Hay una España que me sigue subiendo al tren del exilio, una España donde el futuro, hecho pasado, descansa en estaciones abandonadas por la esperanza, de edificios agrietados y días grises, donde los pasajeros a ningún lugar vagan absortos en el presente continuo del ayer. Es la España anestesiada de miedos a la que le robaron la memoria.
Hoy no puedo dejar de preguntarme por los poetas, por ellas y por ellos, por la tristeza y el vacío que los debió invadir cuando, sin poder mirar atrás, con el ladrido pendenciero royéndoles los talones, guardaron en los bolsillos sus versos, taladrados a la vez por la indignación y la nostalgia. Y, subidos a ese tren, vieron en el horizonte otras tierras, otros ríos, otros mares que siempre los conducían a la tierra que dejaban, a la que lloraban, a la que abandonaban sin poderla abandonar, como si la dignidad y el dolor de los muertos les hubieran arrancado el corazón, para enterrarlo en ella, como semilla de futuro.
Convertidos en cadáveres, muertos en vida, condenados para siempre a llorar en los papeles, a recordar aupados en la palabra, a soñar en una vigilia siempre dañina y dolorosa, los poetas de la España mía, la que hoy, cuando leo y escucho noticiarios y redes, me envenena la saliva, me hace insoportable el aliento, sucio de rabia, amargo como la tuera, siguen vagando por la memoria, para ofrecer su testimonio, su inmortal legado.
Otra vez los ladridos, los graznidos, el grito carente de armonías, la bazofia nacida de las vísceras, de la mentira, de la sinrazón, me empujan con ellas, con ellos, al exilio…
Malditos sean, los patrioteros advenedizos, desertores de la honra y la belleza, de lo humano, que me vuelven a negar el futuro, la primavera. Y otra vez, una más, vuelvo a ti, poeta arruinado y dolorido, que cerraste los ojos en Colliure, y me agarro a tus versos buscando la misma nostalgia de futuro, el dolor esperanzado con el que los escribiste: mas otra España nace…
Juan Jurado.
Un texto muy bonito, Juan. Reivindicar esos poetas, esas gentes y ese pasado que nos dio esperanza de que la patria no eran sólo advenedizos.