Inmersa como estoy en la presentación de mi tercera novela, #Prototipos, me suelen reprochar las personas que la han leído y las que nos escuchan hablar de ella, la desesperanza que trasmite el relato. Me defiendo como puedo de la acusación recurriendo al argumento de que es ficción y eso va por libre hasta reniego, como madre desaprensiva, de la responsabilidad en la trama de mi novela. Alego, en mi defensa que soy persona dada a la esperanza y a pensar que en la vida casi todo tiene arreglo…No obstante, a fuer de sincera, algo debe andar por mi caletre para que salgan historias tan descarnadas. Y me puse a pensar.
En los tiempos actuales a una le asalta la triste sensación de que mis lectoras/es tienen razón. Y que yo también la tengo cuando muestro la incertidumbre ante el devenir que nos acongoja cada día.
Escuchar o leer la ¿nueva?/vieja trama de corrupción que esta vez arrastra a un Psoe que hizo del borrón y cuenta nueva de las viejas prácticas, acongoja y le dejan a una un amargo sabor de boca. Vemos que las antiguas formas retornan si es que alguna vez se fueron. Comprobamos que la fórmula esperpéntica de tipos con barriga cervecera de largas sobremesas después de comilonas traficando intereses y mordidas, se relajan usando a mujeres prostituidas y cocaína a discreción, siguen siendo la norma de la corrupción política más chusquera. O como indica Feijoo, cutre. Como si hubiera formas elegantes de corromperse, como si la corrupción no fuera en si misma el culmen de la cutrez humana llevada al paroxismo del mal gusto. Imagino que al señor de la oposición le parece poco estiloso lo que no se labra en los sótanos de Génova y se resuelve a martillazo limpio en las oxigenadas oficinas del partido. Partido condenado…entero.
Qué bien lo inmortalizaba el genial Chirbes describiendo la gentuza de traje, corbata, coche potente y casoplón ostentoso. Como si de un tétrico día de la marmota se repiten una y otra vez las viejas fórmulas. El “Mediador” intermediando con su panza por delante entre políticos, realizando rutas turísticas por el Congreso de los Diputados, emputeciendo y enfangando lo que debiera ser sacrosanto pulpito del voto popular.
Nos abruma el pensar que no se aprende. Que se repiten viejos errores y que no existen filtros para cribar a esas especies, permítanme el palabro, subhumanas, que nos pervierten la sociedad. Lucrativas relaciones a tanto el contrato, a tanto la mordida. Como en la Gurtel, como en la Púnica… y tantas más que perdimos la cuenta. Como en la Transición, como en el franquismo, como en la monarquía Alfonsina, como la extrema que fue la regencia de aquella ladrona excelsa que fue expulsada de España…por ladrona, María Cristina. Imaginen la catadura de latrocinio de la susodicha para que siendo una borbona que fuera expulsada del país. La modelo a seguir por el resto del elenco.https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2020-11-14/maria-cristina-borbon-reina-esclavista-historia_2830915/
Nos abruma la espesura de un pesimismo sistémico ¿No habrá posibilidad de erradicar esta lacra? Lo dudo porque falta a voluntad política y se toman medidas que parchean ligeramente y porque forma parte de la idiosincrasia de un pueblo que hizo de la picaresca culmen literario y vital. Puestos a analizar creo que los partidos políticos, si de verdad les interesara eliminar la corrupción de sus filas, debieran ser más permeables al personal. Y un código penal duro y cumplido, que también, porque parece que solo adoptamos un punitivismo firme para el robagallinas y sumo respeto al guante blanco.
También, resulta imprescindible, soltar la brida o bozal que comprime a la prensa, porque a base de periodismo amaestrado y servil el poder no tiene forma de enterarse de las realidades que se cuecen en las cloacas del reino.
Hace años, unos ocho aproximadamente, hablaba con una conocida canaria, militante del PP por más señas. Ante mi extrañeza, siendo mujer dialogante y con un ideario progresista, su militancia pepera me explicó que en el archipiélago canario el Psoe, hedía a estiércol. Me aseguró que colaboraba con el PP como forma de combatir la corrupción sistémica del Partido Socialista. No la creí porque yo entonces aún no me había bajado del caballo socialista. Estos días me he acordado de ella. Mucho.
