Dan ganas, de virar,
hacerse a un lado,
dejar pasar la vida
sin tumulto, sin avío,
como si no fuera conmigo
el camino, tan largo, recorrido.
Dan ganas de esconderse
detrás de una esquina,
amordazarse, taparse los oídos,
por no escuchar el clamor
ni los gritos, que lanzan en desafío
allende los mares,
los más débiles.
Hacerse a un lado, dejarse,
desaparecerse, diluirse
en el estanque del olvido,
como si no fuera conmigo,
el desastre.
Marchitarse en el olvido
dejar que los harpíos adelanten,
quedarme quieta, sin el grito
que de la garganta brota
a cada instante.
Dan ganas, de desaparecerse,
de tanto ver almas impías
de tanto insultarse,
de ver ojos cerrados, almas hueras
ante la incertidumbre de la vida.
Ansío ahogar este vacío
y nunca jamás quejarme ni dejarse
que me troquelen el instante
por cerrar los ojos, al estío.
Siento deseo de hacerme
a un lado de la vida; en cambio,
sigo en medio, cansada, triturada,
incluso a veces, con el desaliento,
colgado de la entraña,
pero en medio: gritando,
haciendo ruido.
#MariaToca
Santander-26-1-16. 17,59
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