Cuando a Berlusconi le condenaron por primera vez, a la salida del Tribunal que le había juzgado, ante las preguntas de una periodista que le espetó si a raíz de esa sentencia condenatoria cambiaba algo en su vida política, el crápula, esbozó una seductora sonrisa y respondió: “La verdad no cambia nada, querida”
En una conversación con prensa amiga, el sosia del anterior y digno sucesor de estrambóticas políticas populistas, Donald Trump, dijo: “podría bajar armado a Manhattan y disparar sobre la gente que camina y seguirían votándome y queriéndome”
No mentían ambos espantajos de la historia. Ni una palabra era falsa de sus cínicas respuestas. La prueba la tenemos en que ambos han seguido detentando poder a pesar de tantas condenas, de tantos delitos que no nos llegan páginas de un libro para contarlos. Ambos, detentaron y detentan el favor de millones de personas en sus países y en el resto del mundo. Trump alentó teorías conspiranoicas que condujeron a un asalto feroz al Capitolio y a un intento de golpe de estado que ha dividido a un país unido hasta la llegada del espantajo naranja a la Casa Blanca y tiene bastantes papeletas para volver a presidir el país que ha ultrajado de forma bárbara. La gente le vota. La gente le ama.
Los herederos de Berlusconi participan del actual gobierno seudo fascista de Meloni. La gente le vota. La gente amó al que llamaban Cabaliere. Dan igual los delitos que cometieron, los crímenes sociales, los desbarres populistas/fascistas que ambos han proclamado a voces. Todo da igual, porque una parte de la población la verdad no les importa nada.
Y no es precisamente la población a la que benefician sus políticas (en caso de que ambos tengan alguna idea política que no sea adornar su egolatría estratosférica e incrementar sus pobladas cuentas de resultados) Hay gente, millones de personas, que votan y votaron a estos perversos imbéciles – como a Bolsonaro, a Orban, Putin, Ayuso, Milei…y alguno más que me dejo- siendo los directos perjudicados de sus objetivos políticos que ni conocen, ni les interesan. Se vota al bulto, a la voz gritona que parece discrepante, al broncas de bar porque se mimetiza con su condición de persona poco cultivada. Se sienten aludidos por su grosera forma de tratar a las mujeres, a las personas lgtbi+, a los nadie del mundo, sean inmigrantes, parados, marginados, enfermos…Da igual. Como a los gregarios del matón del colegio que le siguen coreando sus desfalcos y corresponden a los insultos y vejaciones de la víctima propiciatoria, con risotadas, palmeos y la innoble sensación de que, menos mal porque mientras se ríe y veja al gay, a la lesbiana, al gordo/a, al que lleva gafas, al que es tímido/a, no la toma con ellos. Mimetizan con el bruto para cubrir la propia cobardía y el miedo atroz a que se conozca su sinsustancia.
Es lo que les ocurre a los lideres nombrados. En una sociedad normalizada, igualitaria y justa, esa mezcla entre demente y tarado que son los Trump, Berlusconi, Bolsonaro, Milei, Ayuso, Orban… de la historia no habrían pasado el nivel básico de la escuela y con suerte hubieran accedido a algún programa social de ayuda a disminuidos mentales. Lo que ocurre es que su narcisismo pernicioso, su egolatría enfermiza y sus familias adineradas los auparon al pico de la pirámide social. Y ellos lo saben. Conocen su ineptitud. La nulidad que sentían en clase para seguir las explicaciones del profesor, la incapacidad de leer un texto mínimamente complejo y la total imposibilidad de ser amados por ellos mismos si no se revestían del glorioso lustre que da el color del dinero y del poder.
Así son los psicópatas de la no verdad. Incapaces de empatizar con nada ni nadie, incapaces de distinguir la ética de la vida. Se declaran inútiles ante cualquier forma sencilla de ser honestos.
Suelen llegar muy alto, porque su falta de escrúpulos es el vehículo ideal de subida y mantenimiento. No les tiembla el pulso jamás ante la mentira, ante la desprotección al débil, ante la injusticia, ante el dolor ajeno, ante la muerte. Solo les alimenta lo que llena el buche de su ego. Por eso suelen ser dirigentes políticos…Nada mejor que el coche oficial, el agasajo que rinden los vasallos bien untados. Los gregarios que en el patio del colegio coreaban al matón cuando este vejaba a la víctima dejándolos a ellos en paz y ofreciéndoles migajas de ese poder cruel en donde cimentan su vida.
Son abundantes en la política, ya digo. Tenemos un claro ejemplo en la Comunidad de Madrid. Tengo escritos varios artículos sobre Isabel Díaz Ayuso, por lo que no redundaré. Una inane en todo, que va a la universidad y ante su mediocre talento se afilia a las Juventudes del PP para medrar. Lo consigue con la lengua gastada de lamer botas y la sonrisa cuajada de reír gracias, primero a Esperanza Aguirre, luego a Casado a quien degolló sin piedad ninguna. Se tuneó la cara, poniéndose tanto pómulo que de perfil parece una tragabolas, adelgazó mientras los asesores de imagen le compraron ropita cara y ahí la tienen derrochando palabras insustanciales, haciendo el gamberro a la menor ocasión, mintiendo siempre. Eso sí, haciendo hoyitos con su sonrisa cínica de muñeca siniestra y esa mirada adornada de su loca perplejidad . Ahí la tienen. Triturando la verdad, insultando a quien ose oponérsele, sin ni tan siquiera aprobar los Presupuestos de la Comunidad (con el trastorno y el desgobierno que produce en la Administración y en la ciudadanía) despojando a la Sanidad Pública de su valor, expropiando al pueblo, favoreciendo con prebendas a los amigos, premiando a los que más y mejor se dejan pisar, provocando un desgobierno, un desfalco de bienes públicos, pero repartiendo cañas y bocadillos de rabas en aras de la libertad.
