No se trata de la biología. Lo más importante es la sustancia. Y es importante que ella, visceralmente, sepa lo que supone moverse por este país como un ser humano hembra, del mismo modo que Obama sabe visceralmente lo que es caminar como humano afroamericano por este país.
Los papeles de género acabarán desapareciendo: los hemos fabricado.
Los seres humanos son seres humanos. El 99% lo compartimos. Y las razas… Todos venimos de África. Algunos fueron a climas fríos y perdimos melanina en nuestra piel. La raza es en gran parte una invención, y el género es casi todo una invención.
Gloria Steinem
Nace en Toledo, Ohio, el 25 de marzo de 1934, su padre descendía de una familia judía migrante de Württemberg. La abuela de Gloria Steinem por parte de padre, Pauline Perlmutter Steinem, fue presidenta del Comité educativo de la Asociación Nacional por Sufragio de la Mujer, también, Delegada del Consejo Internacional de las Mujeres y la primera mujer elegida para el Consejo de Educación de Toledo.
La madre, Ruth, fue una mujer inteligente, gran lectora y periodista del Toledo Blade, un periódico importante en la ciudad. Su sueño juvenil era marchar a Nueva York para triunfar como periodista, incluso estaba enamorada de un compañero de redacción con el que no tuvo nada debido a estar casada con el padre de Gloria y tener una hija con él. Eran los tiempos del matrimonio eterno, de que los confines de las mujeres jamás salían de la familia. Contaba Gloria que hablando con ella, años después, le preguntó porqué no siguió sus deseos divorciándose a tiempo y marchando a su destino, a lo que la madre respondió, que de hacerlo ella no existiría. Con gran tristeza, Gloria, pensó que la madre la dio vida perdiendo la suya.
El padre de Gloria, Leo, era un gran tipo, de vida errante. La familia vivía en un remolque viajando por todo EEUU, ganándose la vida vendiendo antigüedades. Nunca tuvieron seguridad, ni dinero. La vida familiar fue precaria, de alguna manera esa forma de existencia preparó a Gloria para ser también nómada toda su vida. Viajó por todos los países que pudo y recorrió EEUU de punta a punta en su faceta de periodista y de activista.
Ruth, la madre, cedió su vida hasta convertirse en subsidiaria de la Leo, sin que él se lo pidieran, normas patriarcales no escritas pero asumidas. Poco antes de nacer Gloria, sufrió una crisis nerviosa que la sumió en procesos depresivos, incluso fue ingresada en un siquiátrico durante más de un año, además de tomar pentotal sódico, del que se hizo adicta. De ser una mujer inteligente, inquieta y lectora, pasó a sentirse derrotada y perder parte de su ímpetu intelectual. Años más tarde, Gloria Steinem analizó la situación de sus padres, sin culpar al padre, ya que Ruth abandonó su vida y sus gustos de forma voluntaria, tal como el patriarcado suma a la yunta a las mujeres para que hagan lo que creen debido. Aunque les cueste la salud mental, en muchas ocasiones.
En 1944 los padres se divorcian y Gloria se queda en Toledo con la madre enferma. Estudia periodismo, consigue una beca que la lleva a la India, como asistente legal de Mehr Chand Mahagan, asociada del Tribunal Supremo . A su vuelta a EEUU, comienza a colaborar con la revista Esquire, como freelance. En una ocasión pasó un artículo sobre contracepción que fue rechazado por el director. Era el comienzo del despertar feminista de Gloria Steinem.
A su regreso a los EE. UU, ocupó el cargo de directora del Servicio de Investigación Independiente, una organización financiada en secreto por un donante que resultó ser la CIA. Trabajó para enviar estudiantes estadounidenses no comunistas al Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes de 1959. En 1960, fue contratada por Warren Publishing como la primera empleada de la revista Help. El haber colaborado con la CIA , bien que de forma indirecta, es algo de lo que se arrepiente y se le ha echado en cara varias veces.
