Volvemos de una mesa redonda en la Moraduca, con el amargo sabor que una sale de esas reuniones. Por un lado es gratificante comprobar cómo hay personas preparadas, eficaces que dedican tiempo, dinero e interés a defender la Memoria de todas. Aunque parezca que es solo de una parte de España, no es así. Somos todas, las afectadas por el robo que se hizo y se hace de una historia común, discutible y discutida pero que nos pertenece y sobre la que debemos labrar un futuro de concordia.
Nos habló Chato Galante, una vez más, de su demanda al torturador Billy el Niño. Y de cómo hubo de cruzar 10.000 kms, para hacerla efectiva, en Argentina, ya que en la ¿justicia? española no hay forma de articular una demanda sin que se estrangule y quede sin efecto. Nos leyó una sentencia sobre una de las denuncias que produjo una reacción hilarante en la sala. No era para menos. Consideraba el juez que un señor que es de sobra conocido como torturador, con más de sesenta denuncias, que trabajó durante años en la BPS, con mando en plaza, aún reconociendo que las torturas producidas al señor Galante fueron sistemáticas, continuadas, no eran exponente de costumbre. Es decir, sí, torturaba mucho. Sí, torturó a Chato, por delito meramente político. Sí, lo hizo durante tiempo y de forma sistemática…pero no era algo común. Mear y no echar gota, lo llaman. Hágase usted juez con lo que cuesta para dictar estas sentencias.
Insistía Galante, como el resto de los ponentes, en que los crímenes contra la humanidad no prescriben según el derecho internacional, que España suscribe, pero son sistemáticamente ignorados o ninguneados por la justicia española , haciendo oídos sordos a cualquier requisitoria internacional al respecto.
Son 22 demandas interpuestas ante la justicia argentina. El gobierno y la judicatura sabotean una y otra vez los procesos abiertos. El mismo Fiscal General del Estado ha prohibido a los jueces cualquier admisión de esas demandas, previa amenaza de hacerles pasar por el mismo proceso que a Garzón. Aviso a navegantes.
Nos indica con marcada indignación que topan una y otra vez con la ley de Amnistía, que lleva un articulado que impide juzgar los crímenes del franquismo. Esa ley es ilegal conforme al derecho internacional. Presentaron un proyecto para abolir los artículos que prohibían juzgar los crímenes del franquismo en el Parlamento y fue votado en contra por PP, Cs y ¡oh! sorpresa, por el PSOE. Traición, que remacha, Galante, no le perdonan, máxime cuando hay zanjas llenas de socialistas. Triste destino para quien se dice adalid de la Memoria Histórica.
Continuó Charo Arrollo con la interesante demanda interpuesta por la CGT, a determinados estamentos y empresas públicas por el uso de mano de obra esclava después de la guerra. Nos expuso con detalle las innumerables empresas del IBEX y del Estado que aprovecharon la tesitura para utilizar a presos políticos como trabajadores explotados hasta límites inhumanos, sin sueldo, con tan solo reducción de pena, en sus empresas. El estado ¿mantenía? a los presos, abonaba una cantidad a las empresa a cambio de cederlos y estos tenían mano de obra gratuita, servil (presos políticos en la postguerra, no hace falta decir cómo se castigaba cualquier insurrección) No nos cabe duda que en el torpedeo de la Memoria Histórica hay un trasfondo económico. Son las empresas del IBEX las que se beneficiaron de la esclavitud de presos, de incautaciones, de revanchas inicuas. No nos cabe duda de que esos grandes empresarios no quieren ni dejan que asome la sangre de negreros que tienen en su origen, bajo la puerta amable de una falsa democracia liberal.
https://www.youtube.com/watch?v=FORAVFCwnbE
https://www.youtube.com/watch?v=Qszz0JnqnM0
https://www.youtube.com/watch?v=P-7qn7c-W-4
Les rogaría que visionaran estos vídeos, porque más que mis palabras, las de ellos y ellas, que penaron y fueron esclavos de un régimen que tiene mucha sangre que ocultar.
