Que un político mienta, perdón, cambie de opinión, es casi imprescindible. Lo vemos a diario porque la realidad aplasta principios, certezas y convicciones. Por eso valen unas personas para hacer política y otras no. Valen los que tienen ductilidad para adecuarse a una realidad divergente, a veces de sus ideas incluso, aunque no debiera, hasta de sus principios, en el supuesto que los tengan. Ser maleable, ser permeable, con capacidad de negociación y como consecuencia, de renuncia a los intereses primarios, es imprescindible. Lo sabemos y así debe ser. Las personas que no claudican o que no saben renunciar a parte para conseguir algo que no todo, o son revolucionarios/as o no sirven para políticos/as. Incuestionable.
Toleramos, incluso, que mientan o cambien de opinión con respecto a sus votantes, al pueblo que les votó confiando en su palabra. Cierto es que el índice de tolerancia de la izquierda a esos condicionantes de la política en un sistema democrático/liberal como el que tenemos, es menor que la derecha, ya que ésta mantiene tragaderas infinitas a cambio de que no le toquen el bolsillo (o no mucho) y de que se mantengan ciertos privilegios y prebendas. La izquierda suele castigar con dureza los desmanes de las componendas políticas, y bien que así sea.
Es once de marzo. Hace veinte años, una mañana como hoy se nos rompía la rutina cotidiana con el estallido de una noticia que nos dejó el alma del revés. Un atentado a primera hora en Atocha, justo cuando la gente trabajadora se dirige a su labor cotidiana, gente que había salido de su casa dando el último beso de su vida, encontró la muerte en una estación de tren. Fueron 191 personas que tienen nombre -abajo los nombramos uno a uno- porque cuando se habla de números y no se nombra, se despersonaliza el horror tanto que no impresiona. 191 seres que amaban soñaban, que jamás pudieron imaginar que sus vidas se romperían ese día, ni la de las 191 familias para las que nunca habrá paz ni sosiego.
No vamos a pensar demasiado en las causas del atentado porque es doloroso preguntarnos qué hubiera pasado si la megalomanía de un político mediocre no le llevara a embebecerse en Texas con los amos del mundo y creerse, el infame, uno de ellos formando parte de ese malvado trio de las Azores que participó de una guerra tan infame como inútil ¿Hubieran atentado en España de no formar parte nuestro país del trio? Nunca lo sabremos, pero intuimos que hoy no contaríamos con este funesto aniversario.
La participación en esa guerra fue el capricho del megalómano de Valladolid que se sabía mediocre y sus complejos le llevaron a deslumbrarse con la estela de poder de Bush y Blair, porque nada se nos perdió en ella, ni había mandato de la ONU ni la OTAN tenía vela en ese entierro. Se fue a la guerra porque Aznar quiso y punto. Ni había compromiso ni necesidad solo el oropel del melifluo presidente de entonces, José María Aznar. Nada peor que un mediocre con poder porque se trasforma en malvado al poco tiempo. Fue el caso. Es el caso.
Que todo un gobierno se blindara el alma en aquellos días mintiendo de forma tan descarada es una de las aberraciones políticas más infamantes de nuestra historia reciente. Está sobradamente documentado por lo que sobra recordar las mentiras bastardas que los diferentes ministros vertieron esos días.
Con todo, entiendo que no fue lo peor. A mi entender, no sé al de ustedes, lo más degradante fue el comportamiento de cierta prensa durante, no solo aquellos días sino que lo extendieron, durante meses y años. Las mentiras repetidas, los argumentos falaces que se empeñaban en cerrar la puerta a la realidad, a las pruebas concluyentes que los agentes de la seguridad iban desgranando, la manipulación mediática que surgió de aquel atentado forma parte de las infamias más graves, no solo de esta parte de la historia, sino del total de ella. Creo que solo los gobierno de Fernando VII –el Mastuerzo, según genial apelativo de Nieves Concostrina- es comparable con la campaña que se realizó contra un gobierno salido de las urnas el catorce de marzo y contra los medios que sí respetaban la verdad.
No hablamos de ideología, que pueden ser discutibles, ni de decisiones políticas, que pueden y deben ser cuestionadas hasta la saciedad, ni del juego político gobierno/oposición, válido y necesario. No, aquello fue una sociopatía vilmente desarrollada por mentes infames.
Que hoy, ahora mismo, los adalides de aquellas falacias, calumnias y manipulaciones sigan firmando cabeceras o lanzando diatribas por la radio, forma parte de nuestra vergüenza como pueblo. Ni Pedro J. Ramírez, ni Jiménez Losantos, ni Casimiro o Urdazi, ni los menos conocidos pero participantes necesarios con bruñido entusiasmo en la carnicería mediática, deberían mantenerse en activo y sí, estar cubiertos, por lo menos, del polvo del olvido…y de la vergüenza.
