Ante todo, deciros que os entiendo. Como no entenderos si llevamos muchos años de escuela. De ahí la misiva que os envío con la mejor de mis intenciones. No me lo toméis a mal ni veáis ningún afán espurio en estas letras. No los hay. Lo juro por el caballo de Pavía a quien tanto queréis y esperáis.
Me dirijo a vosotros con todo el respeto que mi buena educación (callejera y pública a veces, no como la vuestra de Universidad privada y tal) y el sentido democrático que practico hasta doler. Hasta dirigirme a vosotros porque eso duele, puedo asegurarlo, pero una es como es, la educaron así y mantengo pocas pero muy firmes las creencias en las que milito desde siempre.
Esto quiere ser un compendio de consejos a modo de autoayuda para que sobrellevéis la legislatura –dure lo que dure, sea como sea- con resignación y sin perder mucho los papeles, soy consciente de que eso a vosotros os será difícil, lo sé y lo tengo en cuenta. Que me fijo mucho en vuestras reacciones en las Cámaras, redes y calle. No va a ser fácil, queridos. Nunca lo fue para vosotros perder. Al contrario que para nosotras, las izquierdosas bolchevicas, en mi caso con el agravante de feminazi confesa y contundente.
Por eso somos expertas en soportar oposición sin mancillarnos demasiado. Hemos hecho cayo durante siglos y sabemos bien atravesar el desierto. Fijaos cómo hemos asumido nuestra condición de perdedoras que nos cuesta asumir la victoria quizá tanto como a vosotros la derrota, que es mucho.
En primer lugar deciros que nada es eterno. Eso es de primero de democracia, porque queridiños míos, no sé si sabéis que la democracia es alternancia. Unas y otros, según capricho soberano del pueblo (no tanto, porque ay, pobre pueblo que lo mediatizan muchos, casi siempre de los vuestros que sois los del parné) . Y os llegará, como os llegó la derrota de la mano de algún líder que lleve la baraka en el culo. Mirad, hace años cuando Rajoy asumió el poder nos entró un dolor agudo debajo del pecho, sí justo ahí donde nos late una víscera cardíaca. Como a vosotros ahora, solo que con más estilo.
Nos dolía la crisis, nos dolía la corrupción que recorría España como reguero de mierda líquida invadiendo todos los estamentos. Que ya, os oigo gritar: ¡Los ERES! Os respondo lo mismo de siempre, porque me lo repetís sin descanso. Que nosotras, la izquierda de corazón criticamos con la misma fuerza o más a los nuestros. Si lo dudáis echar un ojo a las páginas de https://www.lapajareramagazine.com y veréis las collejas que se han llevado el PSOE y Unidas Podemos. Muchas y fuertes.
Sigo, que divago. El dolor nos dejó paradas un rato, nos sentimos paralizadas por el rescate bancario, por ejemplo. Sí, ese que pagamos a tocateja y jamás nos devolvieron quienes arrebataron las casas mal hipotecadas, especuladas hasta la intimidación. Nos dejó mudas de asombro ver los desahucios, embargos, gente que se quedaba en la calle, que dormía en cartones porque se reducían las ayudas sociales al mínimo. Tuvimos que volver los ojos a la buena voluntad de la caridad, la humillante caridad, para sobrellevar el desastre. Nos abrumó ver los recortes de la escuela pública mientras vuestros colegios -de donde salen chicos/as tan maleducadas y groseras como vosotros- recibían fondos del Estado, es decir de todos nosotras, hasta de las desahuciadas y paradas…Y sin rechistar.
Vimos a la sanidad como se desmantelaba caminando hacia una privatización de amigotes y amigotas vuestros que soltaban los buenos sobres con porcentaje en negro para seguir ganando elecciones. Y seguíamos paralizadas cuando la justicia, la policía, la asistencia a menores o mujeres en riesgo de exclusión dejó de percibir las migajas que antes percibían, para caer en vuestra bolsa y la de los amigotes, los fondos, que hacían lo arriba explicado: rebotar un porcentaje para que siguieran ganando y ellos continuar (los amigotes) enriqueciéndose.
Porque, amigos de la (ultra) ultraderecha,¿ sabéis que el incremento de riqueza que esta crisis ha producido, empobreciendo al pueblo en aras de vuestros bolsillos?: ha sido de un 20%. Sí, como suena, las grandes fortunas se han incrementado ese porcentaje mientras se depauperaba la clase media hasta precarizarse y no digamos las clases más desfavorecidas. Los sueldos se han rebajado hasta la supervivencia, a veces ni eso. Hoy hay pobres que trabajan de sol a sol, falsos autónomos que se juegan la vida con moticas repartiendo cosas para cualquier multinacional y al cabo de diez horas sin parar son felices si sacan treinta o cuarenta euros limpios. Y eso lo han hecho los sucesivos gobiernos de la derecha.
