De las innumerables patologías desarrolladas por los malos hábitos de vida, se encuentra de forma destacada el hígado graso. Su nombre médico es: esteatosis hepática.
Este problema cursa cuando se forman unas minúsculas gotas de grasa en el tejido celular hepático, pudiendo presentar un aspecto, mirado por microscopio, moteado y blando. Conforme se agrava el problema hay una mayor acumulación de grasa en los tejidos hepáticos, llegando a producir inflamación del órgano, fibrosis y en un 20% de casos se desarrolla cirrosis, siendo la segunda causa de trasplantes, y en breve, se convertirá en la primera debido a que se está incrementando el número de personas afectadas, cuya causa es la mala alimentación.
El hígado graso se produce por alcoholismo, ingesta de medicamentos alta, azúcares y grasas. También después de ayunos largos, se puede producir este problema, cursando con un acumulo de triglicéridos en el centro del lobulillo hepático.
Los síntomas de hígado graso son: cansancio, dolor en la parte superior del abdomen, malestar generalizado, fatiga, pesadez digestiva, sobre todo después de comer.
El tratamiento para eliminar los triglicéridos del hígado será ajustar una dieta saludable, bajar de peso, hacer ejercicio y dejar los tóxicos, si fuera por esta causa (alcohol, drogas o medicamentos innecesarios). 
El incremento del problema del hígado graso, se produce debido a la alimentación rica en grasas saturadas y azúcares de las dietas en los últimos tiempos. Recordemos que una alimentación inadecuada puede ser tan peligrosa como un alcoholismo o toxicomanía. Por tanto debemos tomar conciencia del peligro que entraña. Podemos mejorar el estado de nuestro hígado tomando caldo de alcachofas, infusiones de cardo mariano, diente de león. Sobre manera eliminando de la dieta azúcares refinados y grasas saturadas, alcohol y medicamentos.
#MariaToca
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