“Cuando las mujeres quieren participar de los asuntos del Estado, su feminismo es político. Cuando quieren conseguir la igualdad con los hombres ante la ley, su feminismo es liberador; es altruista cuando se esfuerzan en conquistar influencia para extender su radio de acción benéfica y humanitaria, y es económico cuando lucha por dignificar su vida y conquistar su independencia por medio del trabajo”.
Magda Donato.
Su verdadero nombre era Carmen Eva Nelken, aunque adoptó el nombre de Magda Donato, quizá impulsada por diferenciarse de su hermana, Margarita Nelken,https://www.lapajareramagazine.com/margarita-nelken figura mítica del siglo XX y que de alguna manera ensombrecía su personalidad. Nace en Madrid en 1898, en una familia burguesa, judíos, cultos, y adinerados, joyeros de profesión. Recibe como Margarita una exquisita educación, con viajes frecuentes por Europa y conociendo varios idiomas siendo, ambas, criadas en libertad y con un espíritu de igualdad cosmopolita.
Desde muy temprana edad se siente atraída por el ideario feminista, siendo de las primeras militantes sufragistas de nuestro país. Pronto desarrolla vocación periodística, en un principio trabaja para el Imparcial, diario de la familia Gasset. Sus primeros artículos son sobre moda, pero evoluciona hacia un feminismo que la lleva a preocupar, se de la situación de la mujer y escribir sobre ello. Desde el principio tiene un estilo periodístico con garra y haciendo narraciones literarias de alto valor.
En 1920 entra a formar parte de la importante revista España y ya sus artículos son marcadamente feministas. En 1917 se ha relacionado con el dibujante y escenógrafo Salvador Bertolossi, que será su compañero de vida hasta la muerte de Salvador en 1950. Colaboran en relatos para niños que él dibuja, también en montajes teatrales. Esa es su segunda pasión, la escena. Realiza guiones y más tarde también interpreta papeles de importancia. No se conforma con hacer la crítica de la farándula sino que participa con libretos y actuando. Amiga íntima de Cipriano Rivas Cheriff que en esos momentos revoluciona la escena madrileña con su experimentación, colabora estrechamente con él en sus montajes.
De forma paralela su vida periodística se intensifica. Forma parte activa de la Unión de Mujeres de España que dirige María Lejárraga,https://www.lapajareramagazine.com/maria-lejarraga con un marcado feminismo socialista que se enfrentan al feminismo católico de la Asociación Nacional de Mujeres Españolas, lideradas por María Espinosa de los Monteros que representan a una mujer más tradicional plegada a la religión.
Desde el principio firma sus crónicas como Magda Donato, y se convierte en figura importante de la elite intelectual madrileña formando parte de diversos medios como la Tribuna, Heraldo de Madrid, El Liberal, Blanco y Negro, Informaciones, entre otros.
No solo sus crónicas y artículos son sobre feminismo, sino que muchos años antes de inventarse el periodismo gonzo de Hunter S. Thompson decide viajar por España para hacer un estudio de campo sobre la situación de la mujer española. Al tiempo, decide realizar artículos que llama: reportajes vividos. Mucho antes del nuevo periodismo de los años sesenta, tomando como modelo a la periodista Marie Laparcerie, decide vivir experiencias para contarlas de forma real. Se ingresa en manicomios, albergues, cárceles, comedores de indigentes…para luego hacer unas crónicas vivas de lo experimentado en cada caso.
Ambas pasiones las vive intensamente, tanto el periodismo como la escena, en ambas llega a lo más alto. Como tantas otras se ve sorprendida por la Guerra Civil, colabora con la República con sus escritos y al final de la contienda se exilia junto a su compañero. Pasan a París, primero, para luego embarcar –como tantos otros- hacia México donde se instalan definitivamente.
En México sigue con su vida de periodista y desarrollando su capacidad como actriz, escribiendo guiones, tanto que en 1960 recibe el premio a la mejor actriz de teatro, cine y televisión.
Muere en 1966 en Ciudad de México dejando una estela de pionera del periodismo valiente, y de escritora de valor, también de actriz que no merece el olvido en el que se ha sumido su nombre.
Maria Toca©
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