«Si me preguntan por qué amé a mi amigo, contestaré del único modo que ello puede expresarse: «Porque él era él y yo era yo»»
Montaigne
Nunca son buenos tiempos para las personas alejadas de fanatismos y de creencias inamovibles, cuanto más en la época en que Margaret Buber- Neuman vino al mundo, nada más comenzar el convulso siglo XX, exactamente el seis de noviembre de 1901, en la ciudad Postdam. Nació con el apellido Turing, en una familia de clase media. Durante la República de Weimar, Margaret que había mostrado interés en la política como forma de mejorar el estado de los seres humanos, se acerca al Partido Comunista Alemán, el poderoso KPD. Contrae matrimonio con Rafael Buber, judío, hijo del filosofo Martin Buber, con el que tiene dos hijas. Se divorcian y Margaret conoce y contrae nuevo matrimonio con el comunista alemán Heinz Neumann.
Su participación en la lucha política se intensifica a raíz de su matrimonio. Colabora estrechamente con la Internacional Comunista tanto en Francia como en España durante la Guerra Civil.
Neumann, perseguido de cerca por el gobierno nazi de Alemania, se exilia en la Unión Soviética, buscando el amparo del país que ha cumplido los sueños revolucionarios del idealista Neumann. Elisabeth le sigue al poco tiempo, reuniéndose ambos en la URRS.
La Unión Soviética, vivida desde dentro no era el paraíso esperado por el matrimonio. Iosif Stalin ha comenzado las purgas terribles y la independencia de Heinz Neumann le hacen acreedor del privilegio de ser detenido y conducido al Gulag siberiano.
En 1937, se produce la firma del Tratado de No Agresión entre la Alemania nazi y la Rusia soviética. La foto de la firma entre el jerarca nazi, Adolf Hitler y Iosif Stalin, levanta ampollas en la mirada de los comunistas que han sido perseguidos por los nazis, por mucho que los voceros de Stalin intenten convencer a la opinión publica de la conveniencia del tratado, es difícil de digerir. Sobre manera a quien tiene criterio y a quien ha sufrido en carne propia los horrores del nazismo. Tanto Neuman como Margaret han sido perseguidos y vivieron de cerca los bombardeos alemanes en la población civil española. La disconformidad de Heinz Neumann le condenan a muerte. Durante un año Margaret, sobrevive malamente en Moscú sin saber que su marido ha sido asesinado por los soviéticos, posteriormente es también detenida como “esposa del traidor”
Los tiranos no soportan la disidencia ni aunque esta permanezca en silencio. Marcha, también ella a Siberia y durante un tiempo permanece en el Gulag hasta que los soviéticos, como consecuencia del Tratado, la entregan a la Gestapo…que la deporta a Ravensbrück. Años después describirá con dramatismo la terrible realidad que ha vivido cuando los agentes de ambos gobiernos se reúnen para entregarla a los nazis. Sobrevivir a la constatación del paralelismo entre ambos sistemas tuvo que ser difícil para una mujer sensible, aunque fuerte, como Margaret Buber-Neumann.
Si terrible debe ser estar condenada al infierno de Ravensbrück, el añadido de la falta de esperanza en un mañana redentor, que ofrecía la ideología comunista, debía ser aterrador. Las mujeres del campo, comunistas en su mayoría, creían en la capacidad redentora de su ideología. La utopía que las esperaba, si conseguían sobrevivir al terror nazi, era un asidero de esperanza al que se agarraban con fuerza. Margaret Buber-Neumann, conoce el verdadero rostro del comunismo estaliniano y sabe que no hay redención, ambos sistemas son similares en la concepción del poder y la falta de humanidad.
Solo una persona con fuerza mental sobrehumana pudo sobrevivir a ambos campos de concentración. Margaret Buber-Neumann debía tener alma de acero o sentimientos de autoestima lo suficientemente potentes para resistir haber sido prisionera de Hitler y de Stalin.
