Capítulo XXXI Mujeres en Negro: Café y algo más
Al abandonar Guadalcanal en dirección a Cazalla paré al pie del Cerro Monforte. Conocía bien aquel lugar, pues sobre su altiplano se [VER MÁS]
Al abandonar Guadalcanal en dirección a Cazalla paré al pie del Cerro Monforte. Conocía bien aquel lugar, pues sobre su altiplano se [VER MÁS]
La Pick Up que llevaba detrás, pareció hacer el intento de seguirme durante unos segundos. Sin duda su potente motor diesel, no [VER MÁS]
No le tengo miedo a volar, nunca se lo he tenido pero, la entrada al Aeropuerto de Sondika requiere del Comandante una [VER MÁS]
El otro destino. Apenas hube entrado en casa me dirigí a la cocina y puse a hervir un par de huevos. Había [VER MÁS]
Mi ofrecimiento de quedarme a dormir con Diana, apenas consiguió arrancar una leve sonrisa de sus labios. Parecía que un cierto halo [VER MÁS]
A vivir te acostumbra el despertador cada mañana, pero a faltarte al respeto a sabiendas de que mientes a diario, y [VER MÁS]
Aitor nos recibió con su sonrisa de vasco confiado y bonachón. Creo que su practicidad le llevaba a economizar recursos, y si [VER MÁS]
CÓMO MEDRAR EN POLÍTICA SIN SUCUMBIR EN EL INTENTO Hay personajes de mayor o menor altura, cuyo nombre se nos ha colado [VER MÁS]
Una de las condiciones que puse cuando acepté este trabajo de Marruecos, era que tendría que llevar mi coche. Es no solo [VER MÁS]
He vuelto a casa tras un fin de semana largo en casa de mi amante Nuria. Empresaria consorte de un hombre que [VER MÁS]
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