Hadizatou Mani nace en Dogaroua, región de Tahona en Níger, en el año 1984
Las costumbres ancestrales de su pueblo consienten que los hombres puedan “adquirir” la quinta esposa, una más de las que permite el Corán. Esta “quinta” suele ser una joven, niña casi, que es violada sirviendo al amo como esclava en todos los sentidos. Las quintas esposas tienen el nombre de wahaya o sadaka y no son más que una esclavitud consentida.

Hadizatou fue vendida a la edad de 12 años por 500 dólares por lo que se convirtió en la «quinta esposa» del dueño tiránico, realizando tareas domésticas y trabajos físicos durante casi una década. Durante este tiempo, sufrió maltratos y abusos constantes; tuvo cuatro hijos con el maltratador de los que dos mueren siendo pequeños. En la casa del amo, Hadizatou trabaja de forma extenuante encargada del acarreo del agua y de machacar el sorgo que es el alimento básico para la gente de su zona. Las wahayas no solo sirven al amo y sus pulsiones sexuales sino que trabajan a las ordenes de las cuatro esposas legales por lo que su situación es de extrema precariedad y están sujetas a abusos de forma cotidiana. «Él decía que podía hacer conmigo lo que quisiera, porque me compró como compró sus cabras«, señala en la misma entrevista a la BBC.
La esclavitud había sido prohibida en Níger en los años sesenta del pasado siglo pero seguía siendo efectiva en todas las zonas, hasta que en 2003 se penaliza legalmente. La terrible costumbre pervive avalada por leyes que no se hacían cumplir y que se convierten en papel mojado ante las costumbres ancestrales que avalan un patriarcado criminal en donde la mujer es esclava para parir, servir de objeto sexual y trabajar sin medida. «Era una vida terrible. No tenía derechos: ni a descansar, ni a comer, ni siquiera a tener mi propia vida» le contará a la BBC años después estando ya liberada.

En 2003, la ONG Timidria, dedicada a la erradicación de la esclavitud le ofreció ayuda al conocer su terrible estado . Convencieron al «amo» para que le diera un «certificado de libertad» que se lo otorga, pero durante un tiempo no la comunica que ya es libre, hasta que enterada de que puede marchar decide acudir a los tribunales para hacer valer el derecho que la ampara. Poco después Hadizatou marcha con sus hijos y se casa con un hombre de su elección. El ex dueño de la joven enfurece al conocer el nuevo matrimonio acusándola ante los tribunales de bígama haciendo valer los documentos matrimoniales en los que se amparaba su “compra” . Es detenida y encarcelada, además su marido elegido también entra en prisión.

Finalmente, Hadizatou Mani después de librar una larga batalla legal para liberarse por completo de la esclavitud a la que la sometían las leyes tribales consiguió su libertad y continúa luchando contra la esclavitud junto con otras mujeres, a través de la asociación Timidria.
En 2009, fue reconocida con el Premio Internacional a las Mujeres de Coraje por su liderazgo y su lucha por la libertad de la mujer, además fue incluida en la lista Time 100 ese mismo año. En 2022, la BBC la incluyó en su lista de 100 Mujeres de la BBC.

Hadizatou Mani-Karoau, emprendió una actividad en pro de la liberación de las múltiples mujeres wahiya que quedan en Níger. Son delitos difíciles de erradicar ya que la batalla legal está lejos de ganarse. Se supone que los declarados culpables de delitos relacionados con la esclavitud recibirán sentencias de cárcel de entre 10 y 30 años, pero las condenas recientes han sido mucho más cortas, porque chocan con la tradición y la desinformación de las mujeres sometidas a esa esclavitud, que en muchos casos desconocen que la ley ampara sus derechos.
La organización de Bouzou recomienda que los jefes autóctonos, que a menudo están detrás de las prácticas, sean despojados de sus poderes. También pide esfuerzos para desafiar la idea errónea generalizada de que la wahaya está en línea con la ley islámica.

El profesor Danwood Chirwa, decano de derecho de la Universidad de Ciudad del Cabo y presidente del Fondo Fiduciario de las Naciones Unidas sobre las Formas Contemporáneas de la Esclavitud, dice que el problema ha ido en aumento en los últimos años y empeoró por la pandemia de covid-19 y la guerra en Ucrania.
Cita un informe de 2022 de la Organización Internacional del Trabajo, la Organización Internacional para las Migraciones y Walk Free que muestra que hay 50 millones de personas viviendo en esclavitud en todo el mundo, de las cuales siete millones están en África.
«La guerra contra la esclavitud se ha vuelto difícil porque los países africanos no legislan contra ella en todas sus formas, a pesar de cumplir con sus obligaciones internacionales«, dice Chirwa.

Hoy, Hadizatou Mani es una madre felizmente casada con siete hijos de entre uno y 21 años.
Ha ayudado a muchas mujeres, incluida su propia hermana, a escapar de la esclavitud y vivir vidas libres y productivas.
«Enseño en especial a estas mujeres sobre sus libertades salvaguardadas por la ley», dice.
«No me arrepiento de nada de lo que me pasó… No fue en vano, mi situación puso de manifiesto el problema de la wahaya en el mundo«. Confirma con el orgullo de haber escapado a un destino terrible y de convertirse en luchadora contra la lacra de la esclavitud femenina.
María Toca Cañedo©

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