Su (no) gobierno ha sido un desastre y no tienen más que preguntar a cualquier persona que habite esa maravillosa comunidad de locos, que es ahora Madrid, que no se haya beneficiado de su locura cervezera, claro. Incluso los que la votan admiten su inoperancia. Les aseguro que he escuchado más veces llamarla tonta a quienes son sus votantes que a la oposición. “Es tonta pero dice verdades” “es tonta pero la asesora MAR que es muy listo” “sí, es poco espabilada pero la gente la quiere porque es tan mona y tan simpática” “sí, no será lista pero, mira, mantiene a los comunistas fuera del poder” Y así puedo referirles cientos de comentarios escuchados con mis perplejos oídos.
La verdad no importa. Ayuso es una inepta ególatra, maleducada, gamberra, grosera, una matona de patio…Sí, y tonta hasta no encontrar las puertas. Pero da igual. Porque amigas mías, llevamos demasiado tiempo con el axioma que respondió Berlusconi. La verdad no importa. Y si hablamos de Feijoo, ¿qué decir de su inoperancia y zafiedad?
La realidad de la Justicia española es que produce entre asco y pena. El acoso a la familia directa del presidente, los cargos que van saliendo de esa chistera con puñetas que tiene el juez Peinado, se arremolinan en una sinverguenza caza y derribo de un presidente votado democráticamente. Son realidades que nos asustan porque supone una consideración patrimonial del poder que no corresponde con la realidad democrática de nuestro país. No importa. La derecha española siente que es la dueña del poder y considera usurpador a cualquiera que no piense como ellos y que no propugne su ideario. Da igual que la realidad de unas elecciones digan lo contrario. Da igual que a los que ellos llaman “filoetarras” sean representantes del pueblo que jamás participaron ni de lejos en la banda terrorista. Da igual que a los que ellos llaman “comunistas” sean social demócratas y poco. Da igual que los cargos contra Begoña Gómez, se deshagan como azúcar en agua…se buscan otros y otros. La verdad no les importa porque lo que tiene sentido para esa gente bellaca y malvada es el poder para dirigir en dirección a su clase todo lo que concierne al estado.
Y es que hemos perdido el concepto de clase, cosa a mi entender, de forma muy absurda. Ellos mantienen claramente definido el concepto. Se sienten clase social dirigente. Se saben los amos del cotarro y el pueblo meros advenedizos que pretendemos usurparles el poder.
Clase dirigente. Clase poderosa. Clase alta, aunque la cuna y la moral esté a la misma altura de las cloacas. Son clase y lo saben. Hemos sido nosotras las que abjuramos de la nuestra . Clase trabajadora.
El problema, es que los/as de enfrente bailan al son que tocan. El problema es que la oposición a la CM entra en responder con los mismos disparos semánticos que lanza la loca de Sol. El problema es que Bolaños se prestó a dar espectáculo. El problema es que el gobierno democrático y legal de la Moncloa se pliega ante una oposición vesánica (si dudan miren lo ocurrido con la ley del Solo sí es Sí, o a no atreverse a nombrar por decreto un CGPJ concorde a lo que siente y vota el pueblo español) El problema es que jugamos con sus cartas y están marcadas.
Solo me queda pensar en el valor del voto, que algunos/as niega y les digo una cosa. Quizá no tenga mucho valor cuando ganan los afines, porque solemos decepcionarnos pronto y bien que sigamos exigiendo, pero si ganan ellos les aseguro que sí tiene mucha importancia. Si lo dudan, revisen lo que está ocurriendo en EEUU con el aborto, con las leyes lgtbi, que están siendo laminadas por los jueces nombrados por Trump, que se ocupó durante su mandato en dejar bien atado el poder judicial, aunque el voto popular diga lo contrario. Están prohibiendo abortar, están prohibiendo y castigando a quien proporcione la píldora del día después. Están condenando y haciendo que la delación sea alentada en los casos de personas trans (padres que ayuden a transitar, profesores que aconsejen y acojan…) Ron de Santis es un tipo que prohíbe libros, cuentos infantiles, que se explique la reproducción humana en los colegios si no es con la biblia en la mano. Y tornan los armarios a las poblaciones norteamericanas donde vuelven a encerrar a gays, lesbianas, feministas, liberales…Y todo con un gobierno que detesta esas políticas. Y todo con unas estadísticas que dicen que el pueblo no quiere esas medidas retrogradas. Que la mayoría no quiere.
Pero saben que pasa…que la verdad no importa.
María Toca Cañedo©
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