¿Cómo es posible que en la secretaria general del partido no supieran o intuyeran nada? ¿Cómo es posible que las cosas lleguen tan lejos como para pasearse por el Congreso de los Diputados la compraventa de influencia a tanto la mordida sin que nadie diera una voz de alarma? Me pregunto sin querer entrar a creer (de verdad, no es en absoluto sarcasmo) que hubiera compinchamiento o confabulación entre lo ocurrido en Canarias y los mandos del partido.
Pedro Sánchez y su ejecutiva no suelen ser contemplativos con la disidencia. Cortan por lo sano, aunque se lleven tejido firme en la cortada… ¿y esto? ¿Nadie se dio cuenta de nada? ¿ Nadie observó el trasiego por los pasillos donde está la voz del pueblo? Y lo digo con tristeza porque creo no equivocarme en pensar que hubo falta de rigor, no complicidad. Aunque no es menos grave. De ninguna manera.
Esa gentuza corrompida no solo estafan al estado, que somos ustedes y yo. Sino que permutan las sospechas nihilistas de que da todo igual y hacen que la gente con dudas se abstenga de votar conformando una victoria ficticia, con grave abstención, que perjudica a todos. A ellos/as también.
Porque el votante ultraderechista no duda. El artificiero social no duda. Dudamos la gente que nos apabulla el desmadre de ver que nada cambia aunque cambie el gobierno.
Estamos en los aledaños de elecciones, las estadísticas auguran descalabro o filón descalabrado de la izquierda. Hay persona que consideran que da igual quien gobierne, pero no es cierto. No es lo mismo tener asistencia sanitaria conforme y pulcra, que privatizada dejando jirones a los que no pueden pagar. No es lo mismo descapitalizar la enseñanza pública mientras se reparten dineros a centros privados que tiñen de lujo a las clases privilegiadas. No es lo mismo bloquear las pensiones, los sueldos del funcionariado, de sanitarios y dependientes mientras se subvenciona a empresas de amigos. No es lo mismo, gozar del derecho a abortar, a vivir una sexualidad libre y feminista que tener que volar a Londres o tener los hijos que Dios nos mande, volver a rezar el rosario en clase y asistir a misa de forma obligatoria. No es lo mismo.
Y la corrupción, además de robarnos, de esquilmarnos a todas, hace que todo eso sea posible. Que la abstención campe y ganen los sociópatas que se consideran en posesión de la verdad proclamando premisas falsas como las que pueden ustedes leer en las 44 páginas que Vox ha registrado para culminar una esperpéntica Moción de Censura que no es ni más ni menos, que una proclama publicitaria que los medios se prestan a corroborar, aunque para ello tengan que malvender a un anciano que no sabemos bien si está enfermo de ego o la ancianidad le ha pasado factura.
La corrupción corrompe a la sociedad. Es perogrullada pero tan cierto que asusta. Desanima, deshace la labor que se realiza, mal que bien, por una parte de los/as políticos que quieren de verdad hacer algo decente con su vida laboral.
Abundando en más corrupción, y no solapemos, por favor porque es tan o más grave, comprobamos como desde los despachos ministeriales se han utilizado medios (económicos, personales) para encanallar y lanzar fango contra movimientos políticos legales y con asiento popular. Desde el ministerio de Interior, siendo ministro Jorge Fernández Díaz –el del ángel de la guarda que le buscaba aparcamiento, pena que no hiciera lo mismo con la decencia- se incurría en la burda manipulación, calumniando y desacreditando a gente que representa a la ciudadanía.
Esperemos que sean juzgados y condenados a penas altas, pero ¿quién resarce a los calumniados? ¿Quién repara a los maltratados? que no son, o no son solo, los/as políticas calumniadas, sino la ciudadanía que los votaba y se ha visto estafada por funcionarios mantenidos también por los votantes afectados.
