Llegó,
Como llegan los amigos, sin avisar.
En tren, barco, avión, a pie o en bicicleta,
Qué más da
Llegó.
Teñido de rojo, blanco, amarillo o negro.
En mi morada hoy no cabes, quizás otro día.
No eres bienvenido, vete.
Llegó.
Ordenes nos dieron, tardías quizás.
Enjaulamos las nubes, nos quedamos quietos.
Esperanzas somnolientas.
Llegó.
Vimos desde las ventanas
Gladiadores valientes de toda índole.
Luchadores desarmados, dejando alma en la batalla.
Llegó.
Abrió heridas ya olvidadas.
Sacudió nuestra infamia, nos hicimos valientes.
Con la fuerza del miedo, todos en pie.
Llegó.
Dos lunas de no mirar al sol.
Dejo de importarnos lo que parecía vital.
Lo domamos derrochando vidas antiguas.
Llegó.
Soltamos las nubes.
Abrimos las ventanas y nos fuimos hacia el sol.
Vino para quedarse, sus razones tendrá.
Llegó.
Ya somos amigos.
Puede sentarse a nuestra mesa, sabemos lo que le place.
Está en nosotros y él dormido no lo sabe.
Joseba Egaña
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