EL AUSENTE

Pompa y boato, oro e incienso, turismo de ocasión, medios, muchos medios, todos los medios… Al funeral de Jorge Mario Bergoglio sólo faltó Dios, paradójicamente, aquel quien, según se dijo, puede andar de un extremo al otro del orbe, de cualquier parte del universo, en un tiempo sin tiempo, porque sólo ÉL, en su divina ausencia puede hacerlo.
Alguien comentó que el evento lo cogió, como siempre, en el diván del psicoanalista, pues lleva tiempo, toda una eternidad, que anda buscándose inútilmente. Cómo encontrar(se) a alguien que su existencia radica en su ausencia. Es el éxtasis de la paradoja: aquel que se encuentra en todos y en todo no es capaz de encontrarse a sí mismo. Toda una contradicción irresoluble para un Ser que creó a otros a su semejanza para que lo negaran desde la razón y lo buscarán desde la fe. La misma que mueve montañas, según se dice, la que da la vida matando, libera encarcelando y alimenta al miedo llenándolo de vacíos.
Jorge Mario Bergoglio entregó los bártulos, bendecido por desarrapados, por los condenados al hambre y a la sed de luz por aquellos que ocupaban los sitiales de privilegio.
Claro, con ellos, Dios no podía sentarse, hubiera sido una sagrada contradicción, un doloroso sinsentido que sólo sería explicable desde la fe ciega, nunca desde la luz de la razón. Porque, ahí, en la ceguera de la fe, es donde, según se dijo, está la luz.
Así que, mientras Dios, anda en el diván o frente al espejo del Padre, intentando reconocerse, la muchedumbre lo busca entre las tinieblas, huyendo de la herejía del conocimiento, el que un día debiera dar luz a la ausencia del gran Ausente. La profecía que nunca se escribió ni se escribirá.
Jorge Mario Bergloglio, palabra en la tierra de QUIEN dicen que habla por boca de los sin voz, regresó a la NADA, al lugar de donde vino. A partir de ahora, su calavera será lugar de encuentro para curiosos y creyentes, y lo hizo con sus botas de caminante, aupado por una invisible representación de los que nada tienen, prueba inequívoca de su humana Contradicción.
Jorge Mario Bergoglio dejó el eco de algunas palabras amasadas por el corazón desde la razón. Ahora la Santa Madre que lo parió, la vieja alquimista, las hará suyas, las convertirá en maleable materia o las enterrará con él. Es la contradicción que la sostiene desde hace más de dos mil años. Sea
Sobre JuanJ Jurado 91 artículos
Profesor de Lengua y Literatura española. Publicaciones en La prensa en el Aula. Octaedro. Cuaderno para la comprensión de textos. Octaedro. Ponente del Diseño curricular base para la enseñanza de la Lengua y la literatura española en la ESO, en Andalucía. He sido portavoz y concejal por el grupo municipal de IU en Úbeda. Actualmente no milito en ninguna organización política, pero si la calle me llama, voy.

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