Traemos la biografía de Carme Claramunt no por haber hecho nada importante o ser una leyenda, al contrario, Carme es una mujer más. Nunca pretendió convertirse en heroína, su idea de vida era pasar desapercibida. Nacida en Roda de Bará, pronto se traslada con su familia a Badalona. Su padre Juan Claramunt Pujol y su madre Josefina Barot Virgilio eran gente trabajadora. Carme se dedicaba en casa a confeccionar chales de ganchillo que resultaban muy atractivos. Decide salir de Badalona y buscar en Barcelona forma de venderlos. Poco después conoce a una mujer mayor, Angelina Picas, propietaria de dos tiendas en la capital. Queda encantada con los trabajos de Carme y decide vender los chales en sus tiendas y contratar a Carme para atenderlas. Se crean unos fuertes lazos afectivos entre ellas hasta llegar a que Carme la apelaba “tieta” a Angelina.
Imaginamos que lentamente en contacto con el bullicioso ambiente político de Barcelona, la conciencia de Carme despierta, se hace catalanista y republicana pero sin mayores consecuencias. Aunque fue acusada de pertenencia a ERC y al Estat Catalá no consta en ningún archivo su militancia, es posible que solo se tratara de acercamiento ideológico sin mayores connotaciones .
Carme Claramunt, trabaja en la capital… confecciona su chales que vende bien en las tiendas de Angelina, tiene su confianza, no se casa nunca y es una mujer libre e independiente pero no específicamente de izquierdas, incluso se considera religiosa y muy creyente. No participa en política más de forma anecdótica.
El 27 de Enero las tanquetas del general Gambarra llegan a Badalona, como avanzadilla de las tropas franquistas. Las personas con responsabilidades políticas habían huido, no así Carme ni Angelina. Creyeron ambas, como tantos, en las consignas diseminadas por los ganadores: “quien no tenga las manos manchadas de sangre no tiene nada que temer” Y Carme durante los años de la II República solo había trabajado haciendo sus chales y viviendo una vida anónima, jamás entró en política y muchos menos atacó a las derechas. No contaba con los odios desatados por la victoria en la que los pertenecientes al bando ganador son los amos de la vida y de la muerte. Son momentos en que los bajos instintos se desatan en forma de delaciones interesadas.
No se conocen con certeza los hechos; todo apunta a la venganza de vecinos que habían perdido un hijo luchando en el bando franquista durante la guerra. También se sospecha que existía rivalidad por la preferencia de Angelina hacia Carme y la posibilidad de que herede las tiendas. Lo cierto es que, Carme Claramunt es denunciada por la familia vecina de Maria Sallent a la Falange siendo detenida junto con la “tieta” Angelina. Entra en prisión el tres de Marzo de 1939 formándose el Consejo de guerra sumarísimo el 27 de Marzo del mismo año. Se le acusa de un delito de rebelión militar (que incongruencia, la acusan los militares sublevados a ella, que ha permanecido en su casa en tiempo de guerra) Son juicios pantomima, sin pruebas. Se basan en las denuncias llegadas por cualquier vía , como es el caso, incluso sirve una denuncia anónima. Nadie se molesta en buscar pruebas, en recabar la verdad.
Esta es la acusación que efectúa Falange y que sirve para condenarla ante el tribunal que la juzga:
“Individua peligrosísima. Gran propagandista de las ideas rojo-separatistas. Militante de la “Esquerra” y de “Estat Català”. Autora de infinidad de denuncias a personas de derecha. En su casa se celebraban reuniones de hombres y mujeres. También poseía armas. Persona peligrosísima y nefasta para el G. M. N. (Gran Movimiento Nacional)”.
La palabra de Falange es ley.
Se dicta sentencia de muerte que se cumple en el Campo de la Bota, Carme Claramunt tiene el dudoso honor de haber sido la primera mujer fusilado en dicho campo. Más tarde la siguieron, procedentes de la cárcel de mujeres de Les Corts, diez mujeres más: Eugenia González Ramos, 20 años de edad, de Hortaleza (Madrid); Cristina Fernández Perera, 39 años, de Villasinde (León); Ramona Peralba Sala, 35 años, Gironella (Barcelona); Dolors Giorla Laribal, 27 años, de Barcelona; Magdalena Nolla Montseny, 34 años, de Astorga (León); Elionor Malich Salvador, 60 años, sin especificar origen en el registro de la cárcel, solo pone que era viuda y de profesión portera; Virginia Amposta Amposta, 50 años, de El Pinell de Brai (Tarragona); Asumpció Puigdelloses Vila, 43 años, de Vic (Barcelona); Inés Giménez Lumbreras, 24 años, de Madrid. A la lista hay que añadir la de Neus Bouza Gil, que no aparece en el registro carcelario, pero sí en los listados recogidos en el libro del historiador Josep M. Solé i Sabaté, La represió franquista a Catalunya, 1938-1953.
La condena se cumple la madrugada del 18 de Abril de 1938. Estando en capilla antes de morir escribe una dolorosa carta que ha sido recuperada recientemente, la dirige a su querida protectora la “tieta” Angelina, que también está detenida aunque no se la fusila consiguiendo la libertad después de años de cárcel . En la carta, una doliente Carme, se expresa con notable sentimiento religioso y confiesa su total inocencia de todo cargo. Este es el texto de la carta que Carme envía a Angelina:
“Estimada tieta, ha venido el juez y ha decretado la pena de muerte y me ha dicho que así lo había decretado el Generalísimo y esta mañana a las cinco me van a fusilar, tú ya sabes que matan a un inocente”. Tú no padezcas por mi, Porque es la única pena la de Dejarte a ti, pero conformate que Dios lo quiere así. Yo desde el cielo rogaré que a ti no te falte de nada. Tú ya sabes que no morimos, nada más dejamos la tierra.
Tía, yo no sé cómo decirte lo que quisiera decirte, de palabras de consuelo para que no desesperas, lo único que te consolará será el pensar en Nuestra conciencia tan limpia. Tú, tía querida, te deseo muchos años de vida y salud. Ya notificarás a mis nunca inolvidables hermanos y sobrinos ya las amistades, que me han fusilado, que yo rogare miedo todos miedo de que aquí en la tierra no os falte nada. Tener mucho valor para resistir este golpe que Todos tenemos que hacerlo, yo nada más quiero expedir para Los otros Compañeros y justicia, ya que yo no he podido disfrutar de ella. Le mando un sinfin de besos y abrazos, sume hija que nunca la olvidará»
Fue enterrada en la fosa común del Campo de la Bota donde sigue con las compañeras y compañeros fusilados. Hace poco el historiador Emili Ferrando Puig investigó y escribió el libro «Executada», que autoeditó sobre la figura de Carme. Una forma de recuerdo para dar vida y voz a las personas que fueron fusiladas en la postguerra.
María Toca©
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