No espero…

Dejo vacío el lugar de la espera.

No espero contestación inmediata si mando un mensaje.

No espero agradecimiento si hago algo por alguien y, por supuesto, no lo espero si esa ayuda no se me ha pedido.

No espero correspondencia directa con mi manera de amar, querer y apreciar.

No espero que veas, sin explicación por mi parte, aquello que necesito. Y, por supuesto, no espero que tú puedas cubrir mi necesidad.

No espero que te comportes igual que yo lo haría en toda circunstancia; somos seres distintos.

No espero.
No, no soy un ser de luz.

Simplemente me volví práctica y realista y aunque valoro y estimo la reciprocidad, lo que sí que siempre espero es mantener mi paz.

María Sabroso.

Sobre María Sabroso 128 artículos
Sexologa, psicoterapeuta Terapeuta en Esapacio Karezza. Escritora

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