No quiero brillantes ni pieles modernas
que me adornen, ni luzcan primores,
ni juglares que canten en la madrugada
cerca de mi puerta;
tampoco coches o criados
que apacigüen mi cansada vida,
aunque, te confieso, mal no me vendrían.
No deseo honores, ni dichas remotas
que me acerquen a la honra vana
ni dispendios, festines de grandes sabores,
ni dominios que recorrer pueda.
Quiero, en cambio, un bien muy sencillo,
verás tú que bueno, te explico, enseguida:
lo que yo deseo son alas muy grandes,
lucidas, prestosas, que vuelen bien alto,
me alejen afuera, donde el cielo encumbra
a los que nos cuesta, andar por la tierra.
Lo que yo quisiera son dos alas blancas
que volasen fuerte, alzándome lejos;
atraviesen mares, tormentas, bazares
para luego, llegar, agotada
a esos tus brazos, que fuertes, esperan.
Eso, poca cosa, como ves, yo quiero.
Texto: #MariaToca
Santander-6-1-16. 19,08
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