Juego de espejos para las próximas elecciones que tanta alarma y miedo están sembrando en las gentes de izquierda ante el avance de un sector del PP llamado Vox.
El curioso panorama es más o menos así:
En la derecha, Santiago Feijóo y Núñez Abascal, PP-VOX son el mismo partido en origen y destino, ¿nos hemos olvidado de eso? Y en, digamos, la izquierda, Yolanda Sánchez y Pedro Díaz; PSOE y Sumar son dos alas del mismo proyecto, si proyecto hubiere.
En conjunto y por expresarlo en términos socio / económicos: capitalismo malo frente a capitalismo bueno; neoliberalismo espantoso frente a un supuesto intento de recuperar las tradiciones reformistas de la vieja socialdemocracia europea del “estado de bienestar”, algo que ya había pasado a la historia cuando Felipe González, en 1982, inició las privatizaciones y la gestión neoliberal tan esperada por la patronal que había mantenido y se había beneficiado de cuarenta años de franco/fascismo.
Para la izquierda más rebelde y más crítica, que quizás no sea tan crítica respecto a sí misma, y para los clásicos de votar siempre a los mismos con la nariz tapada (algo debe oler mal en la papeleta elegida, aunque los hay que votan boca abajo y no pasa nada) una buena noticia: esta vez tenemos un desodorante eficaz que evitará tener que taparse la nariz. El desodorante se llama, precisamente, VOX. VOX quita el mal olor de tu voto, compañero, solo quedará el olor del miedo, pero si el miedo aporta votos, santo y bueno. Ya tengo el efecto wow para los reacios a votar: Desodorante VOX para el sofocante calor del voto veraniego. Con desodorante VOX, podemos ganar (¿podemos?).
Y otro apunte. Si analizamos con perspectiva de género las cuatro principales candidaturas al Senado por Madrid observamos: PSOE, dos candidatos hombres y una candidata mujer; PP, dos hombres y una mujer; Sumar, dos hombres y una mujer; VOX, dos mujeres y un hombre. Horror, la perspectiva de género me lleva a votar por VOX, no me lo puedo creer.
Se lo cuento a mi vecina, doña Aurora, antigua trabajadora de Telefónica y me dice: estarás de broma, ¿no? Y me pregunto ¿estoy de broma?
Afortunadamente, la propia doña Aurora viene a auxiliarme: ¿Y la perspectiva de clase qué, chaval?, que pareces tonto.
– Ilustración de Pawel Kuczynski.
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