Arremetieron y masacraron a un periodista como Zarzalejos, conservador y de derechas, pero honorífico y veraz, hombre de bien como pocos, por negarse a participar en la escabechina que se hizo al país con la sarta de mentiras infames que destilaron sus plumas envenenadas. Perdió la dirección de ABC y el infame de Jiménez Losantos le escabechó en las ondas
Tanto es así, que ese veneno ha llegado hasta hoy. Convalecemos, dolientes como sociedad, de la masacre de Atocha, pero no del atentado que ha sido y será una cicatriz inolvidable, sino de la mancha de suciedad que contaminó la mente de millones de españoles/as. Las consecuencias son que aún se piensa que el atentado de Atocha lo cometió ETA. Da igual que todas las pruebas, testimonios, y declaraciones apuntaran a Al Qaeda, que ésta se lo adjudicara claramente, que todos los gobiernos supieran -antes que el pueblo español- quien puso las bombas y por qué. Hizo tanta mella la campaña que perdura hasta hoy.
Dan igual las pruebas, informes y declaraciones. La infame rueda de las mentiras que la prensa maquinó trituraron la verdad y llevaron a la mente de las personas proclives a dudar del gobierno salido de las urnas, que los cínicos decían la verdad y el resto del mundo, mentía.
Quizá, tal como afirman personas de criterio, ese fue el momento en que se cruzó la línea roja de la división social de nuestro país. Fue decisiva la participación de una prensa completamente domada por la peor especie de políticos que no entienden la alternancia del poder… Que no entienden la democracia porque se consideran propietarios a perpetuidad del gobierno, hacienda y vidas de una España que la entienden solo suya, amparados en conceptos medievales del poder o simplemente porque ganaron una guerra que les legitima por atadura franquista a detentar el poder de forma perenne. Y la prensa, esa prensa aconchabada, dobló el testuz tragando las falacias para vomitar la manipulación absoluta. Y de esos vientos, estas tempestades.
Que el tipo que maquinó toda esa basura siga pontificando por pulpitos y escabeles como José María Aznar, debería hacernos enrojecer como sociedad; a los suyos, les debería horrorizar tener como líder carismático el que participó en una guerra por capricho basándose en mentiras que los otros dos han asumido mientras él sigue empecinado en los falaces argumentos, y que debido a ello se produjera el mayor atentado de nuestra historia además de dividir a la población como precursor del trumpismo y no asumiera su derrota electoral, dice muy poco del PP como partido y poco de sus votantes.
Les dejo con el dolor del recuerdo de una fecha inolvidable y sobrecogedora. Adjunto los nombres de las personas que aquel infausto día perdieron la vida para que no olvidemos el daño que pueden hacer los malos políticos que toman decisiones a espaldas del pueblo.
Solo espero que el sitio que tengan en el infierno, los que de alguna forma participaron en la masacre, se mantenga caliente para cuando lleguen.
María Toca Cañedo©
- Eva Belén Abad Quijada, española, 30 años
- Óscar Abril Alegre, español, 19 años
- Liliana Guillermina Acero Ushiña, ecuatoriana, 26 años
- Florencio Aguado Rojano, español, 60 años
- Juan Alberto Alonso Rodríguez, español, 38 años
- María Josefa Álvarez González, española, 48 años
- Juan Carlos Del Amo Aguado, español, 28 años
- Andriyan Asenov Andrianov, búlgaro, 22 años
- María Nuria Aparicio Somolinos, española, 40 años
- Alberto Arenas Barroso, español, 24 años
- Neil Hebe Astocondor Masgo, peruano, 34 años
- Ana Isabel Ávila Jiménez, española, 43 años
- Miguel Ángel Badajoz Cano, español, 34 años
- Susana Ballesteros Ibarra, española, 42 años
- Francisco Javier Barahona Imedio, español, 34 años
- Gonzalo Barajas Díaz, español, 32 años
- Gloria Inés Bedoya, colombiana, 40 años
- Sanaa Ben Salah Imadaquan, española hija de marroquíes, 13 años
- Esteban Martín de Benito Caboblanco, español, 39 años
- Rodolfo Benito Samaniego, español, 27 años
- Anka Valeria Bodea, rumana, 26 años
- Livia Bogdan, rumana, 27 años
- Florencio Brasero Murga, español, 50 años
