La vida de Virginia Hell, daría para una larga serie por la increíble actividad que desempeñó. Es una de esas personas legendarias que nos parecen fruto de la imaginación de un escritor de novela negra.
Nace en Baltimore el seis de abril de 1906, hija de una familia culta que posiblemente tuviera pensado para su hija una vida normal con matrimonio e hijos incluidos. Estudia en la Universidad femenina de Radelife, adscrita a Havard, más tarde pasa al Barnard College, que también impartía clase a las mujeres por la Universidad de Columbia. Realiza un postgrado en la Universidad de Whasington DC. Para entonces domina a la perfección el idioma francés, italiano, y alemán y sale hacia Europa cursando Ciencias Políticas en Pars y en Konsularakadenmie de Viena.
A Victoria le apasionaban los deportes de riesgo, y la vida activa. Consigue trabajo como secretaria de la Embajada de EEUU en Varsovia y poco después es trasladada a Izmir, Esmirna, Turquía. En una jornada de caza se hiere en una pierna, tardan en llevarla al hospital por lo que se le produce una gangrena y tienen que cortarle la pierna herida.
El ejercito alemán avanzaba por Europa y Victoria había solicitado plaza en el servicio de información de EEUU, como espía, puesto que el trabajo administrativo que desempeña en las embajadas la aburre. Al sufrir la perdida del miembro, se hace construir una prótesis que le permite andar aunque cojeando bastante. La ortopedia en esos momento era rudimentaria, no permite doblar la extremidad y el peso de la prótesis es de más de cuatro kilos, además de producir un dolor constante.
Es rechazada por EEUU, para el trabajo solicitado, debido a la minusvalía y al hecho de ser mujer puesto que no confiaban en el buen hacer de las mujeres en el espionaje. Virginia no se da por vencida, sino que pasa a Gran Bretaña, y después de insistir es admitida en el servicio de la SOE, que la aceptan como espía. La SOE se trata de un adyacente de espionaje, antecesor del M16 que se hizo famoso más adelante. Mientras, los nazis invaden parte de Francia, Victoria y un escaso grupo de personas pasan a formar parte del trabajo colaborativo con la Resistencia francesa. A Virginia no le permiten encabezar ni organizar el grupo, es mujer y está lisiada, por lo que ponen al frente a un tipo con problemas de alcoholismo (lo cual era nefasto en su labor de espionaje, puesto que alguien bebido habla demasiado) lo que propició un sonado fracaso y casi la detención de parte de los espías.
En la alianza que establecen con la Resistencia, se encargan de suministrar armas y equipos que lanzan desde paracaídas provenientes de Inglaterra. En 1941 llega a Francia convirtiéndose en la primera espía en territorio galo. Crea la red Heckler en Lyon, que es una ciudad de la Francia Libre, durante quince meses el apoyo a la Resistencia es total, con agentes, dinero y armas. Su principal función es ayudar a escapar y curar, en caso de caer heridos, a los aviadores derribados para lo cual han formado una red de casas seguras y de personal sanitario que colabora con ellos.
Durante ese tiempo, Virginia conoce a las espía Vera Atkins, de origen rumano, que trabaja para los británicos, que la forma para reclutar espías , enviar agentes y dirigir operaciones especiales como saboteo, robos…y sobre todo, matar nazis.
Por parte de la oficialidad, sigue la desconfianza hacia Victoria, nombrando a un agente, Able Ackuin, como colaborador del grupo, lo que ocurre es que era un topo infiltrado por la Gestapo, que pretendía desarticular el efectivo grupo del que formaba parte Victoria Hall, el tipo recibe el nombre de “Bishop” En esos momentos casi es cazada por los nazis, puesto que ya ha trascendido su legendaria figura de mujer coja siendo reconocible. A Virginia no le queda más remedio que huir de Francia en 1942, primero atravesando en bicicleta gran parte del país y luego cruzando los Pirineos ¡andando! hasta llegar a España. Pensemos que es invierno, las temperaturas del Pirineo en esa época son de menos cinco grados casi siempre y las zonas de marcha tienen una gran cobertura de nieve. Imaginemos como realizaría la marcha una mujer con una pierna ortopédica tan arcaica.
