Señores no estén tan contentos con la derrota de Hitler, porque aunque
el mundo se haya puesto de pie y haya destruido al bastardo, la puta que lo
parió está caliente de nuevo.
En frases célebres de Bertolt Brecht
A la memoria de Heather Meyer, asesinada por neonazis, supremacistas blancos, en la manifestación pacífica contra el racismo realizada en Charlottevile (Estados Unidos) el 13 de Agosto del 2017.
I
Duermen en la cloaca
los huevos de la serpiente
esperando que alguien les grite
!despertar y echar a nadar!
Y en el crimen terrorista de Charlottevile
del Estado de Virginia,
en los Estados Unidos,
por supremacistas blancos,
yo os quiero recordar,
por si la mochila de vuestra memoria
se comienza a desteñir
mudándose a fantasma o sombra,
porque le llego la hora
de ese riguroso invierno
que llaman senilidad
o por el excesivo uso en su lavado
del famoso Blanco España,
que el que despertó de nuevo
los huevos de la serpiente
fue el presidente de los Estados Unidos,
él fue el que desadormeció
esos huevos de serpiente,
él fue el que les gritó
¡despertar y echar a andar!,
Por tanto ciudadanía del mundo
no os dejéis engañar
permitiendo que se repita de nuevo
la vieja historia del fascismo universal,
que para imponer a todo quisque su orden
no hay mejor rabadán
que el que logre despertar de nuevo
los huevos de la serpiente.
II
A si que ovejas rebeldes
sí os queréis librar del yugo
de ese lerdo patán,
que tuvo por padre a un miembro activo
del terrible Ku-Klux-Klan,
gritemos todos a una
para extender la verdad.
¡Donald Trump
es el Führer de este siglo
que ha impuesto la corte del capital,
al igual que impuso a Hitler
en el siglo precedente,
herederos son los dos de la peste universal
que impone la burguesía
cuando comienza a dudar
de que podrán detener
el sueño de libertad de las ovejas rebeldes.
Por ello insurrectas ovejas
desoír la llamada de esa bestia,
rechazar su control de voluntades,
dejaros de conjeturas,
condenar esas conductas,
marginar la conchabanza,
reíros de vuestros miedos
e invocando la memoria destruyamos
antes de que culebreen,
los huevos de la serpiente.
Enrique Ibáñez Villegas
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