El despertar feminista sigue, Gloria, recuerda que en una de las marchas a favor de los derechos civiles que organizaba Martin Luther King , una mujer que caminaba a su lado le comentó que en la tribuna de oradores no había mujeres…
Steinem, tenía claro que no deseaba ser madre ni casarse, ya que consideraba al matrimonio el yugo que sometía a la mujer. A los veintidós años aborta en Londres, lo que le hace reflexionar sobre la contracepción y promover el movimiento a favor del aborto y del control de la natalidad. Nunca se sintió culpable por el aborto.
Colaboraba con las revistas femeninas de Glamour y de Ladies’ Home Journal con artículos sociales que muchas veces eran censurados porque molestaban a editores y anunciantes. Las revistas que vendían belleza y glamur no querían ver en sus hojas la triste experiencia de un aborto o la infelicidad de un ama de casa insatisfecha.
Llega el tiempo del enfrentamiento con Betty Friedan, que hemos reflejado ya en la biografía de esta última. Gloria Steinem huyó de la disputa, que tenía mucho de lucha generacional. Friedan había liderado en años anteriores un movimiento feminista de mujeres burguesas, blancas, que no enfrentaban directamente con el hombre y no incluían en sus luchas a las lesbianas ni las peculiaridades de mujeres trabajadoras y racializadas. Cuando llegaron las jóvenes a la segunda ola feminista con ideas radicales, que unían la lucha con la de las mujeres lesbianas y hacían un frente duro frente al poder patriarcal que representaban los hombres, la Friedan se cabreó mucho e hizo la vida imposible a las recién llegadas al movimiento para conseguir la ley de Igualdad de Derechos (ERA)
En la biografía que escribió Steinem no dedica más de tres páginas la enemistad con Friedan minimizándola de forma elegante.
En 1963, se presentó para ser conejita de Play Boy, con el fin de documentarse para un artículo, A Bunnuy’s Tale, donde desenmascaró la empresa de Hefner, que rozaba lo ilegal. El trato vejatorio, las humillaciones y la prostitución velada de los centros de Play Boy, quedaron al descubierto. Es también redactora de Nueva York Magazine. En 1964 entrevista a Jhon Lennon.
En 1972 funda junto a Dorothy Pitman Hugues la revista Ms, donde en 1978 publicó el artículo “Si los hombres pudieran menstruar” con enorme escándalo ya que relata cómo sería una realidad de hombres menstruantes, que convertirían el hecho mensual en competición y mito. Los 300.000 ejemplares de la revista se agotaron a los pocos días, con gran éxito y controversia. Hasta el año 2001 fue propietaria de la revista, luego se vendió a la Feminist Majority Foundation pero sigue perteneciendo a la junta gestora y consta en la cabecera de la revista como fundadora.
En el año 2000, contando 66 años, se casó con David Bale, abjurando de su ideario contrario al matrimonio, que explicaba así: “Yo no he cambiado, lo que ha cambiado es el matrimonio. En Estados Unidos nos hemos pasado los últimos 30 años cambiando las leyes sobre el matrimonio. Si me hubiera casado cuando se suponía que tenía que hacerlo, habría perdido mi apellido, mi residencia legal, mi calificación de crédito, y la mayoría de mis derechos civiles. Hoy es distinto. Ahora es posible contraer un matrimonio igualitario”
El matrimonio solo duró tres años ya que David enfermó y murió de un linfoma cerebral.
Gloria Steinem ha recibido diversos premios y homenajes, entre ellos el Princesa de Asturias de Humanidades que vino a recoger en 2021 mostrándonos su maravillosa madurez y lucidez mental. Sigue viviendo en su casa del Upper Eats Side neoyorquino.
María Toca Cañedo©
https://elpais.com/elpais/2016/09/28/eps/1475013948_147501.html
https://www.elviejotopo.com/topoexpress/entrevista-a-gloria-steinem/
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