Todo esto que os cuento y sabéis de sobra, porque sois los beneficiados de esas políticas, es un recuerdo del sufrimiento que nos aquejó hasta la extenuación. Y llegamos aquí. Y se ganaron unas elecciones a pesar del juego sucio, de la utilización del pueblo catalán hasta desgajarlo y conseguir que una convivencia real y hermosa se convirtiera en un enfrentamiento continuo. Se ganaron unas elecciones a pesar de las trampas con las que jugáis, con los medios y con las engañifas…Y Catalunya. Porque eso también lo creasteis vosotros, chiquillos, con la judicalización de lo votado en un Parlament soberano y democrático.
Tenéis que resignaros un poquito y calmaros porque hace feo tanto desafuero, que parecéis orates en vacaciones de frenopático, con el chico Suarez dando la espalda a la verdad que soltaba Aizpurua, el cotejo de gritos, insultos, vejaciones, pateos y cotorreos. Hace feo, Chiquis, alguien diría que para que valen la educación y las buenas maneras de la clase adinerada…Si sois tan bastos como bosta de burro.
Mirad una cosita: Desde siempre en este país las derechas han pisado el freno hasta el infinito. Ahora que estamos en el Año Galdosiano, os remito a leer (uyyy, no os espantéis, leer no mata) al maestro Galdós. Os recomiendo, por ejemplo, a Doña Perfecta, veréis que lo que digo viene de lejos. Desde el ancestro. Creo que es en La Fontana de Oro como el Felón (rey Fernando VII, Casado, hijo mío que hay que ir a clase de historia, porque el Felón es ese) enviaba sicarios a provocar cuando los pobres revolucionarios intentaban conseguir lo que en Europa llevaba tiempo: una pseudo democracia burguesa. Nada bolchevique, que va, tan solo un gobierno y parlamentarismo con tintes liberales.
Liberales, queridos, esa palabra que os gusta tanto y que blandéis como lanza del Cid. Estudiar un poco (que no mata, insisto) lo que es el liberalismo de verdad y veréis la sorpresa. Como os decía, el rey Fernando VII, traicionó mil veces al pueblo, lo recoge Galdós muy bien en sus novelas. Leedlas, lo mismo os da vergüencita la ideología que profesáis y la cambiáis un poco. Aunque solo sea un poco ya será mucho.
He oído en el debate de investidura como definíais los siete males para España. La historia nos enseña que España ha avanzado solo cuando se tintaba un poco ( siempre poco) de rojo.
Si tenemos justicia social, hacienda, sanidad, matrimonio igualitario, enseñanza pública digna (no la vergonzante del franquismo) justicia gratuita (acordaros del Gallardonazo) Si estamos donde estamos y mira que hay poco que felicitarse, ha sido gracias a la progresía teñida de rojo. No es así en todos los países, ni tan siquiera en todo el Estado. Fijaros en las derechas vascas, catalanas…Jamás han cuestionado determinados derechos. Intentan, como todas las derechas y bien que hacen, mirar por sus intereses que son los del capital, liberalizar el mercado económico y arraigar ciertas costumbres conservadoras. Punto, pelota. Pregunten ustedes a la Merkel, por ejemplo, con qué mala hostia retiró la bandera alemana de un acto de partido. Pregunten…a los suyos de fuera. Verán que derecha gasta Europa, Euskadi y Catalunya…
Divago y no voy al meollo. Perdonad queridos. Mi consejo es que potenciéis la resignación y la paciencia. En nada volvéis, o con el poder que hay bajo las cloacas que pisáis, vais a dinamitar tanto el gobierno que temblará cada poco hasta hacer leyes y conjeturas ridículas como aquel, que pudo ser tan buen presidente y se quedó en voluntarioso. Hablo de Zapatero .
La democracia rota (de rotar, no de romper que ya os veo soliviantaros). No os exaltéis tanto porque dais pena y un poquito de asco. Demostráis desconocer los rudimentos de lo que tanto defendéis. Aquí se vota: quien gana, gana y si no gana se junta con semejantes y si dan los números, gobierna. De primero de democracia, ya digo. Porque siempre os exaltáis mucho al perder.
No lo entendéis porque si sois los amos ¿por qué no tenéis el gobierno, la judicatura, los medios, la cultura, la sanidad, la enseñanza… en vuestras manos? Solo en las vuestras. Os preguntáis entre lágrimas y plañidos defecados. En el fondo y en la forma, queridiños, es que no os enterasteis de que la soberanía reside en el pueblo. Y votamos, mediatizadas, engañadas, en muchos casos, pero votamos y cuando ganamos, gobernamos.
Por tanto y para terminar, que no quiero yo que se os salten las neuronas de tanta lectura, os digo que con paciencia y templanza se aguanta el tirón. Quizá es que notáis un ligero matiz de cambio: mujeres, lgtbi, parados/as, pensionistas, desclasados/as de toda índole hemos despertado y tenemos más fuerza que nunca hasta es posible que cambiemos el sistema de una puñetera vez.
¿A ver si va a ser ese el motivo de vuestra inquietud malsana y no el gobierno? Ahora que caigo…Y claro, para eso no tengo consuelo. Bueno sí, deciros que trabajéis mucho para ganar en las próximas elecciones. Sí, esa cosa en la que el pueblo vota.
María Toca
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