Ana Turbau

 

 

Nació esta monumental fotógrafa en Barcelona en 1949. Hija de la postguerra, confiesa que la dictadura le robó su infancia, la adolescencia y la juventud. La represión, la oscuridad que rodeaba los años franquistas la marcaron para la lucha.

Durante un escaso periodo de tiempo marcha toda  la familia de Ana a Madrid, debido a un puesto de trabajo ofrecido al padre en la ciudad. Es un gran trabajo al que renuncia poco después debido a la incapacidad de Ana de adaptarse al colegio madrileño. No es que ella no se adapte, es que no la dejan hacerlo las compañeras. Es una niña catalana en un colegio religioso de Teresianas madrileño con lo que es señalada y castigada por ello. Regresan a Barcelona, Ana, en un momento determinado realiza un dibujo que sus profesores reconocen con talento y la dirigen a la Escola Elisava, de diseño gráfico.

Ha pasado el tiempo y los años sesenta rompen la monotonía monocromática de la España franquista, en Francia crece el Mayo del 68 y en Barcelona comienzan las luchas callejeras. Ana Turbau se implica en manifestaciones, enfrentamientos con la policía y junto a unos compañeros cineastas clandestinos, realizan lo que sería la primera okupación de Barcelona.

Ana, cuenta con sorna que el piso ocupado se encontraba justo encima de una comisaría de policía. Fuerzan las cerraduras, entran y dan cobertura a las personas sin hogar que vivirán en él, sin que se entere la policía. Poco después marcha a Galicia junto a su compañero, Lorenzo Soler, con el fin de realizar un trabajo de documentación sobre las tierras gallegas.

Una vez allí, queda atrapada por el paisaje social gallego. El compañero regresa a Barcelona pero Ana decide quedarse. Contacta con Interviú con el fin de enviarle las fotos que va consiguiendo sobre la vida cotidiana gallega, las luchas sociales y laborales que en ese momento prenden de los trabajadores y de los estudiantes de Santiago.

Las fotografías de Ana Turbau cuentan a una Galicia medieval , con la serie de los Ancares, o los interiores de las casas, los trabajos del campo, del mar. Sobre manera, retrata el mundo femenino gallego, la cantidad de mujeres solas (viudas de guerra, de marineros) que se enfrentaban a la vida con la altivez y la bravura de las que tienen todo perdido menos la batalla cotidiana por la supervivencia. Sus imágenes son el retrato perfecto de una sociedad desconocida, de una Galicia medieval que depende del cacique y pende de sus caprichos hasta para respirar.

Conoce el psiquiátrico de Conxo y ¡cómo no! se siente atraída por el monumental edificio perpetuamente cerrado al exterior que guarda en su interior los rostros humanos del supremo dolor. Los locos/as. Los detritus humanos que están encerrados entre muros infames para que no perturben a los cuerdos” Consigue entrar gracias a un psiquiatra amigo y realiza lo que sería una fantástica colección de retratos de los internos en Conxo, sobre todo destaca la foto  de la “Niña” esa joven que jamás debió estar entre adultos en el infierno de Conxo. Sus ojos tiernos, plenos de amor o de deseo de amor, nos miran desde esa imagen demandando un futuro que no tuvo.

Ana Turbau guardó las fotos del psiquiátrico de Conxo. Tuvieron que pasar  cuarenta años  para poder mostrarlas porque es evidente que la sociedad de los años setenta no quería  ver esa realidad.

Estuvo tres años viviendo en precariedad en Galicia, para luego volver a Barcelona. Colaboró con Interviú, Primera Plana, Actual. Tuvo un hijo soltera por el que se retiró durante dos años de la fotografía para tornar después. Hizo durante años fotografía  de prensa. Poco después comienza su trabajo  como colaboradora en TV3 en  donde permanece durante bastante tiempo hasta que una dura depresión la arrasa y tiene que retirarse de la vida laboral.

Retorna con su anterior pareja, Lorenzo Soler, con el que  visita un pueblo de Soria, Catalañazor, del que ambos se quedan prendados  fijando su residencia allí donde  ha seguido trabajando en diversas series de fotografías. Desde hace unos años se le ha diagnosticado Parkinson que limita su vida pero no la impide seguir haciendo arte con su cámara.

Ana Turbau ha sido la fotógrafa de una época, de una Galicia, de una España profunda y no tan lejana. Con su cámara ha descrito la sociedad desconocida sacando y haciendo arte puro con su cámara.  Merece reconocimiento como la gran figura de la fotografía del siglo XX y XXI.

María Toca Cañedo©

https://www.rtve.es/play/videos/detras-del-instante/anna-turbau/6533121/

Sobre Maria Toca 1674 artículos
Escritora. Diplomada en Nutrición Humana por la Universidad de Cádiz. Diplomada en Medicina Tradicional China por el Real Centro Universitario María Cristina. Coordinadora de #LaPajarera. Articulista. Poeta

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