GUARDADME LA ESPERANZA. Oda por la libertad

                                                                                                                                                     Si abrí los labios para ver el rostro
puro y terrible de mi patria,

                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                   si abrí los labios hasta desgarrármelos
me queda la palabra.
En el principio de Blas de Otero
Para Hamlet

¿ Ser o no ser? He aquí el eterno soliloquio.
¿Qué es más digno para el espíritu,
sufrir los dardos de la atada y bien atada
corrupción histórica del triangulo español
o tomar armas contra océanos de calamidades
y hacerles frente?
¿Podemos o no podemos,
enfrentar al miedo la esperanza,
para deshacer el nudo
de lo que fue bien atado?.
El circulo igualitario
oponiendo se a las trapacerías
de una España jerarquizada,
que venció pero nunca convenció.
¿Monarquía o Dictadura?
frente a ¿República o Monarquía?
¿ El gobierno de la ley
o la ley al servicio del gobierno?
¿Y si lo que se pidió
a los siete padres redactores
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de la famosa Carta Magna,
fue que se velase en el escrito
la uniformidad “in aeternum”
exigida por la zarpa tenebrosa
de un morrongo?
¿Y si esos siete padres de la patria,
cinco de ellos herederos
del Gran Gato,
silenciaron la obligación
de mantener viva la dictadura,
bajo el humo denso
de loar democracia y libertad?
¿Y si los acólitos volvieron a mentir
sobre la equidad del cortijo a repartir,
invitando a un acomodaticio proxeneta
al prorrateo
de lo que uno solo no podía digerir?
¿Y si esos complacientes zampones
vendieron lo que fue
botín de guerra a sangre y fuego por decreto,
como “ modélico escrito de consenso”?
¿Y si desde entonces
los herederos de ese estado
receloso pueden seguir,
flecha en yugo en la caverna,
gobernando la vida bien atada
de una lechigada de ratones?
¿Y si todas las instituciones
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de esa tierra
invitaron a los humillados roedores
a un fondue pringoso,
para celebrar la recién creada libertad,
en disfrazadas ratoneras
perfumadas con humo literario?
¿Y si los travestís viven una realidad novelada,
podemos o no podemos
tomar en serio a esos sayones?
¿Y pueden o no pueden,
los engañados ratoncillos roer con avidez
los nudos del egregio escrito
para oponer al miedo la esperanza?
¿Y si la institución Eclesial
se hizo también terrible gato acémila,
viboreando desde el pulpito,
a golpe de grito y aspersorio:
lo que por el clero se bendice
en este mundo,
es bendecido por Dios allá en el cielo”?
¿Y si la ideología no se destruye,
sino que se compra?
¿Y si nos la compraron? ¿Y si además nos travistieron?
¿ Y si?
¿y si?…
¿Podemos mirar hacia otro lado?
¿Podemos o no podemos
seguir siendo ilustres asnos
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o sonreír como Liebres de Marzo
tomando el té tranquilamente
con la inocente Alicia en un país
donde los ratones puedan ser
torturados por los gatos ?
¿ Se puede o no se puede consentir
que pretendan los ratones dejar
de ser cautivos,
que no quieran nunca más volver a comer queso
y quieran poner un cascabel
a los michinos herederos del Gran Gato?
¿Pueden o no pueden los ratones
liberar de la pena y el dolor de las tinieblas
una madeja de nudos bien atada,
para depurar los agravios del opresor,
las afrentas del soberbio,
la desigualdad ante la ley del honrado ratoncillo
que con fe trabaja,
la insolencia del poder y
los desdenes que recibe
la virtud del hombre indigno,
viendo como por influencia de los caciques
se recompensa la corrupción
y se castiga la decencia?.
Pero me anego con el llanto y
me abraso de dolor,
ya sin aliento,
en este drama Shakesperiano
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queriendo deshacer el punzante olor a podredumbre
de una corte enferma,
atada y conquistada.
Y si lo que diferencia al ser humano
de la acémila es la ficción
y dado que el espíritu no conoce límites,
¿ podéis, o no podéis,
ayudarme a caminar
en esto tiempos de tristeza,
arrobando mi delirio
con una apacible sedacción
basada en la esperanza,
y no tener que procurarme
esa tinta servidumbre
soñando con el frío aseste de
una faca Toledana,
para templar el placer
de la venganza?.
Maraña de un pueblo de ratones,
que pudiendo obligar
a llevar un cascabel colgado
a los morrongos,
prefiere respirar el humo de la fuerza
de ser esclavizado por la conciencia muerta
de Los Gatos,
a dejarse arrastrar
por el galope de la conciencia viva de los vientos.
¿Ser o no ser?
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¿Poesía o barbarie?.
Preguntas a las que siempre
debieran responder
los humildes ratoncillos
de este pequeño Ruedo Ibérico
que no tengan miedo a hacer despertar
de la campechana narcótica tortura cotidiana,
el fuego imperecedero
de una encadenada libertad.

Enrique Ibañez Villegas

Sobre Enrique Ibañez Villegas 82 artículos
INGENIERO T. EN QUÍMICA INDUSTRIAL Universidad de Cantabria CERTIFICADO DE ESTUDIOS DE INTERPRETACIÓN durante 3 cursos en Institut del Teatre de Barcelona. Actor de teatro y cine Director teatral Poeta, escritor • EXPERIÉNCIA DOCENTE COMO PROFESOR DE TEATRO -CENTRO DE ESTUDIOS TEATRALES “ GENTE DE TEATRO DE BARCELONA” Profesor de Técnica de Actor y de Movimiento. 15 años -CENTRO CULTURAL “MASS MEDIA” Profesor de Técnica de Actor . 4 años -ACTOR’S STUDIO DE BARCELONA Profesor de Técnica del Movimiento. 2 años -ESCUELA DE CINE DE BARCELONA Profesor de Técnica del Movimiento. 1 año

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