Bridget Bate Tichenor

Bridget Bate Blantford era hija del corresponsal norteamericano Frederick Blantford Bate y Sara (Vera) Gertrude Arkwright Bate Lombardi, quienes contrajeron matrimonio dos años después del nacimiento de la pequeña Bridget. Los dos se conocieron durante la I Guerra Mundial, en el Hospital Americano de París, donde la madre de Bridget trabajaba como enfermera. La pequeña nació en Francia, pero pronto la familia marchó a Inglaterra de donde eran originarios. Ambos cónyuges procedían de familias aristocráticas, incluso se cotilleaba en Londres que la madre de Sara Gertrude era  una bastarda real. Como fuere, Bridget, se crio en ambientes refinados y aristocráticos. Al contar cuatro años, su madre se traslada a París  donde trabajará como modelo de Cocó Chanel poniendo a la diseñadora en contacto con las familias reales europeas. Tiempo después Bridget,  retorna a Inglaterra, donde su padre la motiva para dedicarse al arte,  llevándola al  Slade School de Londres a formarse. Ha tomado lecciones con Giorgio de Chirico, y Man Ray,  buen amigo de Fred,  la utiliza de modelo para sus fotos.

Durante esa primera juventud vive entre Roma, París y realiza también incursiones en Londres.

Los vientos guerreros se extendían por Europa, por lo que la madre de Bate, Sara, concierta un matrimonio  con Hugh Joseph Chisholm que reside en Nueva York. Les presentó Cole Porter y su esposa. El matrimonio se celebra el catorce octubre de 1939 justo a tiempo de evitar la guerra instalándose en Nueva York. Poco después tienen un hijo que morirá joven, con solo 41 años, pero que le dará tiempo a crear una galería donde expuso Bate, años después.

Durante un tiempo, Bate, se convierte en estudiante de la Art Students League de Nueva York, combinando los estudios con colaboraciones en Vogue, como editora de moda, modelo  y socialité. Durante esos años su belleza y elegancia se hace legendaria en la ciudad de los rascacielos, Anaïs Nin, confesará en sus diarios que se enamoró de ella.

El marido viaja con frecuencia, y la falta de amor inicial se ha acrecentado, en una de las fiestas en las que participa, conoce al ayudante del fotógrafo George Platt Lynes, Jonathan Tichenor. Se convierten en amantes y dos años después se divorcia para casarse con él, adoptando desde entonces el apellido Tichenor.

No por ello abandona la vida de lujo y arte, se muda, con el nuevo esposo al Uper East Side de Manhattan, donde residen en un chalet adosado que comparten con Peggy Gugengeim.

Invitada por un primo, Edward James, Bridget, viaja a México. Edward la introduce en el país que la deslumbra y en una fiesta espiritual celebrada en la mansión de James, Bridget entiende que debe abandonar su vida anterior con los oropeles sociales y aristocráticos que conlleva, sumergirse en la cultura mexicana y dedicarse en cuerpo y alma a pintar.

La casa de James, estaba en San Juan de Potosí, vivía rodeado de naturaleza en un jardín inmenso lleno de estatuas surrealistas que aguzaron la fantasía predispuesta de Bate. Poco después se divorcia de su segundo marido, y pasa a vivir en la colonia Roma de ciudad de México.

En 1960, completamente integrada en el país, compró el rancho “Contembo” cerca del pueblo prehispánico Ario de Rosales, donde pintó obsesiva y reclusamente, acompañada solamente por sus sirvientes y una gran colección de perros, loros, iguanas, gatos, chivos, patos, serpientes, conejos etc. que servirían como modelos para algunas de las creaciones fantásticas de la pintora. También se inspiró en el paisaje volcánico —extraterrestre— de esa parte de Michoacán.

 

Enseguida conoce a los artistas locales o que han recalado en el país como ella, buscando la inspiración y conformando el grupo de surrealistas que se les nominó, realismo mágico, etiqueta que a ella no la gustaba. Fue amiga de Diego Rivera, Frida Kahlo, Leonora Carrington, Remedios Varo, Kati Horna, Alice Rahone, entre otros/as.

Bridget  Bate Tichenor, abandonó el glamour de ser editora de Vogue, los desfiles, la vida aristocrática y se sumió en el ambiente artístico de México rodeada de sus compañeros y amigos creando una obra ingente. Paul Cadmus, le enseñó una antigua técnica pictórica que  ella haría suya: una receta para tempera basada en fórmulas italianas que databan del Renacimiento. No obstante, Bridget pronto inventó su propia mezcla de yeso bruñido sobre masonite al que le agregaba  encima una veladura de óleo transparente; a veces pintaba con un pincel compuesto de tan sólo una hebra de marta cibelina, logrando así los detalles casi microscópicos que ostentan la mayoría de sus cuadros.

Consideraba su trabajo algo místico que conectaba con el alma  ancestral de antiguas religiones aztecas, plenas de magia y espiritualidad.

Tuvo una fecundidad artística  intensa, durante su periodo en el rancho,  “Contembo” hasta que en 1978 retorna a ciudad de México, y durante sus últimos años residió en San Miguel de Allende, en Guanajuato.

Murió el veinte de octubre de 1990 dejando doscientos oleos. En 2008, el Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey, realizó una exposición en la que se mostraron obras de Tichenor, y de las más importantes artistas mexicanas; la muestra se tituló: «Historia de las Mujeres Artistas del Siglo XX en México», y en 2012, la exposición: «Las maravillas: La aventura surrealista de mujeres artistas en México y Estados Unidos» , organizada por el LACMA y el Museo de Arte Moderno.


Su obra se encuentra representada, fundamentalmente en colecciones privadas de México, Estados Unidos y distintos países de Europa.

María Toca Cañedo©

 

 

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Sobre Maria Toca 1675 artículos
Escritora. Diplomada en Nutrición Humana por la Universidad de Cádiz. Diplomada en Medicina Tradicional China por el Real Centro Universitario María Cristina. Coordinadora de #LaPajarera. Articulista. Poeta

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