“La primera vez que vemos a una mujer tomar su pluma en defensa de su sexo»
Simone de Beauvoir, en su ensayo El segundo sexo
«No todos los hombres (sobre todo los más inteligentes) comparten la opinión de que es malo educar a las mujeres. Pero es cierto que muchos hombres estúpidos lo afirman, ya que no les gusta que las mujeres sepan más que ellos»
Christine de Pizon.
Pareciera que la lucha de las mujeres por la cultura y los derechos partieron del siglo XIX y no es así. Mucho antes hubo mujeres que de forma sorprendente tuvieron participación y efectos en el camino por la equiparación de los derechos.
Christine de Pizan, nace en Venecia en 1365. Su padre Tomasso de Pizan, hombre culto, además de médico y astrologo, intentó educar a su hija al igual que a sus hijos, Pado y Aghinolfo, en humanidades, historia, ciencia, filosofía y medicina. Christina, además de esos conocimientos dominaba el francés, italiano y latín. Siendo muy pequeña, Tomasso es reclamado por el rey de Francia a donde se traslada con toda su familia, por lo que Christine tuvo acceso a la biblioteca del Louvre, antecedente de la Biblioteca Nacional Francesa. La niña apreciaba el conocimiento aprovechando al máximo el aprendizaje que se le daba mostrando, además, gran agilidad mental y amor por la escritura.
En la corte de Carlos V de Francia vive una infancia feliz. A los quince años, el padre busca casarla con alguien acorde en cultura y poder, con lo que contrae matrimonio con Étienne du Catel, secretario de la corte francesa. Forman un matrimonio feliz puesto que comparten aficiones culturales y tienen tres hijos.
La vida se le tuerce a Christine cuando muere su padre Tomasso en 1390 y poco después su marido Étienne por lo que con solo veinticinco años, queda viuda con tres hijos, a cargo también de su madre y de una hermana que habían quedado en desamparo al morir Tomasso. Christine, tiene que negociar duramente con la corte para conseguir una mínima cantidad por ser viuda de un consejero pero la cantidad conseguida no es ni mínimamente suficiente para mantener a su familia. La disyuntiva se presentaba con la única opción de volver a casarse…cosa que Christine de Pizan detesta, bien por el amor y el recuerdo de su esposo, o por la libertad que gozaba y no deseaba perder.
Tomó una decisión brillante ya que le sobraba el talento. Decidió ganarse la vida escribiendo…Fue la primera mujer de la historia en mantener a su familia con su obra literaria. Para ello compuso poemas, baladas que editaba y vendía en la corte a un precio alto que la nobleza pagaba con gusto. Pronto sus obras y fama llegaron hasta el extranjero, además de mantener un taller de escritura en el que supervisaba las tareas de los maestros calígrafos, encuadernadores y miniaturistas de los libros que publicaba ella o de otros autores. Realizando esa labor consiguió ser independiente manteniendo a su familia ella sola. Hablamos del siglo XIV…
El rey Carlos V, había muerto en 1380, dejando a su hijo y heredero con solo once años. Francia e Inglaterra estaban en guerra, la de los Cien Años, motivo por el que no se podía dejar el gobierno del país en manos de un niño; sus cuatro tíos tomaron el poder con la promesa de entregárselo al joven heredero cuando cumpliera catorce años. No lo hicieron y esto supuso que Carlos VI, tuvo que pelear para que la corona volviera a su cabeza. Esta situación política incidía en la calma que Christine de Pizan requería para realizar su obra filosófica.
A principios del sigo XV, en 1400, fundó una asociación de mujeres que se reunían con el fin de polemizar sobre los derechos femeninos ya que Christine tenía la certeza de que la, llamada, inferioridad femenina era mera cuestión cultural. «Si fuera habitual mandar a las niñas a la escuela y enseñarles las ciencias con método, como se hace con los niños, aprenderían y entenderían las dificultades y las sutilezas de todas las artes y las ciencias tan bien como los hombres», escribió Christine en el libro La ciudad de las damas (1405), quizá su obra más conocida que resumía sus principios y certezas.