Llegó el turno de Sol Luque que nos explicó el drama de los niños secuestrados/madres robadas. Fue un expolio a unas madres que parían hijos que eran secuestrados en el momento de nacer. En los primeros años del franquismo, se le arrebataban a las “rojas” amparándose en la teoría del psiquiatra del régimen, Vallejo Nájera, sobre el “gen” rojo, y como esas madres inapropiadas trasmitían la patología subversiva a los vástagos, que tan solo amparados por familias adictas y fieles franquistas podían regenerar a esos pequeños condenados a la enfermedad marxista. Un mero visionado sobre la biografía de Antonio Vallejo- Nájera les indica las aberrantes creencias pseudocientíficas de este genocida formado en la Alemania nazi https://es.wikipedia.org/wiki/Antonio_Vallejo-N%C3%A1jera http://www.miguelgarciavega.com/el-gen-rojo-de-vallejo-najera/
Por tanto, salvar a los niños se imponía, robándoselos a sus madres. Nuestra querida Amparo Sánchez-Monroy, ratificó con su testimonio directo, como las huestes de Falange, visitaban las playas de Argelés-sur-Mer durante el régimen de Vichy arrebatando pequeños que estaban refugiados con su familia.
Con los años, el rapto de bebés tomó cariz económico, haciéndose de forma sistemática durante muchos años. No fue hasta 1987 cuando se legisló la adopción eliminándose el parto anónimo con lo que se pudo controlar esta tropelía cometida en total impunidad durante años. Esas madres jamás cerraron su duelo ni pudieron encontrar a los bebés que parían para familias ricas. No se conocen cifras, aunque se trabaja en ello, la compañera Luque, hablaba de miles, de muchos miles de bebés robados a sus madres.
El Parlamento Europeo fue contundente con este delito, en Noviembre de 2017, recabó de España que investigara los sucesos con insistencia. Nada se ha hecho…Tan solo hay un imputado, el doctor García Balaguer por la desaparición de un bebé.
Hay congregaciones religiosas que colaboraron con esta lacra. Mucho tendrían que decir, las Cruzadas, las Oblatas y las Adoratrices, que se encargaban de las mujeres de conducta “irregular”.
Llum Quiñonero, nos acercó, desde su óptica feminista por la condición de las mujeres en las cárceles, hablándonos sobre el Patronato de la Mujer, que fue presidido por Carmen Polo de Franco, de siniestra memoria para quienes tuvieron la desgracia de pasar por él. Nos citó historias espeluznantes y nos leyó las contumaces condenas que caían sobre cualquier conducta irregular de las mujeres, que el régimen quería sumisas, con su pata quebrada , en casa y sirviendo al varón. Toda la que no aceptara su condición era reo de masacre social.
Por último, Maite Parejo, jurista que se ocupa de la demanda sobre los crímenes producidos en Guernika, nos acercó a la enrevesada trama jurídica que se enfrenta todo aquel que ose demandar y pedir justicia sobre la Memoria. La insistencia, la constancia en demandar, en buscar entresijos legales le hacen sentirse optimista, a pesar de todo.
Se trata de impunidad. En todos los casos relatados. Impunes los que asesinaron en la postguerra y enterraron el delito en zanjas y cunetas. Impunidad en la tortura que la BPS con ese personaje siniestro y letal al frente; Billy el Niño, que hoy pasea su libertad por Madrid, con sueldo y complemento por los servicios prestados, con medalla al valor, concedida ¡en democracia! Impunidad con los que manejaron los hilos del secuestro de bebés. Impunidad con el trabajo esclavo, con las fortunas labradas a golpe de sangre que proporcionaba la dictadura y que hoy cimentan lo más granado de nuestras elites. La fortuna de tantas familias se cimentó con sangre republicana, sin consecuencias legales posteriores, con el pago de un silencio cómplice por parte de quienes pudieron hacer justicia.
Una impunidad que duele, y que nos impide cerrar heridas, hacer catarsis colectiva y propiciar una reconciliación nacional que nos permitiera construir una historia común. No se cierran heridas en falso. No se camina sobre el silencio y la muerte, al contrario, se cimenta el odio, el resentimiento, jamás una historia común.
No es rencor, aunque podría serlo, es justicia lo que claman nuestros dolientes amigos. No son migajas y perdones absurdos, es el puro y sencillo reconocimiento de que fueron crímenes contra la humanidad, que el fascismo español fue un genocida. Y justicia.
María Toca
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