Es indignante saber que altos mandos policiales, como los medios de comunicación se prestaron al desfalco y a la calumnia. Los adeptos de Villarejo, como los de las volquetadas de putas, son viejos conocidos del sistema político español. Los/as calumniadores perniciosos que han hecho del mínimo gesto, marabunta política –recuerden lo que se montó por el simple hecho de que una compañera de partido tomara en sus brazos a la hija de Irene Montero–
Lo que dan ganas, escuchando las noticas de esta vuelta de tuerca infinita que es la corrupción endémica española, es hacerse un Ferrovial y marcharse muy lejos. Por cierto, hablando del derecho a marchar y asilarse en otro lugar, creo que coinciden quienes defienden esa premisa, liberales ellos, con los que gritaban “A por ellos” por el derecho a preguntar a la ciudadanía…Claro que de sobra es sabido que la patria del capital es el dinero y su bandera el billete. En eso tienen razón los lastimeros empresarios que nos dicen que o tragamos sus sables floreados, o se van. Otros llamarían a eso, chantaje. Y del mafioso.
No quiero acabar con la desesperanza que me acusan los/as lectoras de mi novela. En Europa parece que remiten los aires ultras, en Italia ha aparecido una figura que ilumina la esperanza, Elly Schlein se llama, ha sido elegida nueva secretaria general del Partido Demócrata Italiano y se augura un liderazgo feminista y progresista frente al gobierno criminal de Meloni que tiene en su haber de momento 69 muertos sin nombre, abandonados a solo 200 millas de la costa. En Portugal se sigue sin noticias lo cual es buen síntoma y en el resto de Europa seguimos deshojando la margarita de una guerra que nunca debió darse.
Cierto, no hay mucho motivo de esperanza, pero luego no me digan que no lo intento.
María Toca Cañedo©
Que se juzgue a estos puteros como titulares, cuando es lo que está normalizado por el 99% de los empresarios y jefes de este país… es preocupante. Al que le pillan lo linchamos… pero como son colegas y jefes que os pagan o hasta esposos, calláis y blanqueáis. El resto del mundo es muy decente y son las mujeres las que son unas busconas, y el pueblo que son unos vagos… Lo de la falta de respeto de lo ajeno y del dinero fácil es algo normalizado. La gente se corrompen en cuanto ven que entra dinero sin hacer nada ni saber o no querer saber porqué.
Y el inútil y farsante es un poco lo mismo: por eso el/la inútil de derechas que es putero y ladrón/a, no es distinto aunque sea más grave, que el cutre hipócrita inútil y putero ladrón de la supuesta e íntegra izquierda. El tonto y el que vive de discursitos y chapas hipócritas y no de lucha y esfuerzo, al final es mal igual, y solo mira hacer su dinero para gastar en vicios… y darse bombo y caprichos. Es pequeñez y mediocridad humana. Es vagancia y dinero fácil. Es robar y consentir el abuso y la irresponsabilidad. Es lo de siempre. Pero a estos que les pillan, se les usa en todos lados para criticar y proclamarse en contra, cuando en verdad, es peor mentir sobre negar o perseguir estas corruptelas y actitudes para mantener beneficios y una imagen, que incluso el beneficiarse directamente ellas. Como el Pp o como tantas que van de feministas y encubren el acoso y linchan a las víctimas. O como acomplejadas con su cuerpo, que critican la penetracion como machismo… y quieren mujeres solas y escondidas masturbandose para disfrutar de su libertad sexual… dando a los machistas lo que esperan: mujeres acomplejadas que para evitar ser rechazadas como objetos, se auto marginan solas. Así si… a las que solo les importa su cuerpo y solo se considera esto, y se hace cómplice de los hombres que a esto nos reducen… a esas hay q darles voz. Y a la vez, estos señores son lo peor, porque pagan x cuerpos. Lo peor… en fin… falta amor, desde luego. Dinero y cuerpos, y mentir con apariencias para ocultar corrupción y complejos.
Sinceramente, Carmen. No sé que decir…porque entre tanta palabra no me queda claro nada. Aunque lo de las feministas solas masturbándose me deja un poco ojiplatica, la verdad. ?En serio ha escuchado usted a alguna feminista decir que la penetración (consentida, claro) es machismo? Si es así, cambien de amigas, de verdad. Lo siento, pero no puedo dar respuesta a su escrito. No lo entiendo y lo he leído tres veces, será que tengo mente espesa.