ENTRE MAGOS, ADIVINOS, ORÁCULOS, EXORCISTAS, PREDICADORES,
MEA PILAS, INFLUENTES, CAUDILLOS, ARISTÓCRATAS, CORTESANOS,
CACIQUES, ADULADORES,
LADRONES DE TODA MONTA,
FARSANTES, POLÍTICOS Y LOS DE SIEMPRE:
LA PANDEMIA UNIVERSAL
La peste procede del exceso.
Es en sí misma un exceso e ignora la contención
Ténganlo presente si quieren combatirla con clarividencia.
En Exhortación a los médicos de la peste de Albert Camus
I
Bendito confinamiento
que ha contribuido a despertar la fragilidad de la memoria,
para recordarnos los umbríos caminos
que hemos tenido que transitar
para ser lo que somos.
Y es que un simple virus
menor de una diezmilésima de milímetro,
creado por la fuerza evolutiva de la naturaleza,
ha enseñado a los humanos
que son sus complicidades colectivas éticas y morales,
y no el anti clasista Covid-19,
lo que les ha convertido en lo que siempre han sido:
Homo sapiens arrogantes y vulnerables.
Y que el sexo,
el color,
la edad,
la situación social,
la religión,
el linaje
las fronteras
o la nacionalidad,
no tienen importancia alguna para su letalidad
igualitaria y democrática,
ya que ajeno a cualquier situación individual particular
el azar es la única eventualidad
que puede protegernos de su astucia,
por ello, solo de pensarlo,
la mierda se nos acumula a trompicones en el culo.
A pesar de que también sabemos
que de su nocaut final
se protegen mucho mejor
aquellos que previamente se preocuparon
de volar por las alturas
de la sucia nube de la productividad,
la insolidaridad y la bolsa,
para enriquecerse con la sobreexplotación
de los recursos naturales
y el tizne de la contaminación,
lo que les ha permitido crear en su entorno
un seguro protector privado
social y económico.
Cómo veis nada nuevo en este mundo.
II
Tras la sorpresa del confinamiento apareció el miedo,
luego vino la reflexión
y finalmente la lección a aprender:
entender los mecanismos
que desde siempre
la naturaleza ha utilizado para la evolución de todo lo que existe.
Alertándonos al tiempo
que el cómputo de muertos por coronavirus
es casi un bonachón juego de niñitos mal criados,
frente a las muertes producidas por la pandemia
del hambre y la miseria,
y es que esos más de cuarenta mil muertos
que diariamente se producen por el ataque clasista
del hambre en el mundo,
nos preocupan un poquito menos que las otras.
Y creedme, puedo asegurar y aseguro
que de la pandemia mortuoria
producida por el antidemocrático virus del hambre,
que ataca solamente a aquellos pobres desgraciados
que han sido pedigüeños desde siempre,
no podemos darle la exclusividad
al anti clasista y democrático Covid-19,
sino más bien a quienes decidieron acceder
al libro Guinness mundial de la letalidad histórica
encadenando humanidad y poesía
para propiciar el hambre como pandemia.
Y como dice el refrán:“ crea buena fama y échate a dormir”.
III
Ya nadie se ríe arrogantemente
y con un punto de racismo e ignorancia
de aquellos conciudadanos a los que algunos llaman “chinos«,
quizá solo por no tener el color de piel que ellos tienen,
y que según aseguran los que saben de los simios,
han sido desde siempre
marcas distintivas de los “sapiens” entre otras,
que no se borran simplemente confinándoles
unos cuantos días en su casa,
escuchando opinar en radios y televisiones,
a modo de gota malaya sintonizada,
a toda una jarta de adivinos,
magos,
oráculos,
predicadores,
influentes,
caudillos,
aristócratas,
cortesanos,
caciques,
aduladores,
ladrones de toda monta,
farsantes y políticos,
que educados en el ruedo patrio de la ignorancia
la reclaman como derecho a defender,
acompañados por los de siempre,
las hormigas trabajadoras,
que a través de los siglos se han visto obligadas,
a tener que pagar los estropicios de estas bacanales cíclicas
de los poderosos:
el pueblo llano
que en la nueva realidad que se perfila
seguirá jugando al “Pale”,
ese juego de compra- venta, usura y ruina,
mientras desesperado llorará por la pérdida de un tiempo
que ha desaparecido y nunca volverá,
sin haberse enterado que aquellos
que le enseñaron las reglas del juego,
han sido los verdaderos causantes de esta siniestra pandemia
y del confinamiento que vivimos,
y que en los tiempos venideros
nos propondrán repetir el juego
a modo de remedio seguro e infalible
para curar nuestras enfermedades
físicas, morales y mentales,
para que nos olvidemos de aquel sueño lejano
que cresteando las nubes entre aplausos
tuvimos en los balcones españoles
durante unos cuantos días de la primavera
del año 2020,
exigir una sanidad pública y universal.
IV
Dócilmente volveremos a la irracionalidad humana,
creyendo de nuevo que los virus tienen nacionalidad
y conviviremos arruinados
con el democrático y anti clasista
virus COVID-19,
con el antidemocrático y clasista
virus del hambre,
amén de otra galería de monstruos pandémicos venideros
producto del mundo onírico capitalista
en el que vivimos.
Mientras tanto,
los depredadores del beneficio por el beneficio,
seguirán el malvado curso suicida
de seguir cavando túneles
según su grado de pérdida de masa cerebral,
con el regocijo con el fluyen las aguas de un rio
cuando no divisan todavía
que el único cauce que les queda
para avanzar en el planeta
es el de adentrarse por la fosa
en la que habita ese asesino en serie
que es la muerte.
A ver si Marx tenía razón cuando decía
“El capitalismo es autodestructivo”
Enrique Ibáñez Villegas
Deja un comentario