- Trinidad Bravo Segovia, española, 40 años
- Alina Maria Bryk, polaca, 39 años
- Stefan Budai, rumano, 37 años
- Tibor Budi, rumano, 37 años
- María Pilar Cabrejas Burillo, española, 37 años
- Rodrigo Cabrero Pérez, español, 20 años
- Milagros Calvo García, española, 39 años
- Sonia Cano Campos, española, 24 años
- Alicia Cano Martínez, española, 63 años
- José María Carrilero Baeza, español, 39 años
- Álvaro Carrión Franco, español, 17 años
- Francisco Javier Casas Torresano, español, 28 años
- Cipriano Castillo Muñoz, español, 55 años
- María Inmaculada Castillo Sevillano, española, 39 años
- Sara Centenera Montalvo, española, 19 años
- Oswaldo Manuel Cisneros Villacís, ecuatoriano, 34 años
- Eugenia María Ciudad-Real Díaz, española, 26 años
- Jacqueline Contreras Ortiz, peruana, 22 años
- María Soledad Contreras Sánchez, española, 51 años
- María Paz Criado Pleiter, española, 52 años
- Nicoleta Deac, rumana, 27 años
- Beatriz Díaz Hernández, española, 30 años
- Georgeta Gabriela Dima, rumana, 35 años
- Tinka Dimitrova Paunova, búlgara, 31 años
- Kalina Dimitrova Vasileva, búlgara, 31 años
- Sam Djoco, senegalés, 42 años
- María Dolores Durán Santiago, española, 34 años
- Osama El Amrati, marroquí, 23 años
- Sara Encinas Soriano, española, 26 años
- Carlos Marino Fernández Dávila, peruano, 39 años
- María Fernández del Amo, española, 25 años
- Rex Reynaldo Ferrer, filipino, 20 años
- Héctor Manuel Figueroa Bravo, chileno, 33 años
- Julia Frutos Rosique, española, 44 años
- María Dolores Fuentes Fernández, española, 29 años
- José Gallardo Olmo, español, 33 años
- José Raúl Gallego Triguero, español, 39 años
- María Pilar Gámiz Torres, española, 40 años
- Abel García Alfageme, español, 27 años
- Juan Luis García Arnáiz, español, 17 años
- Beatriz García Fernández, española, 27 años
- María de las Nieves García García-Moñino, española, 46 años
- Enrique García González, dominicano, 28 años
- Cristina Aurelia García Martínez, española, 34 años
- Carlos Alberto García Presa, español, 24 años
- José García Sánchez, español, 45 años
- José María García Sánchez, español, 47 años
- Javier Garrote Plaza, español, 26 años
- Petrica Geneva, rumana, 34 años
- Ana Isabel Gil Pérez, española, 29 años
- Óscar Gómez Gudiña, español, 24 años
- Félix González Gago, español, 52 años
- Angélica González García, española, 19 años
- Teresa González Grande, española, 38 años
- Elías González Roque, español, 30 años
- Juan Miguel Gracia García, español, 53 años
- Javier Guerrero Cabrera, español, 25 años
- Berta María Gutiérrez García, española, 39 años
- Sergio de las Heras Correa, español, 29 años
- Pedro Hermida Martín, español, 51 años
- Alejandra Iglesias López, española, 28 años
- Mohamed Itaiben, marroquí, 27 años
- Pablo Izquierdo Asanza, español, 42 años
- María Teresa Jaro Narrillos, española, 32 años
- Oleksandr Kladkovoy, ucraniano, 56 años
- Laura Isabel Laforga Bajón, española, 28 años
- María Victoria León Moyano, española, 30 años
- María Carmen Lominchar Alonso, española, 34 años
- Myriam López Díaz, española, 31 años
- María Carmen López Pardo, española, 50 años
- María Cristina López Ramos, española, 38 años
- José María López-Menchero Moraga, español, 44 años
- Miguel de Luna Ocaña, español, 36 años
- María Jesús Macías Rodríguez, española, 30 años
- Francisco Javier Mancebo Záforas, español, 38 años
- Ángel Manzano Pérez, ecuatoriano, 42 años
- Vicente Marín Chiva, español, 37 años
- Antonio Marín Mora, español, 43 años
- Begoña Martín Baeza, española, 25 años
- Ana Martín Fernández, española, 43 años
- Luis Andrés Martín Pacheco, español, 54 años
- María Pilar Martín Rejas, española, 50 años
- Alois Martinas, rumano, 27 años
- Carmen Mónica Martínez Rodríguez, española, 31 años
- Míriam Melguizo Martínez, española, 28 años
- Javier Mengíbar Jiménez, español, 42 años
- Álvaro de Miguel Jiménez, español, 26 años
- Michael Mitchell Rodríguez, cubano, 28 años
- Stefan Modol, rumano, 45 años
- Segundo Víctor Mopacita Mopacita, ecuatoriano, 37 años
- Encarnación Mora Donoso, española, 64 años
