No le falta talento para despertar interés en un país como el nuestro, le falta juventud, belleza, pudor, coquetería. Ella podría haberse entusiasmado con los méritos de nuestros grandes artistas, haber tomado lecciones de ellos, haber tenido más pecho y un hermoso trasero y haber tenido que ofrecer ambos a los artistas.
Denis Diderot, dedicadas a la pintora Anna Dorothea Thurbusch.
Nació, Anna Dorothea Therbusch, en una familia de artistas en 1721 en Berlín. Su padre, Georg Lisiewski, había llegado a la ciudad alemana en el sequito del Johan Friederich Eosander, como pintor tenía cierto prestigio. Su madre Maria Elisabeth Kahlaw, de soltera, se dedicó a cuidar de la familia. Tanto Anna, como su hermana
Anna Rosina Lisiewski y su hermano Christian Friedrich Reinhold aprendieron a pintar bajo las enseñanzas de su padre. Anna Dorothea, destaca por su destreza en el mundo arte , tanto ella como su hermana mayor Anna Rosina fueron aclamadas como Wunderkinder (niñas prodigio) de la pintura. En esa época juvenil, Anna Dorothea, intentó emular las pinturas de Antoine Pesne para Watteau, Lancret y Pater siendo su obra de entonces muy apreciada por Federico II y su corte.
Cuando Anna Dorothea contrae matrimonio con el dueño de un restaurante, es obligada a ayudarle sirviendo las mesas de su negocio y le prohíbe volver a pintar. Anna, parece adaptarse y durante quince años realiza el trabajo encomendado por su marido y tiene cuatro hijos. Su resistencia se acaba abandonando a la familia para volver a pintar y a vivir una vida independiente lo cual era imposible dentro de su matrimonio.
En 1760 residiendo en Stuttgart obtiene gran éxito dentro de la corte. Marcha a Mannaheim y a Berlín en 1764 donde confirma su prestigio pintando dieciocho cuadros en poco tiempo. Dejó Berlín para tornar a Stuttgart reclamada la corte del duque Karl Eugen, duque de Wurttemberg y para un mayor reconocimiento por sus obras.
Fue retratista de Federico II de Prusia (Federico el Grande), cuyo palacio recién construido de Sanssouci decoró con escenas mitológicas. También pintó retratos de ocho miembros de la realeza prusiana para Catalina II de Rusia (Catalina la Grande). Aunque Anna Dorothea nunca fue a Rusia, los coleccionistas rusos también apreciaron su trabajo. También conoció al grupo de artistas que rodeaban a Johann Wolfgang von Goethe
Decide ampliar su horizonte y marcha a París con la idea de triunfar allí y conocer de cerca la Ilustración que emana su luz sobre Europa.
En París no es aceptada en la Academia Francesa de Pintura y Escultura, cuando presenta su obre El Bebedor, alegan los académicos que es una pintura mitológica.
Conoce a Diderot, con el que poco después convive, incluso le pinta un retrato con el torso desnudo, cosa que era un escandalo en la época. La relación que mantienen, inspira a Eric-Emmanuel Schmitt para escribir su obra de teatro Der Freigeist (“El Espíritu Libre”), también conocida como Der Libertin (“El Libertine”)
París es una ciudad muy cara, Anna Dorothea, no ha obtenido el éxito, vive en precariedad consumida por las deudas por lo que marcha en 1768 a Holanda y a Bruselas. No obstante los años pasados en la capital francesa son considerados los de mayor productividad y arte.
Se instala en Berlín, donde llega a ser la pintora más importante de Prusia y es aceptada en la Academia, siguiendo con su labor pictórica hasta que a los 61 años muere en la ciudad berlinesa.
Fue enterrada en el cementerio Dorotheenstadt, cuya iglesia fue destruida por los bombardeos en la II Guerra Mundial, pero su tumba permaneció intacta.
Maria Toca Cañedo©
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