749 y la madrugada siguiente. Málaga, Cádiz, Almería fueron las ciudades más afectadas por este genocidio. Miles de personas fueron sacadas de sus hogares, separadas por sexos, asesinadas la mayoría o encarcelados bajo tortura de Inquisición en esos días aciagos para el pueblo gitano https://www.gitanos.org/actualidad/archivo/117161.html.es
Durante siglos en nuestro país el pueblo gitano ha sido totalmente marginado de la vida social, impidiendo su entrada en los pueblos, el desempeño de trabajos normales, la escolarización. Se han visto obligados a una vida errante en las que en muchos casos el hambre les obligaba a delinquir.
En Europa durante el genocidio nazi sufrieron de forma terrible. En Enero de 1940, en los campos de Dachau, Buchenwal , 250 niños gitanos fueron utilizados como conejillos en experimentos científicos, muchos de ellos sacrificados entre tormentos.
El uno de Agosto de 1944 más de 4000 gitanos fueron gaseados en Auschwitz-Birkenau en una sola noche. Ian Hancock, estudioso de la cultura romaní, confirma en sus investigaciones que al término de la II Guerra Mundial, del orden de un 70, 80% del pueblo gitano había sido aniquilado. Casi 800.000 gitanos que han sido olvidados de los agasajos e indemnizaciones que las organizaciones internacionales han concedido al resto de las víctimas del exterminio.
Detrás del muro de Berlín, en la Europa Oriental, bajo régimen socialista, la situación no ha sido tampoco de encomiar. La discriminación y persecución han sido la norma en los países del Telón de Acero.
En estos momentos diversos grupos amenazan de nuevo la integridad de los integrantes del pueblo gitano, El Front National en Francia, el Republikaner en Alemania, Vlams Block y el Front National en Bélgica, y el de Vox en España, son algunos ejemplos de las ideologías políticas basadas en la intolerancia y el racismo que han aparecido en Europa y no auguran nada bueno para el pueblo romá.
En este momento la población gitana es aproximadamente de 10 a 12 millones de los cuales 8 millones viven en Europa. El país con mayor número de gitanos es Rumanía, con 3 millones, que conforman el 9,15% de la población total.
En estos momentos la población romaní tiene aún grandes lagunas en derechos en relación a la población no gitana. Quizá ya no se les persigue como antaño, pero no olvidemos que la derogación del Reglamento de la Guardia Civil que permitía actuar aleatoriamente contra los gitanos, teniendo estos que demostrar hasta que la ropa que vestían era suya, fue derogada en 1976. Como decíamos, quizá no se les persigue con la saña de antiguo, pero la población romá se enfrenta a un racismo larvado y terrible en forma de desconfianza. En los trabajos: es difícil que un empresario contrate a un gitano y si lo hace le mantiene bajo vigilancia. En la educación: aún se resisten los colectivos a integrar entre la población a los niños romás, haciendo más grande la laguna cultural. En el acceso a la vivienda: ocurre lo mismo, es difícil conseguir alquiler o se desconfía de la vecindad romaní.
La tradición romá es oral. No tienen cultura escrita, lo cual dificulta la alfabetización potenciando la tasa de analfabetismo que se encuentra en un 60% lo cual produce una total indefensión ante la cultura mayoritaria. El gitano se siente dependiente para enfrentarse a una administración hostil en muchos casos, viéndose atado a los confines de la beneficencia y a la exclusión, lo cual conlleva de forma ineludible a la marginación.
Hay una desconfianza intercultural, quizá por desconocimiento de la diferencia estructural . La cultura gitana es muy rica pero diferenciada de la no gitana. No es escrita, como apuntábamos, hay un fundamento casi exclusivo de la música, el cante, el baile, lo que ha llevado a considerar a los integrantes del pueblo romaní mero divertimento de señoritos sin dar el valor auténtico a sus manifestaciones culturales, incluso siendo expropiadas sin pudor ninguno por la cultura dominante o paya.
En estos momentos las reivindicaciones del pueblo gitano van por conseguir el respeto hacia sus costumbres, su historia y su gente. Aborrecen la integración como forma de asimilarse a un mundo y a unas tradiciones que no son suyas, pero tienen mucho que aportar dentro del respeto a la diferencia. Del mismo modo, las tradiciones gitanas van adaptándose a los tiempos, siendo sus mujeres, quizá las abanderadas, que luchan enconadamente por conseguir derechos, para lo que las no pertenecientes al pueblo gitano solo podemos apoyar pero jamás tomar la iniciativa, ya que son ellas las que saben perfectamente recorrer su camino.
Las aportaciones de la cultura romá al pueblo español son muchas y variadas. Además de la música y el folclore, hay palabras que provienen del idioma romaní, como chaval.
Dicho idioma forma parte de una querida reivindicación del pueblo gitano. En muchas zonas de Europa, entre ellas España, se ha perdido casi totalmente este hermoso idioma y gustaría de ser recuperado. Creemos que se están tomando medidas dentro de las organizaciones romaníes en ese camino.
Hoy celebra su día el pueblo gitano, al resto de la comunidad europea nos queda asistir con regocijo a la salud de un pueblo culto, aunque diferente, solidario, con grandes valores que pueden ser aportados a nuestra cultura, con una larga historia y que merece nuestro respeto y como no, unas enormes y largas disculpas para hacernos perdonar el genocidio y el burdo integracionismo del que en la historia hemos hecho gala.
Quizá parte todo de un desconocimiento, de un aislamiento mutuo, que pueda ser salvado a poco que intentemos aprender y comprendernos ambas culturas.
Sastipen thaj Mestipen, querido pueblo gitano.
María Toca.
https://www.lapajareramagazine.com/jairo-leon-gitano-musico-y-flamenco
http://www.lapajareramagazine.com/entrevista-a-elisabeth-borja-pisa-mujer-gitana-y-feminista
https://www.lapajareramagazine.com/carmen-amaya
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