Esta asociación se llamaba “Querelle de la Rose” , la base de su fundación fue contradecir al largo poema escrito un siglo antes “Roman de la Rose” en el que se relegaba a las mujeres a ser un simple objeto de deseo y satisfacción de los instintos masculinos, cosa que contradecían Christine y sus compañeras asambleístas.
En ese tiempo, realizó una obra genial llamada “Ciudad de las damas” en donde convivían las grandes mujeres de la antigüedad o de la mitología como Safo, Dido, Semíramis -fundadoras de Cartago y Babilonia- o Lucrecia que se suicidó al ser violada. Esta reunión de mujeres cultas, rebeldes que tuvieron su importancia en la historia ya que intentaban demostrar que si se conformaban de igual forma la cultura y la formación entre hombres y mujeres, ambos competían en igualdad de condiciones.
Es impresionante visionar los conceptos desarrollados por Christine de Pizon en su época porque conforman el primer manifiesto claramente feminista de la historia con varias obras de marcado carácter pionero.
Sigue componiendo baladas, recibe encargos por parte de Felipe II de Borgoña y de Juan de Valois, hasta que agotada por las disensiones en su país de adopción decide retirarse de la vida en el convento de Poisy donde había profesado su hija.
Seguía escribiendo durante el retiro, hasta que se entera de que una mujer entraña los valores defendidos por ella: valor, decisión, rebeldía. Se trataba de Juana de Arco que encabezaría la lucha de Francia por la liberación del yugo inglés buscando la independencia fraccionada por las discusiones internas de los gobernantes franceses que sirvieron al inglés un país debilitado.
Juana de Arco entraña los sueños concebidos por Christine de Pizon dedicándole su última obra Le Ditie de Jehanne d´Arc (1428) La canción de honor a Juana de Arco.
No fue fácil la vida de esta mujer, criticada por su rebeldía y libertad, que supo trasponer hasta conseguir cumplir de largo sus sueños de independencia, legándonos el testimonio de que el feminismo y los derechos igualitarios se lucharon desde muy atrás. Supo vivir de forma independiente, mantener a su familia y crear una obra filosófica que ha sido inspiradora de las posteriores.
Murió en paz, sin haber presenciado el desenlace de la quema de su admirada Juana de Arco, en 1430 después de habernos aportado una inmensa obra y el ejemplo de su vida.
Obra:
- Cent Ballades (1399)
- L´Epistre au Dieru d´Amours (1399)
- Le Debat Deux Amants (1400)
- Le Livre des Trois Jugemens (1400)
- Le Livre du Dit de Poissy (1400)
- Enseignemens Moraux (1400)
- Proverbes Moraux (1400)
- Epitre d’Othea (1400)
- Epistres du Debat su le Roman de la Rose (1401-1403)
- Cent Ballades d´Amant et de Dame (1402)
- Le Dit de la Rose (1402)
- Oraison Nostre Dame (1402)
- Livre du Chemin de Long Estude (1403)
- Le Livre de la Mutation de Fortune (1403)
- Dit de la Pastoure (1403)
- Le Livre du Duc des Vrais Amants (1404)
Ilustración del Le Livre de la Cite des Dames (1405).
- Livre des Fais et Bonnes Meurs du Sage Roy Charles V (1404)
- Le Livre de la Cite des Dames (1405)
- Le Livre des trois vertus à l’enseignement des dames (1405)
- L´Avision Christine (1405)
- Epistre à la reine Isabeau (1405)
- Le Livre de la Prod´hommie (1405-1406)
- Livre du Corps de Policie (1407)
- Sept Psaumes Allegorises (1410)
- Le Livre des Fais d´Armes et de Chevalerie (1410)
- La Lamentation sur les Maux de la France (1411-1412)
- Livre de la Paix (1413)
- L´Epitre de la Prison de Vie Humaine (1418)
- Heures de Contemplation sur la Passion de Nostre Seigneur (1420)
- Le Ditie de Jehanne d´Arc (1428)
María Toca Cañedo©
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