Solo el arte puede salvar
al hombre del sopor cotidiano
y del vacío espiritual.
Solo la belleza nos eleva
hacia dimensiones
insospechadas e imprevisibles.
Búscala en tu quehacer diario, sin descanso,
para no zozobrar
en las mediocridades materiales.
Haz de tu vida un cuadro hermoso,
un lienzo colorido con pasteles y acuarela.
Levántate con la mirada fijada en el cielo
y así descubrirás
los matices de las auroras boreales.
El amanecer, cargado de miles de esperanzas, te interpela.
Texto: Dominique Gaviard
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