Entra en España por Villafranca de Coufleut, hasta San Juan de las Abadesas, pero es detenida en la frontera al carecer de visado. Permanece retenida en la cárcel de Figueres durante seis meses, hasta que la embajada de EEUU en Madrid interviene y consigue que la suelten.
Pensaríamos que paró su labor como espía después de los riesgos sufridos, pero no era Virginia de las que se rinden, por lo que ya que EEUU que ha entrado en la guerra, el gobierno, decide que sí, que esta mujer increíble es válida par formar parte de su equipo de espionaje. Forma parte del equipo de la OSS (Oficina de Servicios Estratégicos de EEUU) predecesora de la CIA y regresa a Francia que ya ha sido invadida al completo.
Victoria se ha formado en radiotransmisión, debido a que las comunicaciones son esenciales en ese periodo de la guerra. Para no ser detectadas sus trasmisiones se generan la electricidad necesaria para las radio a base del pedaleo de una bicicleta ya que si estuvieran cerca de un generador eléctrico serían detectados al momento por los nazis.
Para entonces, su nombre y figura es legendaria en Francia. Se convierte en obsesión del “carnicero de Lyon” Klaus Barbie*, famoso por su enorme crueldad, por asesinar al héroe de la Resistencia (recibiendo una enorme colaboración del español Pedro Urraca) Jean Moulin y por enviar 44 niños a la muerte al campo de Auschwitz cuando ya la guerra acababa y el territorio francés estaba perdido. Tanta era la obsesión de Barbie por las andanzas de Hall que le hicieron decir: «Esta mujer que cojea es una de las más peligrosas agentes de los aliados en Francia, y debemos encontrarla y destruirla».
Como espía estaba quemada ya que era reconocible por las diversas acciones que había llevado a cabo. No obstante, Virginia había sido formada en maquillaje por las especialistas de Hollywood y decide convertirse en una anciana. Se maquilla arrugas, ennegrece sus dientes, cambia el color del pelo, tornándolo cansoso y marcha a un pueblecito donde colabora en las labores de trabajo de una granja mientras sigue espiando y enviando informes de los movimientos militares alemanes. Además de los informes, prepara golpes y sabotajes que perjudican gravemente el avance de las tropas. Junto a ella, colaboran otras mujeres a tener en cuenta como Diana Rowden, Violette Szabo y Lilian Rolfe que cubrieron otras zonas con el mismo cometido sin tener su suerte ya que fueron detectadas y conducidas a los campos de exterminio de Ravensbrück o el de Dachau.
La guerra avanza hacia el día D, para lo que el grupo coordinado de Virginia, desdobla su trabajo con el fin de entorpecer el avance de las tropas nazis hacia Normandía consiguiendo desviar parte del ejercito con el fin de que los aliados vayan liberando territorio con el menor número posible de bajas.
Al acabar la guerra esta increíble mujer, recibe la Cruz de Guerra, de Francia, le hacen miembro de la Orden del Imperio Británico y por parte de EEUU recibe la Cruz del Servicio Distinguido…No contenta con sus acciones durante la guerra pide ser admitida en la CIA que se está formando en esos momentos y continua su trabajo en la Agencia de Inteligencia hasta su jubilación que la llega a los sesenta años.
Previamente se ha casado con un colaborador, una vez retirada del servicio activo, es cuando decide descansar hasta su muerte acaecida el ocho de julio de 1982.
Su vida y sus acciones están totalmente resumidas porque necesitaríamos una cantidad ingente de páginas para contar con detalle todo su historia, pero creemos que con esta biografía escasa nos hacemos a la idea la talla de mujer que fue Virginia Hall y lo que supuso en la lucha contra el nazismo y el fascismo que socavaba Europa.
María Toca Cañedo©
*Klaus Barbie se refugió en Bolivia, pero antes fue colaborador de la CIA poco después de la II Guerra Mundial, ayudándoles a cazar comunistas, según decían. Vivió amparado por los dictadores bolivianos, fue protector de señores de la droga para acabar su vida extraditado a Francia y encarcelado.
Me encanta esta historia. Además de toda la admiración y gratitud hacia Victoria Hall, nos convence más a las mujeres del camino a seguir, cada una de nosotras de acuerdo a capacidades y posibilidades. Enhorabuena por compartir la vida de V.Hall.
Gracias Amparo, por tu lectura