Nació Gertrude en 1918, un 23 de Enero en Nueva York, hija de emigrantes lituanos. Su padre Robert Elion, se hizo dentista al llegar al Nuevo Mundo mientras la madre de Gertrude, Bertha Cohen, procedente de Polonia, fue ama de casa. Su familia era humilde y el crack del 29 les depauperó su escasa economía, pero Gertrude mostraba un afán de lectura teniendo interés por todo lo que caía en sus manos, de forma especial los avances científicos. Cuando tenía quince años murió su abuelo, con el que estaba muy unida, de cáncer lo que la hizo pensar en dedicarse a la investigación a fin de acabar con determinadas enfermedades. No pudo ir a la Universidad privada por falta de medios, conformándose con la Universidad Publica Hunter College para mujeres, en la que entró antes de tener la edad reglamentaria debido a sus altos conocimientos. Se graduó en Química en 1937.
Fue rechazada en varias universidades debido a su condición de mujer y judía. Para poder pagarse los estudios tuvo varios trabajos, como profesora y ayudante de un químico. En ambos casos recibía escaso dinero. En 1939 consigue el ingreso en la Universidad de Nueva York recibiendo el máster en 1941.
La Química era territorio de hombres por lo que fue mirada con sospecha y rechazada bajo el argumento de que distraía a los compañeros debido a su condición de mujer. La II Guerra Mundial le ayudó a integrarse debido a la falta de hombres en los laboratorios, que estaban en la guerra. Una segunda muerte condiciona aún más su vocación: la de su prometido que fallece de una endocarditis bacteriana, lo que le hace seguir pensando en la investigación. No consiguió ser doctora nunca debido a la necesidad de trabajar. Durante un tiempo trabaja en diversos laboratorios entre ellos Jonhson & Jonhson pero estos cierran al poco de entrar ella. Poco después George Hitchings de la Borroughs se fija en ella en 1944 y colaboran juntos hasta que éste se jubila en 1969 y ocupa su puesto en la jefatura del departamento que compartían.
Gertrude Elion y Hitchings estudian las purinas que son moléculas orgánicas simples, una base nitrogenada denominada así por Emil Fischer en 1884 que sintetizó en el cambio de siglo. Dos de las cuatro bases del ADN son derivados purínicos: la adenina y la guanina, mientras que los otros dos son derivados pirimidínicos. Entonces no se había dilucidado todavía la estructura del ADN sí que se conocía que era necesario en el crecimientos de bacterias, parásitos y células tumorales. El objetivo de Hitchings fue bloquearlos reemplazando determinados bloques de sus ADN (teoría de los antimetabolitos). Se trataba de hallar moléculas similares a las bases pirimidínicas y purínicas de los ácidos nucleicos pero con algún error estructural que detuviera su metabolismo. Este era un enfoque novedoso en farmacología máxime cuando en esos años todavía era reducido el número de científicos interesados en el ADN. Se superaba así el típico método del ensayo-error en el descubrimiento de nuevas drogas . Junto con Gertrude se puso a preparar diversos derivados purínicos. Su campo de trabajo, por tanto, abarcó tanto el espacio de la bioquímica como el de la farmacología, como el de la inmunología. Uno de sus principales trabajos es el que publicó en 1954: «Antagonists of nucleic acid derivatives. VIII. Synergism in combinations of biochemically related antimetabolites«
En 1948, Elion, sintetiza la diamonopurina que es un inhibidor del Lactobacilus casei. Se percataron de que podía ser útil en las leucemias. Realizados los ensayos se vio que poseía efectos secundarios de importancia. Siguieron trabajando y tres años después llegaron a obtener dos derivados que inhibían la biosíntesis purínica, la 6-tioguanina y la 6-mercaptopurina. Esta última dio buenos resultados en la leucemia linfoblástica aguda. Para que fuera eficaz reemplazó un átomo de oxígeno del anillo de purina con un átomo de azufre. Joseph Burchenal, del Sloan Kettering Institute de Nueva York, la usó en cuatro pacientes con leucemia granulocítica crónica y obtuvo dos remisiones . Fue tal su éxito que la FDA americana aprobó muy pronto su uso. Se trata, pues, de la primera purina antagonista de utilidad que supuso un hito en la historia de la medicina. https://www.historiadelamedicina.org/elion.html
Otros descubrimientos de importancia farmacológica descubiertos por Elion fueron:
Trimetoprima: antibiótico
Azatioprima:inmunosupresos que aún se utiliza en casos de trasplantes.
Alopurinol: trata el ácido úrico, por tanto se utiliza en la gota.
Aciclovir: conocido principio activo que se usa contra los herpes sencillos o zoster, además de infecciones cutáneas.
Amaba su trabajo por encima de todo. Pensaba que la investigación era imprescindible en la práctica de la medicina e intentó formar a los médicos en ese camino. Al jubilarse siguió colaborando en investigaciones llegando a ayudar en la creación de AZT, que demostró utilidad contra el VIH.
Recibió el Premio Nobel de Fisiología y Medicina junto a George H. Hitchings y Sir James Black en 1988 , por las investigaciones sobre tratamientos. Elion no descubrió nuevos fármacos pero su trabajo en la investigación de los existentes y en nuevas formas de uso la hizo tan valiosa. Ha sido la única en recibir el Nobel sin doctorarse.
Recibió el doctorado honoris causa de las universidades de Washington, Brown y Michigan. En 1968 recibió la Medalla Garvan de la Sociedad Química Americana; en 1970 la President’s Medal del Hunter College; en 1983 el Premio Judd del Memorial Sloan Kettering Institute; en 1984 el Premio Cain de la Asociación Americana de Investigación del Cáncer; y en 1988 la National Medal of Science [16].
Fue miembro de la National Academy of Sciences desde 1990 y del Instituto de Medicina desde el año siguiente. También fue miembro extranjero de la Royal Society, y miembro honorario de la Academia Española de Dermatología y Venereología, entre otras [17].
En 1991 se le otorgó la Medalla Nacional a la Ciencia y en 1997 el Premio Lamelson-MIT a la trayectoria de toda una vida. En 1991 también se convirtió en la primera mujer que perteneció al National Inventors Hall of Fame.
Murió el 21 de febrero de 1999 en Chapel Hill, NC, Estados Unidos, mientras realizaba su paseo diario. Se derrumbó y fue llevada al Hospital de la Universidad de Carolina del Norte donde falleció a medianoche a los ochenta años de edad.
María Toca
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