Cambia el foco.

«Yo no entiendo cómo se quedan, dijo una profesional de la atención a personas vulnerables en medio de un desayuno de trabajo.
No comprendo por qué no denuncian, siguió espetando.
De verdad, es que no me cabe en la cabeza por qué permiten que las maltraten.»
Desde el puñetazo que sus palabras dan al ambiente, desde el tragar la tostada y el oxígeno necesario para no reaccionar y acabar siendo la señalada por la reacción, quise hablarle del ciclo de la violencia, del apego al perpetrador, de la dependencia emocional y muchas veces económica, generada por el vínculo traumático, del Patriarcado, de la asimetría de poder, del machismo estructural y transversal a todos los espacios de la vida, de los roles y mandatos de género, de tantas cuestiones.
Pero me callé y seguí sorbiendo el café lentamente, acordándome de la mujer que, en consulta, me verbalizó:
– «Todo el mundo me decía que denunciara, pero porque no denuncié, estoy viva.
Era tal la amenaza de quitarme la vida si contaba algo de mis treinta años de maltrato, que lo que pude hacer fue quedarme quieta hasta que falleció.
Porque no denuncié, estoy viva.
Y eso no lo entiende nadie, María.«
Y entonces soy consciente de la insistencia en empujar hacia la denuncia solitaria y riesgosa cuando los agresores son las mismas personas que llevan eludiendo las consecuencias de sus actos durante décadas.
Cuando las agredidas han estado todos esos años SOLAS.
En el fondo, la cuestión de base no es que las víctimas no denuncien, sino que las víctimas parecen no merecer SER PROTEGIDAS.
Para saltar es necesario paracaídas y alguien sobre el terreno para acogerte.
Profesional de la atención a las mujeres, practica la política del respeto, la escucha y el conocimiento de los procesos vitales y pasa de la lógica del tú puedes a la verdad de los hechos.
¿Vas a estar tú ahí cuando ella huya?
¿O lo valorarás desde tu casa privilegiada?
Vivimos en un sistema social y político que nos culpa del mal que recibimos y nos lanza dobles mensajes muy peligrosos.
Tanto, que nos va la vida en ello.
Buen día, otro día.
María Sabroso.
Obra artística de Micaela Lattanzio.
Sobre María Sabroso 135 artículos
Sexologa, psicoterapeuta Terapeuta en Esapacio Karezza. Escritora

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