- María Teresa Mora Valero, española, 37 años
- Julita Moral García, española, 53 años
- Francisco Moreno Aragonés, español, 56 años
- José Ramón Moreno Isarch, español, 37 años
- Eugenio Moreno Santiago, español, 56 años
- Juan Pablo Moris Crespo, español, 32 años
- Juan Muñoz Lara, español, 33 años
- Francisco José Narváez de la Rosa, español, 28 años
- Mariana Negru, rumana, 40 años
- Ismael Nogales Guerrero, español, 31 años
- Inés Novellón Martínez, española, 30 años
- Miguel Ángel Orgaz Orgaz, español, 34 años
- Ángel Pardillos Checa, español, 62 años
- Sonia Parrondo Antón, española, 28 años
- Juan Francisco Pastor Pérez, español, 51 años
- Daniel Paz Manjón, español, 20 años
- Josefa Pedraza Pino, española, 41 años
- Miryam Pedraza Rivero, española, 25 años
- Roberto Pellicari Lopezosa, español, 31 años
- María del Pilar Pérez Mateo, española, 28 años
- Felipe Pinel Alonso, español, 51 años
- Martha Scarlett Plasencia Hernández, dominicana, 27 años
- Elena Ples, rumana, 33 años
- María Luisa Polo Remartínez, española, 50 años
- Ionut Popa, rumano, 23 años
- Emilian Popescu, rumano, 44 años
- Miguel Ángel Prieto Humanes, español, 37 años
- Francisco Antonio Quesada Bueno, español, 44 años
- John Jairo Ramírez Bedoya, colombiano, 37 años
- Laura Ramos Lozano, hondureña, 37 años
- Miguel Reyes Mateos, español, 37 años
- Marta del Río Menéndez, española, 40 años
- Nuria del Río Menéndez, española, 38 años
- Jorge Rodríguez Casanova, español, 22 años
- Luis Rodríguez Castell, español, 40 años
- María de la Soledad Rodríguez de la Torre, española, 42 años
- Ángel Luis Rodríguez Rodríguez, español, 34 años
- Francisco Javier Rodríguez Sánchez, español, 52 años
- Ambrosio Rogado Escribano, español, 56 años
- Cristina Romero Sánchez, española, 34 años
- Patricia Rzaca, polaca, 7 meses
- Wieslaw Rzaca, polaco, 34 años
- Antonio Sabalete Sánchez, español, 36 años
- Sergio Sánchez López, español, 17 años
- María Isabel Sánchez Mamajón, española, 37 años
- Juan Antonio Sánchez Quispe, peruano, 45 años
- Balbina Sánchez-Dehesa Francés, española, 47 años
- David Santamaría García, español, 23 años
- Sergio dos Santos Silva, brasileño, 28 años
- Juan Carlos Sanz Morales, español, 33 años
- Eduardo Sanz Pérez, español, 31 años
- Guillermo Senent Pallarola, español, 23 años
- Miguel Antonio Serrano Lastra, español, 28 años
- Rafael Serrano López, español, 66 años
- Paula Mihaela Sfeatcu, rumana, 27 años
- Federico Miguel Sierra Serón, español, 37 años
- Domnino Simón González, español, 45 años
- María Susana Soler Iniesta, española, 46 años
- Carlos Soto Arranz, español, 34 años
- Mariya Ivanova Staykova, búlgara, 38 años
- Marion Cintia Subervielle, francesa, 30 años
- Alexandru Horatiu Suciu, rumano, 18 años
- Danuta Teresa Szpila, polaca, 28 años
- José Luis Tenesaca Betancourt, ecuatoriano, 17 años
- Iris Toribio Pascual, español, varón, 20 años
- Neil Torres Mendoza, ecuatoriano, 38 años
- Carlos Tortosa García, español, 31 años
- María Teresa Tudanca Hernández, española, 49 años
- Jesús Utrilla Escribano, español, 44 años
- José Miguel Valderrama López, español, 25 años
- Saúl Valdés Ruiz, hondureño, 44 años
- Mercedes Vega Mingo, española, 45 años
- David Vilela Fernández, español, 23 años
- Juan Ramón Zamora Gutiérrez, español, 29 años
- Yaroslav Zojniuk, ucraniano, 48 años
- Csaba Olimpiu Zsigovski, rumana, 26 años
- Laura Vega, española, murió después de 10 años en coma vegetativo.
Excelente artículo que compartiré ahora mismo en mis grupos de distribución.
Gracias, María.
Gracias Segundo, no podemos olvidarlos
Una vez más GRACIAS María por tu valentía por poner nombre apellidos y edad a tantas víctimas y a los responsables de tantas mentiras que nos llevaron a éste y otros desastres que proceden del ocultamiento de quiénes tienen la obligación de contar la realidad y no engañar a la ciudadanía que los ha elegido para gobernar sus países por mayoría o consensos haciendo gala de una Democracia que no les pertenece.
Gracias por tu lectura tan fiel
También yo lo he compartido, buen trabajo.
Excelente artículo, buen trabajo. SYR.