Su situación de ex comunista la ofrece cierta ventaja en el campo, haciendo que los guardianes no la acosen demasiado, incluso trabajó en la Siemens en una planta adjunta al campo, y más tarde en el campo, para el secretario oficial de las SS-Oberaufseherin Langefeld Johanna.
La realidad de conocer la verdadera cara del estalinismo, es mal mirada por sus compañeras comunistas que la acusan de “traidora trotskista” pero la espera un fortuito encuentro que solventaría mucho dolor haciendo que los días de Ravensbrück fueran menos terribles. En el campo hay una prisionera alta, hermosa a pesar de la miseria, con unos profundos ojos claros donde se asoma una vida intensa de mujer inteligente y poderosa. Margaret Buber, conoce a Milena Jeseuská, la periodista amiga de Kafka, con la que entabla una amistad o hermanamiento profundo que hace fructíferas las terribles jornadas del campo soslayando el horror a base de amistad.
Ambas, se reúnen de noche en las letrinas para contarse la vida, hasta que la muerte de Milena la deja en completa devastación, tanto que tiempo después expresaba los recuerdos de esta forma: «¿Para qué vivir si había muerto Milena? Mi concepto de la libertad estaba inseparablemente unido a ella»
Como sea sobrevive a todo, quizá la explicación nos la vuelve a ofrecer ella misma: «Observarse a uno mismo es muy difícil, y cuando se me pregunta cómo es posible que yo haya sobrevivido a siete años de campo de concentración, y de dónde he sacado fuerzas para ello, sólo puedo contestar que no se debe solamente a que soy una persona fuerte física y mentalmente, ni a que no perdiera nunca mi autoestima, sino a que siempre encontré seres que me necesitaban, nunca me faltó el regalo de la amistad y de las relaciones humanas.»
Aguantó hasta la liberación del campo, en Abril de 1945, marchando a vivir a Suecia . Escribió diversas obras reflejando lo vivido con enorme maestría y realizando lo que se prometiera a ella misma, contar la vida de la tristemente desaparecida Milena Jesenká, en el monumental libro Milena.
En el magnifico prólogo de A sangre y fuego, hermoso y terrible libro de relatos escrito por Chaves Nogales, dice que él es un independiente que hubiera sido fusilado por ambos bandos, sin duda. En el caso de Margaret Buber- Neumann, esa suposición dejó de serlo para convertirse en realidad. El milagro fue sobrevivir en ambos infiernos.
A lo largo de su vida publicó los siguientes libros:
En 1948 Als Gefangene bei Stalin und Hitler («Bajo dos dictadores: Prisionera de Stalin y Hitler»), un relato de sus años en los campos nazis y soviéticos, que despertó la hostilidad de los alemanes y los comunistas soviéticos.
En 1949, en París, declaró su apoyo a Víktor Krávchenko demandando a una revista relacionada con el Partido Comunista Francés por difamación tras ser acusado de inventarse su versión sobre los campos de trabajo soviéticos. Buber-Neumann corrobora lo contado por Krávchenko con gran detalle, contribuyendo a su victoria en el caso.
En 1957, Buber-Neumann publicó Von Potsdam nach Moskau: Stationen eines Irrweges (De Potsdam a Moscú: Estaciones de un camino equivocado).
En 1963 publicó la biografía de, Milena Jesenská (Kafkas Freundin Milena). En 1976, publicó La Llama extinta: los destinos de mi tiempo, en el que alegaba que los sistemas de gobierno nazi y staliniano eran en la práctica lo mismo.
Para entonces, quizá los años y las decepciones la habían domado, convirtiéndola en conservadora, uniéndose en 1975 a la Unión Demócrata Cristiana (CDU).
Vivió en Suecia hasta que en la década de 1950 regresó a Alemania. Murió el seis de Noviembre en Frankfurt.
María Toca Cañedo©
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