«Dime, chaval, cómo va?
¿A quién le ha “tocao” tu parte?
¿Quién será el primero en disparar?»
Canción prohibida (Hechos Contra el Decoro)
Nosotros nunca somos los violentos. El violento siempre es el otro, el que no tiene el monopolio de la violencia o perdió el relato.
Decía Brecht:
«Hay muchas maneras de matar.
Pueden clavarte un cuchillo en el vientre
negarte el pan
no curarte de una enfermedad
meterte en una infravivienda
empujarte hasta el suicidio
torturarte hasta la muerte por medio del trabajo
llevarte a la guerra…
Pocas de estas cosas están prohibidas en nuestro Estado«
Luigi Mangione fue detenido tras acabar con la vida de un CEO con tres balas marcadas (denegar, defender, deponer) referidas a la estrategia para evitar costear los tratamientos médicos de sus abonados.
Los inversores que se hacen de oro con estos buitres no se sienten responsables de esas otras formas de acabar con vidas humanas. El asesino es él.
Todos somos tan insignificantes como imprescindibles para el sistema, y siempre hay una mano necesaria que deniega una hipoteca, que engaña al abuelo con las preferentes, que firma un despido laboral, que anula una baja médica, que rehúsa un accidente, que ejecuta un desahucio, que niega un contrato, que te ofrece productos imposibles para que te creas que no vales, que te empuja a odiar tu cuerpo, que apalea al sindicalista al mendigo a la mujer valiente, que especula con el piso de la abuela, que vota a quien elimina toda ayuda, que cierra el paso a la universidad para los que menos tienen y obliga al trabajo precario y a pasar la vida en algo que odias para no tener un minuto para quien amas, que obliga a no abortar, que tapa la boca para imponer el silencio en la cultura de la violación, que da la orden de cortar la luz por impago, que alimenta con comida caducada en la residencia, que invierte en bitcoins o criptos para ser rico y que cuando la burbuja estalla lo pagues tú, que sigue la orden de más arriba y envenena en la fábrica en el coche en la casa en el avión el aire con químicos, el agua con plásticos, el huerto y nuestra comida con veneno, que suelta la mano a quien llega a la orilla exhausto huyendo de vuestro saqueo…
Todas ellas son balas marcadas contra los nadie.
Igor del Barrio.
Las balas que dispara la mano invisible del mercado
Mucho más mortíferas…